Capítulo 15: ¿Cómo ganarse un enemigo?

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¿Cómo ganarse un enemigo?

¡Ay esa pregunta me encanta! ¡Es perfecta, en serio!

—Me lo imagine—

Primero que nada, ¿Adivinaron quien ocupaba el puesto número dos?

—¡No!—

—¿No? ¿En serio?

Bueno, se los contare, pero debo advertir que esta es una historia de amor y odio... Mas odio, que amor, pero bueno, ustedes me entienden...

Desde pequeña, siempre refleje actitudes distintas al resto de mi familia, por lo que básicamente, lleve muchos regaños y golpes para enderezarme. Y como ya les he dicho, eso es una de las tantas cosas, que hace que mi camino hacia verdad, se vea un poco difícil y tedioso. Pero en fin... A lo que vine a contarles. Mi relación con mis padres es una cosa, pero lo que fue mi relación con mis hermanos, fue otra muy distinta.

Yo intente mucho, mucho, cuando digo mucho, es —¡MUCHO!— Intentar encajar en el mundo de ellos, poder compartir un rato y disfrutar de sus compañías. Con Austin las cosas fueron un poco más llevaderas en su momento y supimos aprovechar nuestros tiempos juntos, pero eso, será otra historia. Esta, es relacionada con Maximilian, con él, nunca, nunca, pude encajar. No fue ese típico hermano mayor sobreprotector, ni mucho menos el fastidioso. Básicamente, yo no era nada para él, me corrijo... ¡Soy nada para él!... Por ende siempre buscaba la manera de llamar su atención, al principio con tonterías de niños, pero no lo logre.

No hasta que realmente comencé, a ser mi mejor versión de diva. Por lo que no solo llame su atención, sino que me encargue de que nunca se olvidara de mí. Cabe destacar mi cumpleaños y otras tonterías que le hice mucho antes de eso. Pero, desde ese día marque un punto de diferencia, por lo que realmente no solo obtuve su odio, sino el de su amada. Así que señores, el postulante al puesto número dos, es ―¡Roxana!―.

—¿Por qué ella y no Maximilian?—

—Fácil, déjenme darles un breve resumen de mis maldades para ambos, y sobre todo hacia ella. De esa manera entenderán porque es ella y no él quien me odia tanto.

Desde ya me disculpo, realmente ella no tuvo la culpa de llegar en mi pleno descubrimiento de como mi mundo y mi alrededor eran un espejismo. Pero después, cuando conocí a realidad, solo agradecí que fuera víctima de todo.

A lo largo de los inicios de su relación, yo fui la causante de muchos problemas. Que incluían, invadir su cuarto y dejarles tierra en la cama, con notas de odio. Arruinarles sus prendas de vestir. Desaparecer algunos objetos preciados. Lanzar sus maletas un par de veces por el balcón. Manchar "accidentalmente" con alguna bebida su ropa. Su teléfono, no recuerdo si fueron 3 o 4 veces, termino en la piscina. Deje la boquilla de aire de los neumáticos abierta un par de veces, haciendo que se quedaran accidentados, otras tantas. Hackear sus redes sociales y publicar fotos indebidas. De esa última realmente nunca me culparon. Porque no saben de mis pequeñas habilidades y realmente prefiero que esa parte siga siendo uno de mis secretos mejores guardados.

Esos fueron pequeñeces, absurdas que le hice antes de mis 14. Y debo admitir, que ama mucho a Maximilian o tiene un buen trasfondo, porque realmente admiro su manera de haberse querido casar, teniendo que soportarme a mí, en algunas temporadas. Aunque también entiendo porque salió huyendo de la casa, apenas se casó.

Luego de mi fiesta, mi rabia, mi ira y mi odio hacia ambos creció mucho más. Y debía vengarme de la humillación que recibí por la culpa de su matrimonio. Ellos, duraron prácticamente casi la mitad del año, en luna de miel, viajaban entre países y lugares, pero en intermedios asistían algunas cosas de trabajo, por eso duraron tanto celebrándola. Pero yo no deje de hacerles la vida imposible, me dedique a sabotear, cada una de sus reservaciones, todas las estropee y evidentemente les amargue el viaje muchas veces, lo cual genero mucha polémica. Ambos se dedicaron a quejarse públicamente de esos lugares y crearon un escándalo tan grande, que hasta yo fui parte de una entrevista, en la cual no perdí la oportunidad para decir que eran unos "niños malcriados y me alegraba que los lugares se reservaran el derecho de admisión".

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