-Bien.- comenzó Namjoon luego de unos minutos largos y tortuosos en silencio.- Alguien tiene que poner las cartas en la mesa ¿Seré yo?
Jimin asintió pero Hoseok habló.- No, creo que debemos ser quienes comenzaron todo esto.
-Hoseok.- la voz de Jimin sonaba asustada.
-Sabes lo mucho que te amo.- sus ojos se encontraron y deseó que Jungkook hubiese entrado con él.- ¿Qué es lo que sucede en esa cabecita tuya?
-Arrepentimiento.
-¿Por qué?- esta vez preguntaba Namjoon.
-Por existir.
-¿Harías las cosas diferentes?- el moreno negó con la cabeza.- ¿Desearías no existir?
Asintió ante la pregunta del mayor.
-Mierda.- Hoseok dio un salto de su silla y comenzó a caminar por el gran lugar mordiendo su pulgar.- Jimin eres un maldito egoísta.El peli purpura se tensó en su silla ante un pelirrojo lleno de rabia que lo miraba con un claro enojo en sus amables ojos. No podía articular palabra alguna, sabía perfectamente que sus palabras eran egoístas, no quería decir algo que lastimara al chico frente a él.
-¿En qué cambiaría las cosas? Simplemente no hubieses sufrido.- chasqueó la lengua con enojo.- Pero yo no existiría… claro que he pensado en que hubiera sido mejor no nacer… pero luego pienso en ti ¿Qué hubiera sido de Jimin? Llámame egoísta si quieres pero estoy aquí por ti, puedo ser feliz al lado del hombre que amo gracias al niño que me golpeó esa noche… Jimin.
-Yo lo siento.- su mirada se clavó en sus tenis, no podía encarar el rostro de Hoseok.- No quise decirlo así.
-¿Debí sufrir más?
-Hoseok…
-Traté desde el día que nos conocimos que tu dolor fuese mínimo.- las lágrimas rodaban en el rostro de Hoseok.- Lo siento, fui tan inútil y ahora soy egoísta.Jimin conocía perfectamente a su mejor amigo, él no lo decía para hacerlo sentir culpable, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por él. Lo había hecho en el pasado y lo seguía haciendo a pesar del tiempo. Siempre que lo necesitaba Hoseok estaba a su lado, cuando se encontraba lejos, viajó por kilómetros en medio de la noche y de sus vacaciones para ayudarlo, sin saber siquiera que era lo que le había ocurrido. Las lágrimas que derramaba el pelirrojo eran su perdición, en todo ese tiempo juntos Hobi había llorado muy pocas veces, ahora lo hacía por su culpa y eso le daba ganas de vomitar por la culpa.
-No quería decirlo de esa manera.
-Lo has hecho, sabes.- Hoseok caminó hacia él tratando de calmar su llanto.- Hemos pasado por muchas cosas Jimin… no es fácil para nadie, aún tengo ataques de pánico pero tengo a Taehyung a mi lado.
Mordió su labio inferior.
-Debes seguir adelante Jimin, no quiero que te ates al pasado.- Hoseok acunó en sus manos el rostro de Jimin.- ¿Qué te atormenta cielo?
Las lágrimas se hicieron presentes en sus ojos.- Sigo soñando con ello… todos los días sin excepción.
Los oyentes solo podían verlo llorar, debía ser consciente de lo que lo lastimaba o nunca iba a superarlo.
-Estoy cansado, siento miedo cuando Jungkook me toca, de sentir que no merezco nada de lo que llega a mí.
-¿Esto es por la adopción?- Namjoon inició el tema que había hecho que Jimin tuviera una crisis.- Lo siento no quería que fuera tan duro para ti.
-¿Es por lo de tus padres?- Hoseok dejó ir el rostro de Jimin.
El peli purpura asintió levemente, regresando una vez más en esa semana al pasado.*Recuerdo*
Un pequeño niño de mejillas regordetas y sonrosadas abrazaba fuertemente contra una de sus esponjosas mejillas un micrófono. Sus ojos trataban de buscar algo entre el público, dos lindos rostros que siempre se iluminaban en las presentaciones de su hijo. Los turnos pasaban rápidamente haciendo que el pequeño niño de siete años comenzara a sudar por las manos logrando con ello que el soporte que abrazaba se deslizara entre sus dedos. Su respiración se hizo agitada, el pánico escénico estaba regresando, cuando por fin los vio; una mujer sonriente de cabello negro, ojos alegres, estilo envidiable y sonrisa deslumbrante. El pequeño sonrió ampliamente cuando al fin vio a su madre.
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Golden Week [vhope]
RomanceUn chico de pueblo viaja solo a la gran ciudad durante el descanso de la Golden Week. Una visita a sus primos abre un mundo de sensaciones y recuerdos ante sus ojos. Bastó una visita al bar "Sapore di ciliegia" para encontrar lo que cambiaría sus pe...