12. Regalo

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Los dos se encontraban sentados al borde la cama de Naruto, era tarde y tomando en cuenta que mañana el kazekage viajaría dormir temprano era lo lógico

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Los dos se encontraban sentados al borde la cama de Naruto, era tarde y tomando en cuenta que mañana el kazekage viajaría dormir temprano era lo lógico.

Antes no te lo pedí de la manera adecuada, ahora quiero hacerlo bien —el Uzumaki interrumpió el silencio. La sonrisa en sus labios provocó un cosquilleo en el estómago del pelirrojo, lo de las mariposas era una mentira porque sentía escorpiones picándole.

Yo deseaba pedirte que fuéramos novios —lo dijo sereno y con seguridad el rubio—. Aunque no seamos una pareja, ya sabes, de chico y chica —mencionó.

También estuve pensando en eso —comentó el hokage—, pero si analizas lo que sentimos por el otro es exactamente lo mismo que esas parejas.

Eso es cierto, somos solo dos hombres que se aman y punto —decirlo en voz alta fue liberador.

¿Aceptas o no? —un nervioso Naruto temía ser rechazado.

Claro que sí, por fin encontré el amor y tengo derecho a vivirlo sin importar lo que otros puedan decir —el menor de los Sabaku no recostó su cabeza en el hombro del hombre a su lado.

Gaara... —en voz baja le pasó la voz el jinchuriki del nueve colas—, te amo.

Esas palabras fueron casi un susurro que apenas escuchó el pelirrojo, pero su significado era tal que una inmensa felicidad le llegó; él se reincorporó y sin contener su emoción le dio un abrazo que hizo caer a Naruto hacia la cama. El hokage tomó con sus manos las mejillas del pelirrojo encima de él y le dio un beso, faltaban palabras para expresar todo aquello que sentían; a los pocos segundos separaron sus rostros y las sonrisas puras en sus labios traían dicha al corazón del otro.

Yo también te amo, Naruto —extrañamente bien definía lo que causó en él decir "te amo" al rubio con bigotes en sus mejillas.

Los ojos turquesa parecían un abismo en el que el Uzumaki anhelaba perderse, ¿Siempre había sido tan hermoso? ¿Cómo no notó a tan precioso chico antes? Puede que realmente fuera algo cabeza hueca porque no se percató antes de que el amor de su vida estuvo en múltiples ocasiones a su lado, en la guerra ninja Gaara estuvo ahí y lo protegió.  Los dos se dieron varios besos cortos en la cama y hubo momentos en los que se quedaron contemplando la imagen del otro, la magia de esos momentos juntos se grabaron en sus mentes y no planeaban olvidar aquella noche; los dos con pijamas del rubio se quedaron dormidos dedicándose palabras o miradas cargadas de amor. Finalmente cayeron rendidos al sueño y abrazados durmieron.

Al día siguiente, sin necesidad del despertador, Naruto se levantó, se arregló y yendo a la sala notificó que ese día no asistiría por la mañana a la oficina, pero que después de la hora del almuerzo iría; fue a la casa de Shikamaru y le pidió a Kankuro qué le diese una ropa de Gaara porque él no tendría qué ponerse cuando despertara, el marionetista le dijo que su hermanito debía estar en la estación antes de las once y Naruto prometió recordarle eso.

Se veía más feliz de lo habitual —le comentó Kankuro a su hermana.

Parece que las cosas van bien entre ellos —Temari sintió esa noticia como algo que la animó.

Si van a estar juntos no crees que las distancias sean un problema —preguntó el que tenía pintura morada en la cara.

La solución que le den a ese asunto es algo que deben discutir entre ellos, en esas cosas no podemos inmiscuirnos —aclaró la mujer a su hermano, unas pequeñas ojeras asomaban por sus mejillas. En un puesto con una bolsa en mano se hallaba Naruto hablando con el encargado, estaba explicando lo que deseaba.

¿Estos le parecen bien? —el hombre abrió las cajitas y en cada una había un anillo dorado idéntico al otro.

Son perfectos —los examinó y con una sonrisa sacó la suma correspondiente de dinero de su sapito. En una pequeña bolsa estaban los anillos con sus respectivas cajas.

Gracias por su compra, hokage —dijo el hombre y el chico se despidió. En el reloj de la tienda eran las ocho y con prisa fue directo a la casa, él ya debía haber despertado y podía preocuparse al no verlo ahí; tal como supuso al tocar la puerta fue el pelirrojo quien le abrió.

¿A qué saliste tan temprano? —indagó el kazekage.

Te traje tu ropa —le extendió la bolsa con su ropa, las cajas con los anillos estaban ocultas en su bolsillo.

Gracias, por cierto ya hice el desayuno —informó el de ojos turquesa. Pasaron a la casa y desayunaron, el ex jinchuriki siendo consciente de que ese día volvería a Suna tomó una buena ducha, se puso la ropa que le trajo su novio y ya con las nueve marcando el reloj tenía que ir a la casa de Shikamaru; debía alistar su maleta porque confiaba en que dejarle eso a su hermano mayor no era buena idea.

¿Ya te vas? —cuestionó el Uzumaki.

Lo siento, pero es que debo hacer unas cosas —los dos se encontraban al lado de las escaleras que daban a la puerta principal.

Está bien, pero antes quería darte esto —con temor sacó una de las cajitas y la abrió dejando ver el anillo.

¿Qué significa esto? —un confundido kazekage trataba de entender.

Esto demuestra que somos novios, es el mejor regalo que se me ocurrió —el hokage estaba apenado.

No hacía falta, pero gracias —esa respuesta le devolvió valor al rubio.

¿Me permites ponértelo? —pidió el de ojos celestes. Gaara asintió sonrojado, su mano derecha fue tomada por Naruto quien con delicadeza colocó el anillo en su dedo anular y le entregó la cajita.

Yo también tengo uno —señaló el hijo del cuarto hokage mostrando el anillo en su mano derecha.

Es un regalo muy lindo —el pelirrojo hacía competencia con su cabello porque su rostro estaba en un tono bastante parecido.

Iré a despedirte en la estación —dijo el portador de Kurama. Con un corto beso en los labios Gaara se fue, el gesto tan tierno del rubio le dieron unas inmensas ganas de llorar, ¿Por qué esto se sentía como si fuera la última vez que se verían?

Continuará...

Actualizé dos veces en un mismo día, ando inspirada con este fanfic.

Espero que les agradar el capítulo, si les gustó voten y comenten.

No sé ustedes, pero a mí se me hizo tierno el regalo de Naruto.

Los dos kagesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora