ʟᴀ ᴍɪsɪᴏɴ ᴅᴇ ʟᴜᴄɪғᴇʀ | JongKey Mini Fanfic

XII: Sentimientos

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JinKi sabe que no necesita ningún permiso para entrar a la habitación de su señor. De hecho, nunca lo ha necesitado así que entra sin más.

Traspasa las suaves telas de seda oscura que cuelgan alrededor, empuja un poco la última puerta y por fin ve a Lucifer.

Es hermoso, como siempre, pero hay un aura negra que lo envuelve además de hacerle ver enojado.

— ¿MinHo? - susurra JinKi, acercándose casi corriendo hasta el demonio sobre la cama.

Trata de tocarlo, de siquiera tomarle la mano en busca de un contacto que cambie su estado de ánimo. Sin embargo, se sabe muy bien que Lucifer es una criatura dura, sin corazón, que odia la compasión y los sentimientos puros.

Sólo basta una mirada para notar que sus intenciones no son bien recibidas.

JinKi sabe que insistir es lo peor en este momento.

— No me llames de esa manera - escupe Lucifer levantándose de su cama con rigidez. La capa que lo envuelve va al compás del viento que entra por una de las ventanas - Mi nombre es Lucifer, el ángel caído más importante en este lugar... y si algo quiero que quede claro es que mi identidad como humano sólo sirve cuando estoy en la tierra.

El servidor asiente, bajando la cabeza ante la voz dura de su señor.

Planea dar media vuelta e irse, sobre todo porque Lucifer parece querer estar solo, pero increíblemente, y bajo circunstancias inesperadas es obligado a quedarse.

El demonio mayor toma su mano con fuerza, impidiéndole salir.

— Quítate la ropa.

JinKi entrecierra los ojos, observando con curiosidad el cambio tan extremo en las decisiones de Lucifer.

Siempre que han tenido encuentros íntimos suceden de otra manera, en otro contexto.
Normalmente es el demonio mayor quien escoge sus amantes, dependiendo de lo que le antoje o lo que tenga disposible.

Por supuesto, JinKi no entra en ese grupo. Él es el único demonio que tiene ciertos privilegios cuando se trata de sexo. Cada vez que quiere puede ir y rondar a Lucifer hasta conseguir lo que desea, además que el seguir siendo su más fiel seguidor hace que confíe por completo en él, por sobre cualquier otro.

Sólo que ahora, en este preciso momento en que JinKi ve al hermoso demonio desvestirse con lentitud, le hace pensar en que toda esta situación tiene un trasfondo bastante oscuro.

Lucifer no se comportaría de esa forma si no hubiera ocurrido algo realmente malo.

O mejor dicho, algo realmente ligado al pasado.

Algo obvio, y demasiado legible.

— Usted vio a TaeMin ¿verdad?

El cuerpo de Lucifer se tensa, y JinKi no necesita más respuestas.

Lo sabía.

Hay un sentimiento de asco que se deposita en su estómago. El saber que TaeMin sigue siendo un obstáculo en sus planes hace que el odio siga creciendo. Los celos que se supone ya no debería sentir.