Capitulo 16

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MIA O'CONNER

Maia vino hasta acá. Seguía dando vueltas así que le pedí que viniera. No tengo mucha paciencia y eso hacía que me ponga histérica.

La saludamos, Noah y yo, y nos sentamos en el piso, esperando a que suelte todo lo que tenía que contar.

Da un suspiro.

—Cuento de cero—más que una afirmación pareció una pregunta hacía mí, asentí—. Estaba en mi departamento y me tocan el timbre. Creí que iba a ser mi mamá o alguien cercano ya que sonó el timbre de la puerta y no el del portero. Supongo que habrá podido pasar al de seguridad con su placa de policía, no lo sé—niega con la cabeza.

—¿Como sabía tu dirección?—pregunta Noah antes de que siga.

Mientras mi amiga venía en camino, le conté a Noah que Adrik había ido a su casa. Por lo que está al tanto.

—Me dijo que una vez tuvo que tomar el turno de unos de sus compañeros que tenía que hacer guardia para vigilarme o algo así—sacude la cabeza—. Vino llorando y me pidió de hablar. Lo dejé pasar adentro y de lo que hablamos fue de Mia—me mira—. Me pidió perdón por todo y dijo que le hubiese gustado hacer lo mismo con vos.

—Un poco tarde—sale de mis boca las palabras en un susurro.

—Dijo que estaba arrepentido, que en su momento creyó que era lo correcto. Le pregunté si... No te tendría que contar esto. Es inútil. Vos querías pasar página y yo te sigo hablando de él.

—Por más que me lo digas o no mis sentimientos hacia él no van a cambiar. No siento amor, odio, resentimiento ni nada. Él fue algo del pasado, que en su momento tuvimos buenos momentos y malos—me encogí de hombros.

—Le pregunté si te amaba—siguió— y dijo que si, que nunca había podido hacerlo con nadie de la misma forma, sólo con vos.

Se formó un silencio.

Yo no tenía nada para agregar. No iba a tener alguna pizca de compasión por él, pero tampoco odio. Logre superar lo que me hizo porque pensar en las buenas cosas que pasamos juntos... solo me hicieron reflexionar y llegar a la conclusión de que si seguía odiándolo me lastimaba a mi misma ya que había otros sentimientos que no iba a soltar.

—Yo siento que decía la verdad. Que estaba arrepentido y que él te amaba.

—No dudo que lo haya hecho. Nunca lo dudé, me lo demostró siempre—hablo yo—. Solo que en el momento en que tenía que decidir entre yo o su trabajo... su amor se fue a la mierda. Porque de haberlo sentido no hubiese hecho lo que hizo.

—Creía que era la correcto—dice Maia.

—En otro momento si me venía con eso, no serviría nada para mí.

—¿Y ahora?—pregunta en voz baja Noah.

—Ahora tampoco. Ya decidí dejarlo atrás y lo logré hacer. Obviamente no me olvido de lo que me hizo, pero menos olvido las cosas buenas. Pienso en él y solo veo una persona que no conozco, no siento algo, nada.

La conversación se corta por el silencio de los tres. Ya no había más nada que agregar, era obvio.

A los dos segundo Dylan y Liam entran hasta acercarse a nosotros. Y noto como el primero me ignora, como si no estuviese en la ronda con ellos. Seguro sigue enojado por lo que le dije la última vez.

Nos contaron que a partir de mañana van a juntarse con los líderes de las mafias de todos los países, para poder llegar a un acuerdo. Van a tratar de formar alianzas nuevamente y poder volver a vender nuestra droga en sus tierras.

Después de terminar de hablar sobre el plan, veo como Dylan se aleja así que lo sigo.

—Dy.

—¿Qué pasa, Mia?—dice en un tono duro.

No se detiene para hablarme. Estamos caminando a un lugar del edificio que no sabría cuál, sólo lo sigo a él.

—¿Podemos hablar sobre lo de la última vez?

—No hay nada de que hablar.

Lo agarro de la muñeca y lo giro para que quede en frente de mí, cara a cara, deteniéndonos y quedándonos en el lugar.

—Si hay. Yo no quería expresarme así, Dylan. No quería herirte.

—Solo dijiste lo que sentías—evade mi mirada.

—Pero podría habértelo dicho de otra forma, no ser tan hija de puta.

—No soy un nene. Tampoco algo de cristal. No me tenes porque tratar como si fuera a romperme.

—No estoy...—tiro la cabeza para atrás.

Intento arreglarlo pero la empeoro aún más.

—Está bien, Mia.

Se intenta ir pero tiro de su brazo una vez más para que quede devuelta frente a mí.

—No, no lo está. No quiero lastimarte, Dylan—digo agachando la mirada—. No es mi intención. Perdóname.

Me levanta el mentón para que lo mire.

—Me gustas y mucho. Pero si no se da, no se da. Obviamente me gustaría que sientas lo mismo que yo, sólo que no es así y no puedo hacer algo. Me siento dolido, si. Pero ¿qué vas a poder hacer vos para parar ese sentimiento?

No se que decir así que lo abrazo.

Debe ser horrible el gustar de alguien y no ser correspondido. Nunca pase por algo así. Fui siempre cerrada en mi vida, las dos veces que me abrí de verdad fueron para Dylan y Adrik, ellos también sentían lo mismo que yo al principio por lo menos.

—No quiero que estemos mal, pero tampoco quiero saber que de alguna forma sufrís por nuestra amistad—admito sin dejar de abrazarlo.

—Tranquila, corazón. Entre nosotros no hay nada mal, seguimos con nuestra amistad. Sufriría más si te perdiera por sentir algo más. No me importa ser solo amigos—me da un beso en la frente después de separarnos.

👠🔪👠

Pasaron dos semanas.

Maia no me venía a visitar mucho, se estaba enfocando en los exámenes de la universidad. Solemos hablar por videollamada todas las noches, media hora, antes de que se vaya a dormir. Así me cuenta lo que fue de su día.

Noah y Liam se estaban juntando con varios mafiosos. Acá o en otros países. Las  cosas van avanzando de a poco. La mayoría está pensando si volver a cerrar trato con la mafia de EE.UU.

Dylan viene alguna veces a verme. Para no estar sola. Me trae comida y algo de ropa de vez en cuando. Hay veces que trae a Lydia y me ayudan a entrenar.

Yo por otro lado, no salgo mucho del edificio. Entreno a veces solá o con Dylan y Lydia. Hay veces que salgo a recorrer las calles de New York, poniéndome la peluca y tratando de cambiar rasgos míos con maquillaje. No hago mucho afuera, sólo salgo para despejarme. Trato de no acercarme a lugares con demasiada gente o con seguridad. Por ejemplo, los negocios son una de las cosas que evito. La mayor del tiempo la paso sola y encerrada. Siento que en cualquier momento voy a morir del aburrimiento.

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