Especial

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No podía creer que había viajado en tren ese tramo tan jodidamente largo pero él mismo se había puesto en esa situación. La ciudad había desaparecido y se encontraba en un caluroso pueblo con olor a sal gracias al mar. Los arboles  Jungkook le había dado instrucciones específicas pero acercarse a cualquiera era algo que no se le daba bien. Quería sorprender a su querido novio llegando por sorpresa así que descartó llamarlo para que lo rescatara. Un año de relación a base de llamadas y mensajes. Todo iba perfecto, era un chico tierno no era suficiente para él. Quería verlo pero su abuelo había muerto justo en la goldeen week y no había podido viajar a la ciudad. Las pequeñas calles del pueblo estaban llenas de personas que preparaban algo similar a un festival, tuvo que resignarse y hablar con alguien.

-Disculpe.-dijo tímidamente a una señora sentada en un pórtico abrazada a un bastón.- ¿Sabe dónde queda la casa de los Kim?
-¿Eres amigo de Taehyung?
Asintió lentamente, su chico no había exagerado cuando comentó que todos se conocían entre sí.
-Bien, espera llamo a mi nieto para que te lleve a esa casa.

Un chico de diez años salió de la pequeña casa con una sonrisa y lo tomó de la mano para guiarlo. Subieron una colina mientras el niño hablaba de cosas que el no pudo entender por el acento. Llegaron a una pequeña pero preciosa casa tradicional con la puerta abierta. Su guía sonrió y desapareció rápidamente. Su corazón latía fuertemente en su pecho ¿Qué debía hacer? No podía simplemente entrar y saludar “Hola suegra ¿Ya está la comida?” dio una risa para sus adentros y se cortó de golpe al ver salir una señorita de la casa.

-¿Hola?
-Buenas tardes.- la chica le sonrió amistosamente y su corazón dio un salto. Se el parecido con Taehyung era impresionante.- ¿Aquí vive Taehyung?
La sonrisa se amplió y asintió animadamente.- ¿Eres amigo de Tae?
-Soy un amigo de la ciudad, mi nombre es Hoseok.
-Soy Kim Young Mi, la madre de Tae.

Casi se cae de espaldas al escuchar eso, su madre se miraba tan joven, podría haber apostado que era su hermana. Le indicó que pasara y donde podía poner su pequeña mochila, por lo que pudo deducir Tae no estaba en la casa. Analizó la casa, era muy tradicional justo como su chico. Dos pares de ojos curiosos lo miraban desde una de las puertas, dos niñas muy lindas lo estaban vigilando. Luego de un inaudible debate una de ellas empujó a su hermana hacia dentro de la sala. Se acercó tímidamente hacia él antes de hablar.

-¿Ese es tu color natural de cabello?
Le regaló una sonrisa suave.- No, mi color natural es negro.
Hizo una mueca de decepción pero segundos después su rostro resplandeció.- ¿Yo lo puedo cambiar también?
-Ah no señorita, ni se le ocurra.- intervino la madre.- Lo siento Hoseok, Tae no responde. Está ayudando a la señora Min con algo del festival.
-¿Irás al festival Hoseoki?- preguntó la niña sentándose a su lado.
-¿Serás mi compañera?
La pequeña se sonrojó y asintió.
-¡Yo también quiero acompañarte!- la otra niña salió de su escondite.
-Parece que eres muy popular Hoseok ¿te quedas a cenar?
-No quisiera importunar.
-Cualquier amigo de Tae es bienvenido.

Su corazón se derritió ante las dos nenas que peleaban por su atención y la sonrisa tierna de la madre. Se levantó para ayudar con la cena, las instrucciones eran un poco confusas pero le tenían mucha paciencia. Si bien llegaba los jueves a la casa de los Jung junto a Jimin para las noches de juego no se sentía igual sin Tae. Lo cálido del ambiente no se podía comparar a esa pequeña casa familiar, las dos nenas le preguntaban cosas y su madre intentaba de convencerlas para jugar fuera.

-Así que eres amigo de mi Tae.
Asintió.
-Sabes, regresó bastante cambiado.- sonrió mientras cubría una gran olla.- Ha estado trabajando muchísimo en la fábrica y mejoró en el estudio. Estoy impresionada de como un viaje puede cambiar tanto a una persona.

Se preguntó si debía contestar a esa afirmación, Tae le había prometido que encontraría lo que más le apasionara y se esforzaría en hacer algo por su futuro. No era el único que cambió, gracias a Nam había retomado los estudios. Quería ser un chico que pudiera estar al lado de Tae sin tener miedo de sentirse inferior. Terminaron de cocinar y la tarde estaba cayendo por el horizonte. Su corazón se hizo pequeño, no iba a poder estar con su precioso novio.

Golden Week [vhope] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora