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Cariño,
creo que necesitas
que alguien te enseñe una lección.
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Tres días después de su plática con sus adorados amigos, HoSeok estaba dispuesto a golpear muy fuerte a JungKook. Ay ese niño lo sacaba de sus casillas tan rápido.
Al principio podía soportar las miradas y los cariños excesivos entre los dos. HoSeok siempre supo lo fan que era TaeHyung del contacto físico, mucho mas si era con sus amigos. Pero tal parecía que los límites eran totalmente ignorados por ambos chicos.
Todo empeoraba. Ahora no solo TaeHyung lo ignoraba a casi cualquier hora, sino que ponía a JungKook como excusa para absolutamente todo. HoSeok ya estaba harto de escuchar el nombre de ese mocoso ser pronunciado por SU novio.
Pero cuando JungKook se sentó en el regazo de Tae, Jung pensó que ya había sido suficiente de todo ese maldito teatro. Se levanto de la silla lo mas ruidoso que pudo, a ver si Kim le prestaba un poco de su atención. Y salió de la habitación echando humo y con un portazo que se escuchó hasta Latinoamérica. TaeHyung quería hacerlo enojar, felicitaciones.
Lo había logrado.
Ignoró deliberadamente las llamadas y mensajes de todo ser vivo que lo estuviera buscando. Se había encerrado en su estudio, y si alguien pensaba en ir a buscarlo que ni lo hiciera porque no le iba a abrir. No iba a mover un solo dedo hasta ver mas de veinticinco llamadas perdidas de TaeHyung en su buzón.
Y lleva catorce en una hora.
Pero no. Que se esfuerce en buscarlo porque no le iba a contestar. Y fue ahí cuando se le ocurrió una idea para que el coraje se le bajara y también lo gracioso a Kim. Quien seguía llamando. Por un momento pensó en contestar, pero no.
Que se joda.
Se puso sus audífonos y comenzó a ignorar todo lo que pasaba detrás de él. Mensajes, alguien a la puerta, llamadas, o lo que sea. HoSeok iba a ignorar a todos hasta que se le diera la gana o se cansara. Lo que pasará primero.
No supo cuanto tiempo paso encerrado, pero decidió parar cuando el hambre hizo efecto en él y se dijo a si mismo que dejara de bailar por un momento.
Y mientras decidía lo que pediría de comer, sopeso la idea que le dio NamJoon. Quizá asustar a TaeHyung no era tan mala idea como le pensó en un principio. HoSeok estaba genuinamente enojado con su pareja por todas esas conductas dignas de un niño pequeño y berrinchudo.
TaeHyung tenía que aprender que había consecuencias para todos sus actos. Y HoSeok iba a disfrutar mucho de ellas.
Y le mandó un mensaje.
“Si tanto querías terminar conmigo, solo habría bastado con decirlo"
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