Jungkook se encontraba fuera del apartamento; piel pálida, cabello sucio, ojos rojos junto con ojeras profundas y con semblante de estar pasando por el peor momento de su vida. Sus ojos se encontraron y no hubo reacción, al menos no la que Hoseok y Taehyung se esperaban. Se acercaron lo suficiente y el castaño dio un pequeño salto al ser tocado en el hombro por Tae. Como respuesta a su saludo fue dado un suspiro cansado lo cual alarmó mucho al más bajo de ellos.
-¿Qué sucedió?- el pelirrojo trató de no gritar.- ¿Qué pasa con Jimin?
-No abre.- apuntó a la puerta.- Tengo la llave pero no puedo hacer nada por culpa del pestillo.
-¿Por qué no tiramos la puerta?- Tae estaba siendo muy serio.
-Quiero que sea él quien abra la puerta.- Jungkook fregó sus ojos para alejar el cansancio.
-¿Desde cuándo?- habló Hoseok ignorando el pésimo aspecto del mayor.
-Ayer en la noche.- se recostó en el hombro de Taehyung para evitar perder las fuerzas de sus piernas.- Luego de que te llamé. Gracias por venir tan pronto.
-¡Jimin!- gritó a todo pulmón Hoseok.Jungkook iba a decirle que era inútil pero un ruido dentro del apartamento le cortó la respiración y las ideas. Se escuchó un golpe fuerte, pasos rápidos y un pestillo siendo quitado. El aire de los pulmones del castaño decidió dejar su cuerpo ante la ansiedad. La puerta se abrió de golpe y sin aviso el pequeño de cabello purpura tomó al pelirrojo del cuello estampando sus labios en un muy doloroso golpe. Los primos se vieron entre sí ¿Estaban observando correctamente? Todo parecía indicar que sí, Jimin y Hoseok se estaban besando.
-Jimin.- el nombre fue pronunciado con obvia sorpresa, pero no tanta como Taehyung esperaría de alguien que es besado por sorpresa frente a su novio.- ¿Qué pasa cielo?
Un sollozo del menor hizo que los tres se helaran. Como era común para Hoseok su amigo hundió el rostro en su pecho. El pelirrojo giró hacia su novio dándole a entender sin necesidad de palabras un “tranquilo, luego te lo explico” asintió y tomó a su primo de la mano para alejarse del lugar. Jungkook estaba impactado, sabía que Jimin podía llorar con casi cualquier cosa; películas románticas, canciones, alguien pisando una mariposa aunque estas lo aterraran, algún animal muriendo en un libro. Pero en todo ese tiempo jamás lo había visto así, tan pequeño, vulnerable ¿Dónde estaba su niño feliz? Su corazón se encogió un poco más al ver cerrarse a sus espaldas la puerta que significaba una nueva vida al lado del chico que amaba. Tae le presionó el hombro levemente para obligarlo a ver hacia adelante con un “estará bien, mi chico puede con esto”.
Dentro del apartamento Jimin lloraba, en el piso como un niño pequeño sobre el regazo de Hoseok quien solo podía arrullarlo. El peli purpura vestía únicamente una camiseta holgada que probablemente era de Jungkook, su rostro estaba hinchado por tanto llorar y apenas podía mantener sus ojos abiertos. El pelirrojo tarareaba una canción, una que había compuesto para los momentos de quiebre de su chico logrando con esto calmarlo.
-¿Qué pasa cielo?- su voz salió como miel, no quería que su amigo volviera a llorar.
-Hoseok.- sus palabras eran apenas audibles y temblaba un poco.- ¿Dónde estabas Sun?
-¿Jimin?- su nombre salió como un grito ahogado.- No soy Sun.Jimin lo observaba ensimismado, su mente estaba muy lejos de donde se encontraban, en un pasado que Hoseok no quería revivir, pero lo haría las veces que fueran necesarias para con ello ayudar a su mejor amigo. Por unos instantes lo presenció: el tan conocido pánico en los ojos del peli purpura. Quería meterse en su cabeza y borrar cada uno de esos asquerosos recuerdos. Sintió su boca secarse cuando Jimin comenzó a gritar y luchar para que lo soltase. No escuchaba su voz, no podía ver su rostro ni siquiera sentir su cálido toque. No sabía y no quería descubrir con quien lo estaba confundiendo.
*Recuerdo*
Jimin sentía el alivio del agua caliente limpiar su piel, su alma y sobre todo su corazón. Tener que satisfacer clientes era de las cosas que más odiaba en el mundo, pero no tanto como vivir en la calle a merced de los locos que podían encontrar en las mismas. El cabello rubio de su amigo lo hizo consiente de que no se encontraba solo, un grito ahogado resonó en el pequeño espacio al ver el cuerpo herido de Hoseok; muñecas marcadas, piernas levemente heridas, piel de la espalda maltratada, marca de manos en su cuello y mordidas por todo el cuerpo. Jimin tuvo que obligarse a mantener el contenido de su estómago ante la apariencia de su amigo.

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Golden Week [vhope]
RomanceUn chico de pueblo viaja solo a la gran ciudad durante el descanso de la Golden Week. Una visita a sus primos abre un mundo de sensaciones y recuerdos ante sus ojos. Bastó una visita al bar "Sapore di ciliegia" para encontrar lo que cambiaría sus pe...