Golden Week [vhope]

Junto A Ti Parte Dos- Jikook

Cuerpos sudorosos, jadeantes, fatigados, músculos adoloridos y dos chicos que ya no pueden más.

-¡Apresúrate!- chillaba Jimin.
-No puedo hacerlo rápido.- jadeaba Jungkook.
-No puedo soportarlo más.
-Solo un poco más cariño, un poco más.

Se dejaron caer espalda con espalda totalmente agotados sobre el sillón que acababan de llevar a la sala. La mudanza los estaba agotando a niveles increíbles. Rieron luego de que Jimin logró con éxito cargar ese peso sin morir en el intento. Había aceptado irse a vivir con Jungkook y casi hace que Hoseok regresara antes de sus vacaciones para comprobarlo con sus propios ojos. El día se les fue en arreglar su para nada lujoso apartamento. Le agradecía enormemente que si primer lugar juntos fuera más normal de lo que pensó que Kookie iba a querer. La conversación con la madre fue tranquila, en realidad ella había puesto esa loca idea en la cabeza de su hijo meses atrás y gozaba con la noticia.

-Bien.- comenzó Jungkook al terminar de organizar las tazas a juego que fueron regalo de Yoongi.- debo salir cariño.
Hizo un puchero al momento de rodearlo por el cuello.- ¿Debes hacerlo?
-Desearía que no fuese así.- el mayor acariciaba suavemente su espalda.
-Bien.- el puchero se agrandó.
-Volveré en un par de horas cariño.- dio un besito corto en el puchero haciendo que este desaparezca.- ¿Saldrás? Así no me esperas solo en la casa.
Jimin no pudo evitar sonreír.- Quiero estar aquí para darte la bienvenida.
Jungkook no pudo evitar sonrojarse completamente.- Eso es trampa.

Se besaron suavemente, eso era algo tan de ellos. Los besos de su novio eran siempre cuidadosos, cariñosos y como si adorara cada segundo que estaban juntos ¿Qué había hecho para merecer a un hombre tan bueno? Luego de su larga y necesaria despedida el apartamento quedó en silencio. Recorrió el lugar con la vista y sintió su corazón saltar dentro de su pecho. No se comparaba al lugar horrendo donde había vivido los últimos cinco años. Namjoon le había ofrecido el puesto en el nuevo club formalmente y Hoseok solo pudo quejarse por lo sucedido. Jimin se hubiese sentido ofendido por su ausencia si no hubieran hecho video llamada junto a Taehyung usando trajes a juego y sus preciosos anillos de pareja. Como si su mejor amigo y él tuviesen telepatía una llamada sonó en su móvil.

-Hola mi amor.- saludó contestando la llamada.- ¿Ya se durmió él hombre que quiere robarte de mis manos?
-Que no es tuyo.- se quejó Taehyung con un lloriqueo infantil.
-Calla amante.- bromeó Hoseok recibiendo un gruñido como respuesta.- Jimin enciende la cámara quiero ver el nuevo lugar.

Al convertirse en video llamada pudo ver a sus dos amigos abrazados. Hoseok estaba sentado frente a Taehyung y este descansaba su barbilla en el hombro del mayor. Era evidente que era su manera favorita de estar juntos, desde esa primera noche de juegos se habían dado cuenta que era cómodo estar de esa manera. Jimin los encontraba demasiado tiernos para su gusto pero ¿Quién era el para hablar? Ser cariñosos era de familia y se refería a la madre de su novio. Les dio un recorrido bastante detallado del lugar y se sorprendían con cada uno de los detalles.

-Jimin.- la voz de Taehyung hizo que cambiara la cámara para poder verse.- ¿Por qué hay tantos pollos?
No pudo evitar reír.- La mamá de Jungkook y Yoongi creyeron que sería divertido regalarme todos ellos.
-¿Por qué?- Tae sonaba más confundido que antes.
-A lo largo de este tiempo juntos cada que ven algo de pollitos me dicen que les recuerdo a ello.
La pareja reía escandalosamente entendiendo por completo esas palabras.
-Voy a colgar.
-Oh vamos mi amor.- habló Hoseok limpiando sus lágrimas.- Taehyung ¿Nos das unos minutos juntos?
El más alto de ellos se quejó pero accedió luego de darle un beso a la mejilla de su amigo.
- ¿Ocurre algo Hobi?
-¿Estas bien con esto? Sé que tú y Jungkook están muy enamorados pero no puedo evitar preocuparme.
-Lo sé, he dudado un poco en dar este paso pero... me anima muchísimo el hecho que podré ayudar con los gastos. Estoy seguro que podré hacerlo esta vez. No estaré solo.
-Y si no, siempre me tienes a mí.
-¿Por siempre?
-Por siempre.