Capítulo 48 - Cena con Alba

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NARRA ALBA

Estamos preparando todo para la cena. Vendrán los alphas y mi familia. Quiero que todo sea especial, así sobre la mesa un poco más bajo que el techo, dejo flotando una fina capa de nieve y le da un toque muy hermoso a la sala. Espero que a papá le guste la idea de ser abuelo... La verdad es que no se tomó muy bien que Adam me marcara...

_Mi preciosa Luna, ¿estás nerviosa?

Adam me abraza desde atrás y me habla muy suave al oído mientras acaricia suavemente mi vientre.

_Pues un poco si, pero estoy muy feliz.

_¿Te digo una cosa?

_¿El qué, mi amor?

_Sé lo que va a ser... Y si va a ser niña o niño... _digo sonriendo.

_¿En serio?

Adam tiene una gran sonrisa de felicidad. Yo asiento sonriente y me giro para besarlo.

_Si, lo vi anoche, pero esta mañana te fuiste temprano y no pudimos hablar.

_¿Y bien? _Me dice espectante.

_¿Qué quieres que sea?

_Feliz...

_Te amo, mi alpha.

_Te amo, mi Luna.

Nos abrazamos y nos damos besos llenos de amor. Tengo al mejor hombre del mundo... Yo me acerco a su oído y le digo que será nuestro bebito. El me coge en brazos y me llena la cara de besos.

Ya es por la noche, y los invitados comienzan a llegar. Mi familia también va llegando y los voy abrazando. Mi hermana y mi madre ya lo saben, aunque no han dicho nada.

_Mi pequeña princesa... _dice Drogo abrazándome. _Dime, ¿el chucho te trata bien? Puedo darle una paliza si no...

_Tranquilo papá, sabes que me ama muchísimo y que jamás me haría daño. Somos almas destinadas.

_Más le vale y lo convierto en un saco de pulgas inservible...

_Te quiero papá, pero yo también puedo darle una paliza, así que tranquilo.

Él se ríe abiertamente, y pone su mano en mi cabeza mientras me dice "esa es mi chica". Porque aunque sea de carácter tranquilo, soy su hija, y me enseño a defenderme desde que podía caminar, tanto él como mamá.

_Hola cariño, ¿como estás?

_Un poco cansada mamá.

_Es normal, recuerdo los míos y los de tu hermana y Sarah. Edward en la próxima Luna llena te anclará al lago que tienes aquí cerca.

_Bueno, creo que ya estamos todos, así que tomemos asiento _dice Adam.

Nosotros tomamos asiento, y empezamos a comer y a hablar. Cuando ya llevamos tiempo, y antes del postre, Adam se pone de pie.

_Hola a todos. Quería daros las gracias por estar aquí, ya que tenemos mucho que celebrar. Hemos salidos vencedores de un gran conflicto, y las manadas siguen más unidas que nunca. Pero no os he llamado para eso. Quiero deciros, que mi preciosa Luna, está esperando a mi primogénito, un pequeño alpha con habilidades especiales. ¡Un brindis por la luna y por nuestro futuro hijo!

Todos brindan felices y nos dan la enhorabuena. Mi familia se acerca para abrazarme, y veo que mi padre está serio.

_¿Qué ocurre papá?

_¿En serio Alba?

_Si... _digo tragándome la voz.

_Eres mala... Me vas a hacer cuidar de una bolita peluda que morderá mis calcetines...

Yo lo miro sorprendida, pensaba que estaba enfadado. Él me abraza y me da un beso en la frente.

_Me alegro cariño, es una de las cosas más hermosas de la vida. Y lo voy a querer igual aunque sea una bola de pulgas....

_¡Papá! _digo molesta.

_No presiones... Demasiado que no le he pateado las bolas al chucho...

_Te quiero tal y como eres... _le digo en un abrazo.

_No le hagas caso a este gruñón _dice Sebastian.

_Ya, a ver quien es el gruñón cuando Nicolae deje embarazada a tu niñita.

_Son mates, eso pasará... _dice Sebastian un poco molesto.

_Vamos... no es para tanto... _dice Eneas.

Tras terminar la cena, y que todos se fueran, me quedo a solas con Adam. Él me coge en brazos y me lleva a la habitación donde está la cama cubierta de pétalos blancos.

_¿Cuando has hecho esto?

_Mi amor... no subestimes el poder de un alpha... Y menos si es para darle lo mejor a su Luna. No sabes la de tiempo que he deseado que llegara este momento. Te quiero tanto... con toda mi alma. Te juro que daría mi vida por tí y por nuestro pequeño lobito.

_Lo sé mi amor, eres muy noble, incluso lo harías por cualquier lobo, fuera de la manada o no.

_El honor es algo que debe poseer un hombre. He vivido muchísimo tiempo con Erik, y he aprendido mucho de él, tanto bueno como malo, y quiero evitar cometer sus mismos errores.

_Tú eres único y especial, mi lobito hermoso.

_Aún no me puedo creer que alguien como tú esté conmigo, no merezco tanta suerte.

_No digas tonterías... La que tiene suerte soy yo. No todas las ninfas tienen la suerte de tener un alma gemela, que además, la ha esperado en celibato 18 años... Eso es muy de alagar.

_Por eso me voy a cobrar con intereses todo ese tiempo que te estuve esperando...

Él empieza a dar besos por mi cuello, y llega a donde tengo la marca y la besa y pasa su lengua, haciendo que me extasie. Yo hago lo mismo y paso la lengua por mi marca, y él gime de placer. Sentimos muy fuerte la conexión.

_Alba, me gustaría que se llamase Daniel, como mi padre _me dice con la mirada perdida en el recuerdo.

_Pues Daniel se llamará...

_Te amo...

_Y yo a ti más, mi lobito...

Nos fundimos entre besos, y Adam me hace suya con cuidado y pasión a la vez, como si fuera de cristal, pasando su mano repetidamente por mi vientre que aún no está abultado. Una vez acabamos, se tumba en mi lado con su cabeza en mi vientre y dado besos.

_Puedo sentirlo, ¿sabes? Los lobos pueden sentir a sus cachorros aunque apenas estén desarrollados... _me dice entre besos.

_Pues yo puedo saber qué siente, y te puedo decir que te quiere, como yo.



Quise dedicarle un capítulo a Alba y Adam, que hacen una pareja muy hermosa. Creo que sólo quedarán dos capítulos, no los he escrito aún, pero si quieren que se resuelva algo, o que pase algo en concreto este es el momento antes de llegar al final. ¡Gracias por leer, por los votos y por los comentarios!

Entre los colmillos de los Bartholy VII: En el corazón de las tinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora