Cuatro

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Lena camino calle abajo en dirección a la tienda de su madre, al llegar abrió la puerta y un escandaloso sonido la sorprendió.

- ¿Qué demonios...?

- Lena ¿eres tú? lo siento, cariño - Lillian salió de la parte trasera, con el pelo recogido con un pañuelo. Tenía la barbilla manchada como de costumbre y las manos llenas de pintura verde - John Corben me ha puesto esa cosa horrible en la puerta esta mañana. Dice que todos los tenderos deberíamos tenerlo por seguridad, tengo intenciones de romperlo accidentalmente esta misma noche.

- ¡Tú y tus novios! - le dijo Lena con sorna y abrazo a su madre, todos los viudos y solteros maduros de Lance Creek se habían rendido a sus pies desde el día en el que había llegado allí.

- John no es mi novio - dijo Lillian - No es más que un buen tipo que inventa cosas horrorosas. Cariño ráscame la nariz que tengo las manos llenas de pintura.

- ¿En qué estás trabajando?

- ¡He tenido una suerte increíble hoy! Me he encontrado un tocador y lo estoy restaurando, me está quedando precioso ven, que te lo voy a enseñar.

- La verdad es que tenemos que hablar - Lena resopló resignada. No le gustaba darle malas noticias a su madre - Ayer tuve una desagradable sorpresa y he venido a ver si tú me puedes aconsejar.

Lilian observó a su hija un momento.

- Espera aquí, voy a lavarme las manos y enseguida vuelvo.

Lena dio una vuelta por la tienda de su madre, era un lugar mágico lleno de cosas antiguas. Durante 20 años, Lillian había sido la introvertida esposa de un granjero sin posibilidades de realizar sus sueños, en el momento en que se quedó viuda había empezado a vivir. Como Lena, Lillian también se había convertido en una superviviente.

- He traído un refresco - Lillian llevaba una lata para cada una - Ven, siéntate y cuéntamelo todo.

Treinta minutos después ya todo estaba dicho. Lilian se quedó pensativa y luego rompió el silencio.

- Si quieres mi honesta opinión, te la daré.

- Sí, claro que la quiero.

- Considero que esa entrevista con Kara Danvers sería algo bueno. Con el dinero que te está ofreciendo, pondrías la granja en marcha y pagarías esa deuda.

Lena la miro perpleja.

- ¿Después de todo lo que he hecho para empezar una nueva vida, quieres que resucite a Kieran Thorul?

- Kieran Thorul ya no puede hacerte ningún daño - dijo Lillian con total calma - Hubo un momento en el que necesitaste el anonimato para conseguir alejarte de aquel mundo. Eso ya está hecho, ya eres mucho más fuerte. Te gusta tu nueva vida y ni Kara Danvers ni nadie puede quitarte eso.

- Me cuesta creerlo - murmuró Lena. No se le había ocurrido pensar que en algún momento podría llegar a reconciliar su pasado con su futuro - ¿De verdad piensas que debo ir a la entrevista?

- ¿Por qué no? - dijo Lilian - Muéstrale al mundo que Lena Luthor no sólo ha sobrevivido, sino que es mucho más feliz.

- Pero, después de eso mi casa se llenará de fotógrafos y reporteros.

El pasado de una mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora