Capitulo siete

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Una joven azabache se encontraba leyendo su libro sobre la magia oscura mientras bebía una taza de té, se su conejo de peluche se encontraba jugando con sus largos cabellos mientras que esta se mantenía ocupada leyendo.

Ya había pasado un año dede la muerte de sus padres. Ahora su hermano junto a ella eran duramente entrenados por Initium, él cual los ayudaba y les aconsejaba sobre su poder mágico, aunque los jóvenes eran polos opuestos en cuanto a la magia, no era un impedimento para que aprendieran lo suficiente.

Ella no le había contado a su hermano en cuanto al libro obtenido hace unos 5 años en la biblioteca familiar, pero pronto se lo contaría,s u hermano solía ser terco, orgulloso y muy antisocial, por lo que solía ser una persona sin tacto alguno en cuanto a expresarse, él cual en esos momentos se encontraba demasiado concentrado en una posición como para darse cuenta del libro.

Durante ese año completo no salieron al mundo exterior y habían desaparecido de la mente de todos, aunque su sed de venganza aun no era saciada, debían escuchar las ordenes del mago en cargado de la torre de magos.

La chica suspiro y cerro su libro para acariciar levemente a quien veía como su mascota, la puerta de la sima de la torre se abrió, mostrando al albino el cual era su maestro, ambos azabaches dirigieron su mirada hacia este.

—Initium. –dijieron ambos azabaches al unísono.

—Lucas, Akaine, debemos hablar. –dijo este con serenidad, ganándose que ambos hermanos se miraran antes de mirar al hombre con curiosidad.

Minutos más tarde los hermanos se encontraban lado a lado con el hombre frente a ellos, se encontraba sentado en barandilla de la torre oscura de magos mientras que el viento movía su cabello, la luna hacia que sus cabellos albinos brillaran.

—¿Que nos querías decir? –pregunto Lucas con receló mientras se cruzaba de brazos, la azabache puso su cabeza sobre su hombro derecho, sobrsaltandolo y haciendo que tuviera un pequeño escalofrío.

—El emperador a pedido su presencia, quiere conocer a los sobrevivientes de la familia imperium de sacris. –dijo el albino mientras miraba directamente a la luna.

La mirada de ambos azabaches dejo de brillar,dejando una mirada opaca.

—¿Y porque justo ahora? –pregunto esta vez la azabache con frialdad, su hermano la miró con una pizca de sorpresa en sus ojos rubí.

—Dice que quería darles tiempo para superar la muerte de sus padres, pero ahora dice que ya es tiempo de que se presentarse, nos quiere mañana a primera hora. –dice el mago para mirar de reojo a ambos hermanos los cuales lo miraban con detenimiento y seriedad.

—Bien. –dijieron estos para volver a sus lugares anteriores con el ceño fruncido.

El mago suspiro para sonreír levemente, solo esperaba de que el día siguiente no fuera tedioso.

Ambos hermanos junto al hombre albino frente a ellos, los tres tenían las capas de la torre de magos, solo que el albino tenía la capa de jefe de la torre, ambos se encontraban cambiando por el pasillo del castillo mientras que eran observados por...

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Ambos hermanos junto al hombre albino frente a ellos, los tres tenían las capas de la torre de magos, solo que el albino tenía la capa de jefe de la torre, ambos se encontraban cambiando por el pasillo del castillo mientras que eran observados por los guardias los cuales los miraban fijamente y algunos murmuraban entre ellos.

—Ellos son...

—Los últimos de su clan.

—Dicen que el día de su familia fue aniquilada, el clan fue completamente destruido. –la azabache paro ante lo dicho, Lucas jalo su mano mientras me sonreía levemente.

—No les hagas caso, luego investigaremos. –le dijo en un susurró a la menor.

Esta asintió.

Minutos más tarde llegaron a la sala del trono donde se encontraron con un hombre rubio con los ojos imperiales, este apoyaba su mejilla sobre su mano mientras miraba a los hermanos directamente a los ojos.

—Ustedes deben ser los hijos de Arthur. –dijo el rey mientras sonreía de medio lado, su sonrisa era cálida y amable hacia ambos jóvenes.

Ambos hermanos asintieron.

—Buen día emperador Kyleum Day de Obelia. –dijieron ambos azabaches al unísono mientras hacian un reverencia ante el emperador.

—¡Levantad jóvenes!, ¡Conmigo no tienen que hacer ese tipo acciones! –dice el rubio mayor mientras soltaba una gran risa.

Ambos azabaches los miraron con los ojos abiertos ante la sorpresa, si le preguntaban a Lucas, este esperaba un hombre frío y despiadado, no ese extraño hombre con una tonta sonrisa en su rostro, bueno, y si le preguntaban a Akaine, la azabache, curiosamente, se esperaba un Claude 2.0.

—Son demasiado jóvenes para hacer ese tipo de cosas, por lo que veo tienen la misma edad que mi hijo mayor, Aethernitas. –El mayor soltó una gran carcajada la cual inundó la sala en un extraño sentimiento cálido.

Ambos hermanos sonrieron levemente.

—Y díganme, ¿Están cómodos con Initium y la torre oscura de magos? –pregunto mientras ponía su mejilla sobre su mano izquierda.

—Nos la hemos pasado bien su majestad. –dijo la menor mientras dejaba escapar una pequeña sonrisa.

—Díganme Kyleum, dejen las formalidades conmigo.  –El mayor explica con una sonrisa.

Ambos niños asintieron.

—Como decía mi hermana, Initium nos a tratado bien, por lo que no hay de que preocuparse. –El azabache mayor sonrió de forma confianza hacia el hombre rubio.

—Me gustaría ofrecerles ser magos reales, por lo que eh escuchado de Initium que ustedes son unos prodigios en cuento a la inteligencia y magia. Sin duda creo que ustedes serían los magos reales perfectos para mi hijo cuando llegue al trono. –dijo el hombre con tranquilidad.

Los hermanos lo miraron con sorpresa antes de mirarse entre ellos y sonreír.

—Como usted deseé, nos encantaría su-- –El hombre los miró.– digo, señor Kyleum. –

El mayor sonrío complacido.

—Pueden retirarse, pero espero que vengan a visitarme algún día de estos, los hijos de Arthur siempre serán bienvenidos por Jin.

Ambos menores hicieron una reverencia, y se retiraron junto al hombre albino.

Mientras salían del la sala de conferencias, pudieron notar a un rubio con brillantes ojos azules observarlos, su mirada callo sobre la chica y un pequeño sonrojo cubrió sus mejillas, haciendo que el mayor de los hermanos frunciera el ceño en el proceso.

Los ojos rubí de la chica se abrieron con sorpresa, se encontraba frente, al villano de la obra.

Aethernitas...

Mierda.

Akaime →princesa encantadora |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora