Jueves

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Fue el primero en despertar, aún no había salido el sol. Le molestó que aún lejos seguía sintiendo que correría a sacar las vacas a pastar o algo similar. Supo que no iba a dormir ni un minuto más y decidió darse un largo baño. La enorme casa estaba en silencio, caminó recorriendo cada rincón, recordando tantas cosas que había vivido ahí y lo diferente que miraba el mundo. Preparó el desayuno para todos, La cocina se llenó con el olor a tocino y se sintió en casa. Sentía que en cualquier momento entrarían las gemelas corriendo para robar comida. Pero en su lugar entró su tía estirándose, se acercó a la cafetera y la puso a funcionar.

-Buenos días cariño.
-Buenos días tía.- la abrazó fuertemente y casi pudo jurar que estaba durmiendo entre sus brazos.- ¿Tía?
-Estoy despierta, estoy despierta.
-¿Estarás en la noche de juegos?
-Claro, son por mí que existen.- sus ojos lo analizaron antes de acercarse rápidamente.- ¿Vas a salir?
-No, invité a unos amigos a jugar.
-Oh... claro entre más personas más divertido.

Sus primos aparecieron justo en el momento que todo estaba servido, como si esperaran a que ellos dos hicieran todo el trabajo. Charlaron de lo que harían en la noche, de la comida que debían pedir y los juegos que serían utilizados. Su tía les indicó que saldría casi toda la tarde a revisar unas telas que acababan de llegar. Jungkook no tenía planes pero Yoongi avisó que saldría con una chica. No era de extrañar que el peli plateado saliera, era muy popular entre las personas. Un chico guapo, inteligente, dinero y con un trabajo estable estaba en el radar de casi cualquier persona. Salía cuando quería pero no había llevado ninguna novia, no iba a presentar a cualquiera a su madre. En el momento que eso pasara era porque estaba seguro que ahí es donde iba a quedarse para siempre. Ambos salieron de la casa y su primo lo invitó a jugar videojuegos.

-No puedo acertar una sola bala aunque de eso dependa la vida de mi personaje.
-Eres muy malo Tae.
-Nadie tiene piedad de mí.- lloriqueo al momento que volvía a morir.
-Es un juego en línea, nadie tiene piedad.
-¿No tienes algo más divertido?
-¿FIFA?- seguramente no pudo ocultar su cara de asco ya que su primo siguió buscando.-Este es de Yoongi, quizá te guste.

La pantalla de la computadora enorme comenzó a reproducir una música bastante tranquila. Creó su personaje y rápidamente entendió de lo que trataba. Su primo le dio unos cascos para sumergirse en el juego sin que sus gritos cuando lo mataban lo distrajeran. El juego era un simulador de granja, heredaste una propiedad y estabas cansado de la ciudad. Cuando llegó al pintoresco pueblo supo que tendría mucho camino por delante; maleza por doquier, piedras, arbustos y poco dinero. Se dispuso a arar el terreno pero varios diálogos le indicaron que tuviera en cuenta la energía y hora en el tablero. Compró unas semillas e hizo lo que pudo. Fue a dormir y al despertar un personaje le comentó que podía arreglar la casa a cambio de dinero y materiales. Su parte favorita eran los detalles, se encontraba gritando porque un cuervo se comió una de sus plantitas antes de germinar. Construyó un espantapájaros y cumplió la misión de conocer a todos en el pueblo. Sin saberlo se encontró totalmente sumergido en ese sencillo pero adictivo juego. Justo cuando ya podría ir a la mina y conseguir materiales nuevos y matar cosas una mano tocó sus hombros.

-¿Jungkook?
-¿Tan bueno está?
-Es muy entretenido, hay muchas cosas por hacer. Desde cultivar, pescar, minar, crear adornos y tener animales para conseguir distintos ingredientes y cocinar cosas.
-Wow, pensé que solo Yoongi disfrutaba de sus simuladores.
-¿Pasó algo?- quería volver a su juego lo más pronto que pudiera.- Estoy a punto de entregar un regalo de cumpleaños.
-Tienes un mensaje y no parecía que fueras a salir de tu mundo por un tiempo.

Tomó rápidamente su celular, en efecto había un mensaje y lo mejor es que era de Hoseok. En este preguntaba a qué hora era prudente llegar. Quería decirle que en cualquier momento pero no quería parecer más desesperado de lo que realmente estaba. Agradecía a su Jungkook la gran distracción que le había proporcionado. Le dio una mirada a su primo que volvía a su juego.

Golden Week [vhope] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora