Han pasado 15 años desde la derrota de yhwach, desde que todo se calmo, 5 años desde que Kuchiki Rukia se volvió capitana del 13vo escuadrón del Gotei 13. Y en los cuales ha estado ejerciendo un excelente trabajo. Pero un día, se rompió la calma, la...
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Starrk observa el entorno con pereza y se rasca la nuca. –Que osa molestar mi tranquilidad-
-Años que no mato a un Hollow- sonríe la mujer, de manera perversa.
-Eh? Disculpe, soy un arrancar- le corrige Starrk.
-Es hora de que te diga que ocurre- interrumpe Kôryusuto. Mi Kurushinda Jinsei, selecciona un avatar permisible entre ambos, los cuales lucharan por nosotros en esta arena. Cada herida, se nos será transmitida a nuestros cuerpos- se señala a sí mismo para hacer énfasis. –Evidentemente como debes haber notado, no podemos intervenir directamente en la lucha, ni saltar dentro de la arena- hace el intento de extender su mano hacia fuera del rango de donde está, y una barrera roja le impide el paso; cuando aleja la mano la barrera desaparece nuevamente.
-Oh, lo comprendo- dice Kyoraku relajado y guardando sus Zanpaku-tô, al tiempo que descansa sus brazos en los mangos. –Se asemeja a una especie de juego, interesante, ¡Animo Coyote Starrk!- le grita con una palma al lado de su boca. "No puedo influenciar directamente... indirectamente supongo que si..." eso lo dejo pensativo.
Starrk en su lugar le mira desganado, aun sobándose la nuca, con mucha pereza.
-Espabila engendro- bufa la mujer, que embate, esgrimiendo su Zanpaku-tô con mucha agilidad; a pesar de lo grande que es.
Starrk evade de inmediato. –Cero- dispara, pero la mujer lo bloquea como si nada con su hoja. –Que problemático, la vida de ese viejo, depende de mí, que ironía-
-¿¡Viejo!?- Kyoraku se señala, casi llorando. –Pero si estoy en la juventud- chilla.
-Tsk... si fuese vengativo podría dejarme morir, pero el viejo cumplió con su palabra, y dejarse matar es absurdo- continua Starrk ignorando la indignación de Kyoraku, que se enseria al escuchar las últimas palabras, ambos se miran un instante. –Así que te devolveré el favor, Los Lobos- de inmediato, Starrk entra en resurrección, y aparecen sus pistolas.
-AAARHG- la mujer chilla con euforia, y comienza a lanzar espadazos con mucha ira, y más de una vez logra darle al arrancar, hiriéndolo levemente, mientras, intenta con sonido apartarse y poderle lanzar tiros certeros.
El capitán comandante recibe los mismos daños.
-¡Starrk espabila, como puede una mujer psicópata estarte hiriendo en este estado!- le chilla Lilynette desde las pistolas.
-No me grites, hago lo que puedo- responde este frustrado.
-No, sabes muy bien que no lo haces- le reclama la voz.
Mientras tanto.
-¿Quién es esa mujer?- interroga Kyoraku, viendo hacia su enemigo principal.
-Mi esposa- responde sin dejar de verla, por lo que el capitán comandante se sorprende.
-No logro identificar de que escuadrón fue... aunque me hago la idea- reconoce Kyoraku Shunsui.
