Uno

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Bueno comenzando una nueva historia, espero les guste y espero tener un nuevo capitulo pronto, haber que pasa ya que en estos momentos estoy completamente obsesionada con Killing Eve (si no la han visto se las recomiendo) Espero estén bien y cuídense.


Kara Danvers era la primera en admitir que le gustaba mirarse. Era una de esas personas que adoraba a la comodidad, le gustaban las tarjetas de crédito sin límite de saldo, enviar toda la ropa a la lavandería, y tener casas magníficas al lado de la costa. Con lo único con lo que no se llevaba bien era con el microondas, pero eso tampoco suponía un grave problema, pues su ama de llaves le preparaba puntualmente la comida en las escasas ocasiones en que no comía fuera. La verdad era que, quitando el misterioso horno, no había nada que hubiera perturbado su existencia... Hasta entonces.

Lo primero que le irritaba era aquel maldito deportivo de alquiler, tan llamativo en el aeropuerto. También había descubierto el terrible hábito de los animales salvajes de Wyoming, que se dedicaban a cruzar la carretera sin aviso. Aquello no tenía nada que ver con Los Angeles, donde los únicos animales que frecuentaba en la calle eran los conductores.

Sin embargo el siniestro estado de ánimo de Kara tenía más que ver con una mujer que con ninguna de esas otras circunstancias. Se trataba de Kieran Thorul. Kara llevaba 10 días buscándola, pero ella no quería que nadie la encontrara. Y de momento estaba ganando la batalla. Miró la foto que tenía en el asiento de al lado, era una de esas fotos tomadas < a la caza > en la que se apreciaban los ojos de color verde de aquella mujer, su pelo rubio que caía como una gloriosa cascada. Tenía la piel pálida y luminosa, que casi se confundía con el traje que llevaba. Sus labios gruesos y bien dibujados parecían haber sido esculpidos para incitar el pecado.

- ¿Dónde demonios se habrá metido? - murmuro Kara - Cómo puede alguien con un rostro como este desaparecer sin dejar rastro.

Volvió a centrar su atención en la carretera justo a tiempo para evitar chocar con otro vehículo que circulaba demasiado despacio. Estaba harta de viajar, estaba harta de dormir en moteles. Sobre todo odiaba viajar a través de las montañas, en pequeñas avionetas. Sabía que aquella podía ser una búsqueda infructuosa, pero se negaba a cesar en su intento por hallar a aquella mujer. No estaba dispuesta a dejarse vencer, mucho menos aún en aquellas circunstancias. El móvil que llevaba en el bolsillo de la chaqueta sonó y ella lo buscó sin apartar la vista de la carretera. Sólo había una persona que conocía aquel número: su ayudante Winn Schott.

- Dime, Winn ¿Has tenido suerte en Texas? sí, ya sé que es un sitio muy grande... No, no quiero entrevistar a Rhea ¿Quiere escuchar a alguien hablar de tipos de interés durante una hora? No, necesito algo especial. Nadie ha sido capaz de encontrar a esta mujer en dos años - hubo un corto silencio, sólo interrumpido por las gotas de lluvia que golpeaban sobre el capó del auto - No, no estoy poniendo las cosas difíciles. ¿Cómo que estás empezando a soñar con ella? ¡No te puedes enamorar de una foto! yo soy una experta en no enamorarme, Winn. Conozco estas cosas, llámame si ocurre algo.

Kara dejo el teléfono sobre el asiento y suspiro. Había trabajado como periodista con mucho éxito durante seis años, siempre buscando retos como aquellos. Kieran Thorul había sido la punta del iceberg del mundo de la moda durante ocho años. Había empezado a desfilar a los 14, ya entonces con gran éxito. Hacía dos años, se había retirado sin intención de regresar, ni anuncio alguno de planes futuros. El equipo de búsqueda de Kara la había tratado de localizar, pero parecía haberse desvanecido. Su nombre verdadero era Kieran Luthor. Nacido en Casper, Wyoming donde su padre había sido granjero hasta hacía seis años, que había fallecido. Su madre se había trasladado entonces, pero ninguno de los vecinos sabía adónde. No sabía más Kara estaba ansiosa por saber más, por conocer la misteriosa historia de la modelo desaparecida, con la que habría logrado un programa de máxima audiencia.

El pasado de una mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora