Capítulo 51 - Mefisto

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Me despierto y sin abrir los ojos aún, noto a Dante a mi lado delante de mi, y a Azazel detrás mía. La fiesta de anoche estuvo muy bien, y así mis hijos podrán decidir mejor que empresa quieren escoger. Aunque lo mejor fue el fin de fiestas.... Pasé la noche con mis dos hombres en la habitación de placer, y al parecer nos dormimos aquí. Abro los ojos y me veo a Dante descansando, y sin poder evitarlo, acarició su mejilla y beso su pecho.

_Buenos días diablilla, ¿te has recuperado?

_Buenos días mi amor, la verdad es que si... Y no sé si me quedé del todo satisfecha... _le digo con una sonrisa malvada.

_Eres una chica mala... _dice y tras eso besa mis labios.

_Sólo contigo....

El se pone de lado, coge una de mis piernas y la pasa por encima de su cadera mientras seguimos tumbados de lado. Puedo sentir como su virilidad está por la labor de complacerme.

_En ese caso... Tendré que castigarte...

Él besa mis labios, mientras que su mano está detrás de mi rodilla y va subiendo por mi muslo hasta llegar a mis glúteos. Una vez allí, me acerca a él con firmeza y entra dentro de mi ahogando el gemido con sus labios. El empieza a moverse y yo a jadear, y de pronto siento unas manos desde atrás que agarran mis pechos y unos labios que besan mi espalda, Azazel.

_Buenos... Días... Azazel... _digo entre gemidos.

_Mas que buenos, mi reina...

Él se me acerca pegándose a mi, y se intruduce en mi. Yo gimo de placer, al tener a uno de ellos en cada lado de mi cuerpo, sintiendo sus torsos pegados a mi...

NARRA DIANA

Han pasado ya varias semanas desde la fiesta, y he estado viendo a Mefistófeles. Al principio la conversación no era muy fluida, porque evidentemente no me fiaba de él.

_¿Te apetece una partida de ajedrez? _Me pregunta él.

_Claro.

Es un método que utilizamos para hablar tranquilamente, y la verdad es que funciona muy bien. No sentimos la incomodidad de hablar todo el tiempo frente a frente, y no se crean esos silencios incómodos.

_¿Qué tal está tu madre?

_Bien.

_Me alegro. ¿Blancas o negras?

_Blancas. ¿Qué tal tu viaje?

_Pues la verdad es que muy bien, tengo un negocio entre manos.

_¿Legal o ilegal?_él se ríe.

_¿Acaso importa?

_Depende de la imagen que quieras dar. Por cierto, acabas de perder tu caballo con esa jugada.

_La verdad es que juegas my bien.

_Lo sé, mi abuelo Nicolae es aficionado al ajedrez, y jugamos desde que era pequeña.

_Eres la única a la que no he conseguido vencer aún.

_Lo mismo digo, Mefisto.

Insistió que lo llamara así, ya que es una abreviatura, y no quería que nuestros encuentros fueran tan formales.

_Es difícil ganar si tu oponente lee la mente.

_No te quejes, no soy una tramposa, además, no quiero saber que pasa por tu mente.

_Jajajaja, ¿sabes? Me recuerdas mucho a mi.

Yo levanto lentamente mi mirada y la poso en él con las cejas levantadas.

_No te lo tomes a mal, me refiero en aspectos positivos.

_Es evidente que me parezco a mi madre y a mi padre en la personalidad, por suerte.

_Si, he de decir que eres directa e hiriente como tú madre, y se te ve con determinación. Pero esa parte lógica y fría, tu parte calculadora, ¿a quien crees que has salido?

_Cada uno tiene sus propios rasgos de personalidad inherentes desde que nace. Es cierto que el entorno influye, pero es algo que me caracteriza de siempre. Aunque Nicole también es un poco así.

_Te quedaste sin la torre por cierto _dice retirándola del tablero. _Me parece muy bien que pienses eso, pero esos rasgos de tu personalidad, he de decirte que lo has sacado a mi.

Yo sin querer pongo cara de disgusto, lo cual hace que se ría.

_Vamos... No es tan malo, al menos no has sacado mi parte sádica, podría ser peor.

_Que consuelo... _digo con ironía.

_Aunque si me lo permites, me gustaría enseñarte todo lo que sé. Tengo milenios de vida, eones, de hecho, al igual que Lucifer, o casi.

_Veo que quieres hacer de padre... Pero he aprendido muchísimo con mi familia. Y te recuerdo que ya tengo un padre, el cual, quiere a mi madre y no la hace sufrir.

_Eres rencorosa como Helena...

_Pues es lo más cerca que vas a estar de ella, así que confórmate. Porque te voy a decir una cosa, si le haces daño o la haces sufrir, yo misma acabo contigo. Porque en el fondo, sigo sin fiarme de ti.

Yo le hablo mirándolo con intensidad a los ojos, y él en cambio, se le ve ¿orgulloso? Este tío está loco de remate.

_Me alegra ver lo fuerte que eres, pero dime. ¿No quieres saber todo lo que yo? Dominar estrategias de mercados, de guerras, lenguas... Todo lo que pueda pasar por tu mente puede que yo lo sepa. Siempre he sido un fanático del conocimiento, como dicen, el conocimiento es poder.

Tras decir eso, mueve una ficha y me dice _Jaque _para luego dejarse caer en el respaldar del butacón con las piernas cruzadas y esperando una respuesta.

_Jaque _digo tras hacer otro movimiento.

_En tablas, como siempre, pero dime. ¿No te gustaría ganar en vez de sólo igualar al mejor? _Yo río ante su comentario.

_Que modesto...

_Lo sé, otro rasgo de mi personalidad _dice levantando los hombros sin importancia. _¿Y bien?

_Acepto.

_Excelente...

Entre los colmillos de los Bartholy VII: En el corazón de las tinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora