Díez

1.4K 191 17
                                    

Bueno gente antes que nada ya estamos llegando al final espero esta historia este siendo de su agrado. Agradezco que se den tiempo en leerla, en verdad gracias. Así que allá vamos.

Psd. Esta canción es un excelente acompañamiento del capitulo. Espero les guste.

En su vida había ocurrido una catástrofe pues no sólo tenía el corazón herido, sino que había perdido el apetito.

- Tienes que comer - le dijo Lillian, mientras miraba a su hija desde el otro lado de la mesa - Te he hecho sopa de pollo que ya sabes que lo cura todo, pero no te va ayudar si no te la comes.

- Nada va a curarme - dijo Lena, mientras le daba vueltas en círculo a la sopa con la cuchara - El daño es permanente.

Lillian suspiro.

- Cariño eres mucho más fuerte de lo que tú crees. Si no quieres la sopa come chocolate, siempre te ha levantado el ánimo.

- Lo sé, pero por culpa de esa mujer ya ni siquiera puedo comer chocolate.

- Entonces sí que es un monstruo, si la tuviera delante le pegaría un puñetazo.

Lena parpadeo confusa.

- ¿Un puñetazo?

- Sí, por haberte engañado de ese modo. No hay palabras para describir a personas como ella. Y eso que parece alguien en quién se puede confiar. ¿No estás contenta de que haya desaparecido de tu vida?

- Feliz...

- Si yo fuera tú, la denunciaría.

- Mamá, creo que te estás pasando un poco. No me ha secuestrado sólo me ha engañado emocionalmente.

- ¡Un monstruo! cualquier persona que miente a una mujer para acercarse a ella sólo porque es famoso es un monstruo.

- Yo nunca he dicho que me mintiera, simplemente no me dijo la verdad.

- ¿La verdad respecto a qué? - Lillian miro a su hija.

- Bueno... - Lena se quedó en blanco, incapaz de saber qué decir. Se sentía cada vez más frustrada - No importa, yo sé lo que hizo y no quiero hablar de eso más. Me voy a cambiar de ropa. J'onn J'onzz llegara enseguida.

- ¿Qué te vas a poner?

Lena se encogió de hombros.

- Jeans, supongo. Ya no soy Kieran Thorul. No necesito preocuparme por la imagen que voy a dar.

- Podrías recogerte el pelo - dijo su madre.

- No, no me importa cómo esté mi pelo - Lema no trataba de poner dificultades sino que, sencillamente no quería interesarse por su aspecto - Lo siento, mamá. Sé que no estoy siendo precisamente divertida en este momento. Sólo quiero que esta entrevista pase a toda prisa.

- Eres increíble, cariño tienes un coraje único - dijo Lillian.

- No, no soy increíble. Como tú me has dicho me he convertido en un ser "vulgar y corriente" sólo quiero que el mundo entero lo sepa - de pronto, los ojos se le llenaron de lágrimas - ¡No sé qué me pasa! pensé que ya había pagado el precio de ser quien fui, creí que había logrado dejar a Kieran Thorul atrás. Pero cuando por fin encuentro a alguien...

El pasado de una mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora