Capítulo 46 - Lo prometí

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NARRA ARI

Me dirijo con decisión hacia Nix, y me conecto con Helena para canalizar la energía. Veo como todos me miran incrédulos. Drogo y Peter me ven con lágrimas en los ojos y corren a abrazarme.

_¿Estás viva? _dice Drogo.

_Si, y tranquilo, no eras tú. Ahora debo acabar con esa maldita zorra, así que déjenme paso...

Yo llego allí, y todos me miran sorprendidos. Les hago un gesto para que se aparten y lo hacen. Yo la verdad es que no sé muy bien qué hacer, pero me dejo llevar. Con lo que me ha dado Ifa, mi poder fluirá solo al parecer.

_Nix... Ahora enfréntate a un rival fuerte, deja de esconderte tras simples victorias exentas de valor...

_¿Y tú eres una rival para mí? ¿Una ninfa?

_No soy sólo eso... Vamos, demuestra tu poder... ¿O acaso tienes miedo? _le digo con una sonrisa ladina.

He de decir que se me ha pegado mucho estos gestos de Drogo. De pronto Eneas y Alba desaparecen de allí, imagino que los habrá llamado Helena, voy a canalizar mucho poder, y sabe que no podría resistirlo.

_Faltaría más, mocosa insolente...

Nix invoca su poder, y hace que el cielo se oscurezca, se llena de nubes oscuras y una energía crece a su alrededor. Bajo mi orden, Ares y Diana hacen una barrera a nuestro alrededor para que nadie salga herido. Yo hago lo mismo, y me concentro en mi poder, que es mucho mayor que el de antes, y me conecto con la fuente de nuestra esencia gracias a mis hijos. Al estar los tres, me permiten coger muchas más energía sin dañarlos.

Ella se concentra y me lanza un ataque de la más profunda oscuridad, respondiendo yo con uno totalmente brillante. Ambas estamos enfrentadas, y es una lucha de fuerza. Su energía oscura contra la luz que sale de mi. Ella está poniendo todo su empeño y yo hago lo mismo, robando un pico se energía para poder ganarle. Estoy casi a punto, y en ese entonces Diana se une a mi y lanza también su poder de luz. Ambas somos muy fuertes.

_Os ayudaré _dice Ares.

Ares empieza a absorber energía, pero es demasiada para él. Ares nos mira y desaparece de allí, apareciendo Helena. Chico listo... Helena se une a nosotras con su poder de luz, y ahora si, las 3 juntas somos más fuerte que ella y le lanzamos un poderoso ataque que hace que caiga al suelo casi sin energía. Yo me acerco a ella y creo un puñal de hielo para atravesarle el corazón.

_Según tengo entendido, sólo un dios puede matar a otro... Estás en su día de suerte...

Cuando voy a levantar el puñal, siento como alguien me coge el brazo.

_Por favor... No lo haga... Mándala con mi hermano, pero no la mate, después de todo, es mi madre...

_Está bien, tranquilo...

Yo llamo a mis hijos y a Ares para que aparezcan, nos damos las manos y juntos hacemos aparecer los elementos, y mandamos a Nix a su nuevo y eterno hogar. Tras eso, prácticamente caemos al suelo, pero miramos a nuestro alrededor y lo que vemos nos encoge el corazón... No puede ser... Han muerto tantos...

Helena se levanta y va junto a Dante, y se pone a llorar desesperadamente. Muchos lobos están caídos, y sus mates lloran desesperados.

_Mi amor, ¿puedes hacer algo?

_Por ti haría lo que fuera leoncita. Has sido muy valiente. Pero, ¿también con los que estaban en vuestra contra?

_¿Qué opináis al respecto? _dice Diana mirando hacia nosotros.

_Creo que se merecen una segunda oportunidad _dice Alba.

_Estoy de acuerdo _digo yo.

_Está bien, pero me temo que no funcionará con los vampiros... Ellos ya estaban muertos de hace mucho... Sólo con los originales.

_Bien, nosotros nos encargaremos de los heridos _digo mirando al resto y nos ponemos manos a la obra.

NARRA HELENA

Yo estoy abrazada a Dante llorando por él, yo lo amo con toda mi alma, lo daría todo por él.

_Mamá _me llama Diana.

_Dime cariño _digo llorando.

_Ven, él puede ayudarlo.

Yo me levanto reticente a alejarme de él y me abrazo a Diana. Me resulta extraño verla tan tranquila, pero confío en ella. Tánatos pone sus manos sobre Dante, y sale una especie de humo estaño de ellas que entra en el cuerpo de Dante. Yo estoy muy intranquila, hasta que veo que se separa. Yo lo miro con angustia.

_¿Y bien? _digo con el corazón encogido.

_Ya está, sólo tiene que despertar.

Yo me lanzó hacia él intentando despertarlo, y lo beso por todas partes.

_Dante... Mi amor, por favor... Despierta...

_Helena...

_Mi vida...

Yo me abrazo a él con fuerza mientras lloro desesperadamente, pero ahora dejando salir toda la tensión y de alegría.

_Gracias, muchísimas gracias... _digo mirando a Tánatos.

_No hay de que, le hice una promesa a mi leoncita, y no podía defraudarla.

Diana lo besa mientras lo abraza, y escucho como le da las gracias.

_Bien... Tengo mucho trabajo, aunque siento decirte que con los vampiros no puedo hacer gran cosa...

_Gracias de todas formas, no sabes como te lo agradecemos, y yo especialmente, si no fuera por ti, no podría ver a mis preciosas mujeres y a mi diablillo otra vez _dice Dante.

Ellos se alejan y empiezan a revivirp a todos. Es cierto que Diana me comentó de ese poder de Tánatos, pero no había caído en ello. Lucifer aparece allí.

_Hijo... No sabías las ganas que tenía de bajar... Pero no podía hacerlo...

_Papá, me alegro de verte.

_Ahora vamos, tenemos que ayudar a Tánatos y al resto.

Nosotros nos ponemos a curar a todos y revivirlos. Por desgracia, Boris al igual que otros vampiros no podrán hacerlo ya que son convertidos.

Entre los colmillos de los Bartholy VII: En el corazón de las tinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora