Capítulo 02: Vaivén de espadas.

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 Zaraki Kenpachi estuvo a punto de irse solo, olvidando a su escuadrón, sin embargo, Madarame Ikkaku quien lo esperaba fuera de la reunión, se llevo el aviso de que irían al Rukongai, que preparase a todos los posibles y se vieran en el camino

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 Zaraki Kenpachi estuvo a punto de irse solo, olvidando a su escuadrón, sin embargo, Madarame Ikkaku quien lo esperaba fuera de la reunión, se llevo el aviso de que irían al Rukongai, que preparase a todos los posibles y se vieran en el camino.

Rukia, se mantuvo al margen, entre expectante y ansiosa, Zaraki no parecía el tipo que no detecta los reiatsu circundantes a menos que sean explotados en lucha, pero los bajos, o controlados no. Sin embargo Madarame Ikkaku si le dirigió una mirada antes de irse, el vice capitán si tenia destreza detectando reiatsu.

Se tardaron más de lo debido pues, Zaraki no sabía dirigirse muy bien, por tanto Madarame Ikkaku y Ayasegawa Yumichika, debían de hacerle entrar en razón a veces a gritos. Rukia se sentía como viendo una de esas comedias que llego a ver en casa de Ichigo, que recuerdos.

En casi el mismo lugar donde Sui feng los encontró, estaban Moro y el otro sujeto, ambos de pie, esperando.

—Era evidente que volverían... creí que vendrían más— bufa Moro, arrugando la nariz y escupiendo a un lado.

Zaraki se adelanta y pregunta quien es el más fuerte, que se dejen de charlas inútiles y peleen de una vez. Moro entre risas dice que le hará ver como una niñita y que su aspecto no le intimida. Ante esas palabras, Kenpachi sonríe y le dice que demuestre si sus acciones son capaces de hacer lo que sus palabras dicen.

Moro se prepara en una posición muy similar a la inculcada en la academia, Madarame Ikkaku se lo hace notar a Yumichika pues varios de sus colegas de otras divisiones las hacen, ya que en la 11va división básicamente pocos habían ido a la academia... la mayoría ni tenía porqué asistir, eran seleccionados al pasar la prueba inicial si ya querían formar parte de ella, luego entre varios le hacían pruebas de combate, si las pasa, lo dejan, si no, se volvía carne muerta.

—Me extraña que solo dos granujas, derrotaran a la capitana Sui feng, es una sorpresa, así que espero que sean fuertes oponentes— concluye Zaraki Kenpachi y arremete contra Moro, que intercepta el ataque con su zanpaku-tô.

—Mi nombre es Hisan...— dice el otro, mientras Madarame Ikkaku y Ayasegawa Yumichika le observan, y el resto del escuadrón que pudo asistir.

Zaraki y Moro intercambiaban choques, muy similares, no parecía haber un dominante, sin embargo, era evidente que el enemigo, tenía más un estilo marcado, y le propiciaba algunos cortes leves, cada de ves en cuando.

Aprovechando, Ikkaku le interroga a Hisan el porqué de su presencia, y si podrían revelar de dónde aprendieron esas artes Shinigami. Hisan simplemente se ríe de forma rara, y usa shunpo acelerado para estar entre ambos tenientes. Yumichika apenas reacciona e Ikkaku se da cuenta de que el nivel de ese sujeto no se compara a uno común, por lo que manda a alejarse a los demás, que permitan que Yumichika y él se encarguen.

Hisan al ver esto, dice que será inútil, aunque de todas formas, morirán todos y con dos espadas que saca de sus harapos, empieza a atacar a ambos con suma velocidad, movilidad y destreza. Parecía un contorsionista en pleno acto de circo.

BLEACH The Souls Never Forget IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora