¡Entre lo que quiero y lo que debo!
Ese básicamente, es el resumen de mi vida, lo que realmente quiero ser, contra lo que realmente debo ser. Es como una batalla constante entre la Charlotte que quiere ser normal y la Charlotte que debe complacer a sus padres y al mundo real con sus exigencias. Por lo que si notaran es una batalla que siempre he ido perdiendo. Me encuentro en desventaja, soy solo yo, contra dos y una población muy extensa.
Lo que quiero ser, son tantas cosas, que si las enumero, la lista sería muy larga y extensa. Por lo que es más fácil contar que es lo que debo ser. Así de esa manera se hacen una idea, que realmente lo que quiero es todo lo contrario.
Al ser la única hija hembra de los Bianchessi, soy la siguiente dama de la familia, luego de Brenda. Por lo que desde pequeña, me enseñaron a comportarme como una. El caminar bien, sentarme decente, sonreír como una señorita, no decir malas palabras, ser cordial y de buenos modales. Y una obsesión maniática de mi madre, de vestir siempre acorde y perfecta como una dama. Lo que significa ¡No usar nunca, NUNCA, pantalón! Y un gran énfasis en ―¡NUNCA!― ¡En serio!
Lo único que me deja usar parecido a uno, es de poca tela y se le llama short. Ella dice que siempre debo mostrar las piernas, que son mi mejor atributo, y vaya que tiene razón. Pero me fastidia no poder vestir normal cuando realmente quiero. Es un poco tedioso, para algunos eventos en los que no es necesario vestir tan elegante y aun así debo hacerlo.
Pase la mayor parte de mi niñez intentando portarme de acuerdo a todas sus exigencias. Al final, nunca había compartido lo suficiente fuera de la atmósfera de ellos, como para tener algún motivo de no hacerlo.
Por lo que cuando me dejaron probar el mundo... ¡Malo para ellos, perfecto para mí!
Provoco un choque de mundos. De modo, que se creó un desbalance en mi vida como lo conocía y esa Charlotte, que siempre hacia caso y quería ser el orgullo de sus padres. Solo se destruyó como todo a su paso. Y de apoco me volví una de mis peores versiones, la que los chicos llaman "Diva". Irónicamente, fue esa la que me enseño. A darle un probada al mundo de la manera en que yo lo deseaba.
Al final, ese fue un karma para mis padres y el inicio de mis contantes castigos y frustraciones de vida.
Pero como siempre, traemos el pero a la ecuación. No todo fue bueno, soy muy torpe. Por lo que en el camino lastime a muchas personas, incluyéndome. Algo que les contare, a medida que pase el tiempo. Al final, sigo siendo una chica reservada. Por lo que todo a su debido momento... El tiempo, crea grandes cosas...
Voy para un mes, en este nuevo infierno.
Las cosas con Violet estaban intensas, ella lograba sacarme de todas mis riendas, y eso me gustaba. Al final, ese era mi comportamiento habitual en casa. Por lo que me sentía libre con ella.
Matthew estaba orgulloso de mí. Según porque esperaba que en algún punto, ya hubiera quemado o destruido el hotel. Y sé que suena exagerado, pero no. Tiene toda la razón, pese a mis otras actitudes, era para que ya lo hubiera hecho. Pero, decidí llevar la fiesta en paz y no estropear la poca libertad que tengo, por mi testarudez o locura.
Llego el día de la gala benéfica. Yo me levante muy, muy temprano. Algo que se me estaba haciendo habitual, porque mi cargo de conciencia no me dejaba conciliar el sueño. Me sentía incomoda de no poder contarle a Salomé, todo lo que me pasa con Violet. Además, de que Matthew no ayudaba mucho, amenazándome constantemente, porque el tampoco aguantaba más.
Estaba metida en la bañera, cuando tocan a la puerta, me sorprendió, Samantha no acostumbra a entrar a mi cuarto.
―¿Quién es? ―Nadie me contesta― ¿Samantha?
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El camino hacia la verdad
Teen FictionLa verdad de Charlotte Bianchessi. Iniciaré contando mi historia, con una pequeña pregunta. ¿Alguna vez se han planteado, cómo sería su vida si hubiesen nacido en otra familia? -¿Por qué comienzas con eso?- La respuesta es sencilla. Yo me hago esa p...