Capítulo 19: El regalo de navidad

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¡Llego la navidad!

Nunca, antes he entendió esas palabras.

Navidad, para mi familia como habrán notado es otro acto más de comercio y asociaciones, por lo que básicamente no sé qué es un abrazo familiar, una buena cena, un intercambio de regalos y el esperar una hora específica para abrir otros más. No sé qué es ese espíritu navideño que inunda a muchos hogares y las llenas de alegrías, felicidad y de mucha prosperidad.

La verdad es que ni sabía que hacían realmente en navidad, hasta que conocí a Salomé y me di cuenta que tiene una obsesión compulsiva con esa fecha. Le encanta, la adora, es el mejor mes del año y vaya que se vuelve loca. Pero aunque yo no la entienda, siempre he amado ver esas sonrisa en su rostro cuando llega esta época. Una que a pesar de las circunstancias y de extrañar tanto a su madre, no la borra. Dice que de cierta forma, la sigue honrando.

Por eso entendí que cuando quería irse de viajes lejos, a regalar un poco de felicidad, no era solo por ella, sino para seguir sus sueños y los de su madre. Por lo que agradezco mucho ese loco arrebato de haber hablado demás en mi discurso y haber podido ayudar a realizar su sueño. Pero realmente debo admitir, y aunque me cueste aceptarlo, Violet ayudo en eso, porque si no hubiese sido por la situación, quizás ese impulso no hubiera salido de mí en ese momento. Pero bueno, sea por una o por la otra, aquí estoy... Feliz de poder entender todo lo que ella tanto me ha explicado y de poder por fin compartir un cumpleaños juntas...

¡Que comience la navidad!

—Tienes razón... ¡Que comience la navidad!

No creí, nunca decir esas palabras, pero creo que estoy muy feliz, como para pensar.

Después de muchas hora de vuelo, un par de película, música, chocolates y algo de comida. Estaba por fin camino a ver Salomé. Matthew me contó lo histérica que se puso Brenda, cuando me comenzó a buscar y nadie me encontró. Matthew había sido listo, y antes de todo eso, se sentó hablar con mi padre explicándole donde yo estaba, claro está, no dijo que estaba con Salomé, ni en el otro lado del mundo, solo que me había ido unos días a la playa para despejarme de todo, que realmente lo tenía merecido, después de todo lo que había pasado, se le metió por debajo y de esa manera el acepto y entendió. Por lo que él tuvo que hacerse cargo de minimizar la ira de Brenda. Mientras que Emma solo se dedicó a ser ella, y crear alboroto metiéndose con todas las asistentes y quien se le atravesara en el camino, así yo dejaba de estar en boca de los demás, para que lo estuviera ella.

Cuando por fin llegue, me baje del carro y fui en búsqueda de Salomé. Había llegado a un pueblo, donde sería el centro de toda la actividad que ella tenía planeado. Ella se quedaba en una posada, al preguntar por ella, me llevaron hasta un pequeño restaurante que había en el lugar, donde ella estaba reunida con un par de personas. Al verme entrar, su expresión fue de sorpresa y alegría, rápidamente salio corriendo y se lanzo en mis brazos para darme un fuerte abrazo. 

―¿Qué haces aquí? ―Pregunto muy eufórica.

―Buscando a mi mejor amiga ¿La has visto? ―Haciéndome la distraída.

―¡Eres una tonta! ―Dándome un golpe y volviendo abrazarme― ¿Cómo no me dijiste que venias?

―Diría que era una sorpresa, pero la verdad es que ni yo sabía. Me entere ayer de último momento ―Comente riéndome.

―¿Cómo fue? No entiendo ¿Cómo te dejaron venir? ―Hizo esas preguntas con euforia hasta que se calmó un poco― Espera no, me cuentas todo después, estamos organizando los listados finales y en serio necesito salir de eso.

―Tranquila ve, yo iré a registrarme ―Comente con una sonrisa.

―No, como se te ocurre, obviamente te quedaras en mi habitación, luego hablo con los dueños, ven para presentarte.

El camino hacia la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora