Dos

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¿Sería la dirección equivocada? Kara salió del coche y se quitó las gafas de sol. Miro a la casa desde la carretera, parecía un poco < la casa de la pradera > con las ventanas llenas de flores y unos pinos altos al frente. Detrás de la casa se veía un establo y un terreno de pasto fresco, donde los animales comían era un lugar encantador, pero para nadar el tipo de sitio en el que se habría imaginado a una mujer como Kieran Thorul. Kara había hecho sus averiguaciones sobre el tipo de sitios en los que vivía. Había tenido varios apartamentos, tanto en América como fuera pero nunca los había terminado de amueblar. Normalmente nunca estaba en el mismo sitio durante más de una semana, por lo que su casa real eran los hoteles de cinco estrellas. Quizá aquel era el tipo de casa que una modelo elegía para esconderse del mundo. Jeremy le había dado aquella dirección, información que había conseguido a cambio de la foto de Kieran Thorul. Despues de todo, a Kara le daba igual pues tenía un portafolio de 200 fotos. Volvió a meterse en el coche y condujo silenciosamente hasta la casa tratando de no ser advertida, la camioneta aparcada a la puerta le dijo que ella estaba en casa no quería que le echara o desapareciera antes de tener la oportunidad de hablar con ella. Kara se sorprendió al sentir el corazón acelerado, nunca había experimentado semejante emoción al contactar con ninguno de sus entrevistados. A Kara no le gustaba aquella sensación, ni siquiera sabía que le iba decir cuando la viera, no sabía cómo iba a reaccionar. No podía dejar de pensar que fuera lo que fuera lo que le depararan los próximos minutos, sería diferente a cualquier otra experiencia anterior.


En los pasados dos años, Lena se había convertido en una auténtica fan de los atardeceres, nunca se perdía uno si podía evitarlo. Posiblemente le ocurría por qué durante mucho tiempo, no había tenido ocasión de observar un atardecer, rodeada siempre de luces de neón y eléctricas, flashes de fotografía brillantes y segadoras. Donde estuviera un buen atardecer que se quitara todo, viendo aquel espectáculo se daba cuenta de lo pequeña e inexistente que era y de lo poco que, realmente había sabido el mundo de ella. ¿Cuánto tiempo tardaría la gente como Kara en darse cuenta de qué Kieran Thorul ya no existía? su desvanecimiento era lo mejor que le había sucedido a Lena Luthor. Había dejado de ser aquella mujer neurótica que lloraba cuando se le rompió una uña y se pesaba tres veces al día. La nueva mujer que era comía normalmente, dormía y trabajaba con las manos la mente y el corazón, aquel viaje para conocerse asi misma estaba resultando francamente edificante ¿Por qué tenía que aparecer una Kara que lo arruinar a todo? ¿No tenía nada mejor que hacer que fastidiarle la vida a una pobre granjera? De pronto, oyó unos pasos resonando sobre la gravilla, se dio la vuelta y se dio cuenta de qué la tenía allí delante y que podía preguntárselo directamente. Kara se dirigía hacia el corral con las manos metidas en los bolsillos de los jeans, ya no llevaba la gorra y dejaba al descubierto un bonito pelo que se agitaba con la brisa, tenía la cabeza ligeramente inclinada como en un gesto interrogante. Krypto maldito traidor, iba a su lado como complacido por la compañía. Lena no sabía qué hacer no tenía posibilidad de alguna de esconderse así que optó por recibirla cordialmente.

- ¡Vaya sorpresa! no esperaba volver a verla ¿Se ha perdido?

- Te puedes evitar lo del acento de campo - le sugirió Kara - Se nota que es falso, se te ha olvidado el fertilizante, < Lena >. Jeremy me dio tu dirección así que pensé que podía traerlo.

- Qué buena samaritana - Lena forzó una sonrisa - ¿Qué le ha dado a Jeremy a cambio de mi dirección?

- Una foto... tuya.

Kara no sabía que milagro o prodigio le permitía hablar en aquel momento, a pesar de haber estado frente a muchas celebridades aquello era diferente, estaban ante Kieran Thorul. Aquellos dos años la habían cambiado, el pelo largo de color azabache sin ningún corte de estilo como solía, pero sus labios seguían siendo los mismos, gruesos y bien dibujados, inspiradores de fantasías ¿Cómo podía haber pasado desapercibida?¿Es que todo el mundo estaba ciego en aquella ciudad?

El pasado de una mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora