Capítulo 26: Sangre y más sangre.

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Del almacén de cuerpos, emerge Hisan con expresión de pocos amigos

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Del almacén de cuerpos, emerge Hisan con expresión de pocos amigos.

-¡Matsumoto!- vuelve a gritar Hitsugaya, puesto que la hoja de Hisan va de camino a decapitarla, un silbido resuena por el aire y el brazo de Hisan cae; cortado por la mitad.

-que mierda...- Hisan voltea a ver hacia la mitad de Katakyo que quedaba.

-Hiryū no ame- el capitán Hitsugaya lanza de un movimiento, muchos dragones delgados de cabeza pequeña, obviamente de hielo, son más de diez. Todos van directo hacia Hisan y en el camino evaden a Rangiku.

Matsumoto trastabilla pero logra alejarse con Shunpo hasta la mitad tirada de Katakyo, y toma la Zanpaku-tô. –gracias...- susurra, a pesar de saber que no era él, ni tenía que ver con él. Pero por algún motivo, la había salvado.

-no importa si me falta un brazo o los dos, porque Contra Bankai! Lacera, Gaichû Gyôsha- las cuatro espadas, con sus cuatro brazos; restaurado el cortado. Bloquean los dragones con un giro de ballet muy rápido, destrozando cada dragón al impactar.

-serás un oponente fastidioso, debo acabar rápido- masculla Hitsugaya.

-estoy de acuerdo- reconoce Hisan, deteniendo su ataque, al terminarse los dragones de hielo. De inmediato, se impulsa con velocidad hacia el capitán para decapitarlo. Sin embargo, un incremento repentino de Reiatsu lo detiene a mitad de camino, sus pies y piernas se congelan en el acto.

Lo último del pétalo había caído, la forma final del Bankai de Daiguren Hyōrinmaru estaba lista.

-odio a los usuarios de hielo...- bufa Hisan.

-debiste seguir durmiendo- recita Hitsugaya, extendiendo la mano hacia él, y todo el cuerpo de Hisan es congelado por completo. Acto seguido, el capitán de la 10ma división, aparece en un pestañeo a espaldas del líder 11vo, y la escultura de hielo se rompe en pedazos.

-------Hiogenkai, cerca de la puerta.

El capitán Zaraki y La líder Reishika impactaban hoja con hoja, entre estocadas y desvíos. El usaba una sola mano, ella también.

-eres ruda- dice Kenpachi disfrutando el choque.

-no tengo tanto temple como tú, me agotare más rápido- expresa ella con total seriedad. - Sacrifica, Unohana-

Isane siente el cambio en el ambiente, debido al Reiatsu amenazador que emana de la Zanpaku-tô al ser liberada. Sorprendida de igual forma por oír aquel nombre ser pronunciado por alguien más.

-todo lo que este a cuatro metros o menos de mí, se convierte en blanco de mis ataques- advierte Reishika, sin cambiar su expresión.

Kenpachi entra sin más al rango de la habilidad, cubriendo sus partes vitales con la Zanpaku-tô. Los cortes que le propinaba la sangre, impactan con agresividad, cortando parte de su cuerpo, hiriéndolo. Debido a su resistencia, aguanta y sigue caminando hacia ella, aunque la intensidad de los cortes de sangre era algo fastidiosa, y repelerla era casi difícil.

Una de estas le quita el parche.

-Así que te restringías- dice Reishika, dando unos pasos hacia atrás. Aunque el capitán quisiera, igual ella podía mantener cierta distancia para asegurar su victoria, su Unohana seguiría lanzando cortes de sangre.

Kenpachi de todas formas, con el Reiatsu liberado, reduce el daño debido a la fuerza que ejerce su Reiatsu y los bloqueos que hace con la hoja de su Zanpaku-tô. Principalmente para cubrirse el cuello.

-Supongo que no es divertido quedarse recibiendo ataques como una piedra- dice Zaraki. –bebe, Nozarashi- la gran hoja cubre muchos impactos.

"Si prolonga esto, será peor para mí, alguien promedio ya estaría muerto con una docena de mis ataques" analizaba Reishika.

- Contra Bankai! Chimei-tekina hon'nō Unoha- la pantalla negra aparece, deteniendo los ataques, al tiempo que ella misma se funde con la pantalla tras ella.

El capitán de la 11va división está esperando a ver que sucedía, y de pronto, es arrollado por miles de cuchillas de sangre, cada vez venían con más prisa e impacto. La primera horda la destroza con un movimiento de Nozarashi. De la segunda horda, logran pasar varias por el tiempo del movimiento de retorno de la Zanpaku-tô, haciendo que partes de su cuerpo se corten con fuerza y sangre salga disparada de las heridas.

-¡Lucha de frente!- exclama, y lanza una onda de su hoja imbuida con Reiatsu, que destroza muchas hordas pero de una amplitud leve, el resto sigue pasando hacia él, cortándole; notando que no serviría para nada mantener cierta distancia, se abalanza con todo y corta la pantalla negra por la mitad, aguantando las múltiples heridas que eso provoco en su cuerpo.

No sucedió nada, el acto en sí, no deshizo la pantalla negra, y lo que era peor había tenido que hincar la rodilla por las heridas.

-¡Kenpachi!- Isane casi siente impulso por saltar a ayudarle, sin embargo, un aumento en el Reiatsu de este le hace recordar la advertencia de no meterse.

Zaraki se levanta, y apoya la Zanpaku-tô en el suelo. – ¡Deja de esconderte!- le grita a la pantalla negra que parecía estar uniéndose de nuevo.

-¡Jajajaja!- se burla Reishika. –Si te consideras alguien fuerte, deberías ser capaz de ganarme y hasta encontrarme de esta forma, la pequeña princesa de hielo casi me derrota, ¿Acaso tu eres más débil?- la voz se podía apreciar como en un profundo hueco.

Kenpachi ruge ante la nueva descarga de disparos que parecían metralletas, cortando en horizontal, diagonal, en cruz... su cuerpo desangraba y casi perdía el brazo que tenía suelto. El problema es que aquel ataque le va con todo el poder ofensivo de golpe, y no tenía tiempo de asimilarlo y si duraba un poco más iba a morir siendo superado por Kuchiki Rukia. Ya después vería si podría pelear contra ella para corroborar las palabras de aquella mujer.

Por ahora debía vivir... -BANKAI!- exclama, la onda retiene momentáneamente los ataques, pero luego, vuelven a retomar su curso hacia él con tal velocidad, sin embargo, se lanza a lo kamikaze hacia la pantalla, cubriendo su rostro con el brazo suelto y el de la espada hacia atrás, entra en la pantalla, sumergiéndose dentro. Seguro ni estando consciente de ello, se le habría ocurrido entrar, algo que en ese estado no dudo ni dos segundos.

Isane no podía creer lo que estaba observando, al tiempo los ataques de sangre, cesan. "¿Qué estará ocurriendo?" duda esta, cuando la pantalla se contrae y luego se disipa. Zaraki Kenpachi cae en un charco de sangre, sin algunos dedos y un brazo torcido. La capitana de la 4ta división usa Shunpo para llegar a su lado, de inmediato comienza a aplicar Kido médico. Observando el cuerpo destrozado en partes de Reishika que caía a una distancia aproximada de ellos, desmembrada, sin sangre.

Isane prefiere no ver más el cuerpo enemigo, le daba escalofríos. Por otro lado, el capitán de la 11va división necesitaría mucha atención. En una distancia media de ambos cuerpos, están las dos Zanpaku-tô enterradas formando una equis, en su forma sellada. Y así recordó a su difunta capitana, la cual había muerto a manos del mismo hombre que estaba curando. 

BLEACH The Souls Never Forget IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora