4.─ MORCILLO

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Soltó un suspiro cansado.

Encendió el cigarrillo que sostenía entre los dedos con parsimonia, esperando.

Le dio una calada mientras abría el historial en la mesa, revisando la información recolectada hasta el momento.

Hace un par de días que lo seguían.

Un hombre trajeado que intentaba esconderse entre las sombras de la noche y los recónditos lugares solitarios, se escabullia entre los tumultos de personas en silencio y sus pasos eran casi imperceptibles, casi.

Lo había notado a las pocas horas del primer día, le dejo pasar, analizandolo furtivamente desde lejos y preguntándose cuando sus guardaespaldas se darían cuenta del pequeño peligro.

No tenía idea de quien era, pero lo había notado y eso fue suficiente para aminorar la sensación de amenaza de por si pobre que le daba.

Le dio una calada al tabaco, no faltaba mucho para que sus hombres cruzarán la puerta con un asustado acosador.

Su primera acción después de darse cuenta y esperar a que los demás lo hicieran, fue mandar a traer una recopilación de datos, uno de sus colaboradores seguiría al de camisa desde lejos, la carpeta estaba más que nada llena de fotos del contrario, siguiendolos.

Se preguntaba como de interesante podía llegar a ser la personalidad del desconocido cuando tocaron a la puerta, aparte de eso sólo escucho forcejeos, con un botón a su lado, abrió la entrada.

Con dificultades sus dos hombres de confianza sostenían al hombre con rudeza, jalandole a la más mínima muestra de resistencia, éste tenía el cráneo cubierto por una bolsa de tela, sus manos permanecían atadas por el frente de su cuerpo y pataleaba en el aire cuando los otros dos le elevaban.

Sin embargo, no le había escuchado pronunciar palabra en esos breves segundos, ni un liberenme, cuestionar quienes eran o lo que pasaba, gritar solamente, nada.

Hizo una señal en silencio, indicando que le colocarán en la silla frente a él, los otros dos obedecieron de inmediato, sentandolo con brusquedad.

Al contrario de lo que esperaba, la respiración del contrario era lenta y regular, su cuerpo, después de ser soltado se mantenía quieto, como si de una estatua se tratase, excepto por el breve y suave movimiento de su pecho cuando respiraba.

Una última probada al pitillo que sostenía, lanzandolo al suelo e indicando que le quitaran lo que cubría el rostro del secuestrado, aún sin pronunciar palabra.

Un leve suspiro de su parte bastó para que sus hombres se pusieran en acción, acercándose a la par para retirar lo que cubria el rostro del contrario.

Una mirada suave fue lo primero que recibió, tranquilidad en el rostro y los cabellos despeinados, no sabía si lo esperaba ver llorando, lamentarse ó dudar de sus acciones inmediatamente, pero lo que estaba viendo, no lo imaginaba.

A él mismo le habían secuestrado un par de veces y apesar de no alterarse como normalmente haría cualquier persona, no daba esa sensación de tranquilidad, estaba seguro.

Se inclinó levemente en su asiento, acercando el rostro en dirección del trajeado, examinandole con la mirada.

No recibía reacción, aún.

Una sonrisa de lado se colocó en su rostro, echó su cuerpo hacía atrás y tomó otro cigarro de su bolsillo, sin pedir fuego uno de sus acompañantes se acercó a dárselo.

─Ya era hora de conocernos, ¿no crees?.─ su voz calmada y con toques de diversión se hizo presente, haciendo que el contrario se removieran levemente en su asiento.

─No sé de que habla.─ susurro con calma su capturado, dejó escapar una sarcástica risa, haciendo que el atado de manos le mirara.

Sin decir más, extendió las evidencias que tenían de hace poco.

Fotos en las que se le podía ver a él desde distintos ángulos siendo seguido por una figura encerrada en plumon rojo, las últimas mostraban perfectamente el rostro del chico que las analizaba en silencio.

─¿Decías?.─ el pitillo en su mano se consumia sin ser probado una segunda vez, dejó caer las cenizas mientras esperaba respuesta.

─No es lo que parece.─ excusó.

─¿Para quién trabajas?.─ preguntó en un susurro.

─Para nadie yo─

─¡¿Para quién trabajas?!.─ el cambio en su tono de voz, levantarse de golpe de su lugar y dejar caer la mano en la mesa con fuerza fue suficiente para ver una mueca de miedo en el rostro del interrogado, justo como quería desde el inicio.

─Le repito, para nadie, estoy sólo.─ sin embargo, el tono lento y cordial con el que le hablaba el chico no había cambiado, molestandole un poco.

─¿Por qué nos sigues?.─ preguntó a la par que dejaba caer el resto del cigarro por encima de la mesa.

─No les sigo... concretamente, le sigo a usted.─ la respuesta no le sorprendió demasiado, después de todo, sus guardas y el resto de gente que trabaja para él eran desconocidos en el extenso mundo, personas apartadas que parecían tener el potencial que buscaba y terminó contratando, sigilosos y con cabeza, eran buenos en lo que hacían.

─¿Por qué?.─ apartó la mirada del contrario, diriguendola a uno de los hombres que permanecían atrás de él, captó el mensaje, alejándose.

─Porque...─ antes de que pudiera siquiera completar su razón, llegó el guardaespaldas, con pistola en mano, entregandola con respeto a él.

─Tienes 10 segundos para hablar o te vuelo la cabeza.─ comenzó a dar pequeños golpes con el arma en la mesa, como si de un marcador de tiempo se tratase.─ uno... dos... tres... cuatro...

─¡Tengo información! ¡Mucha! Déjeme servirle como el resto.─ inesperadamente el contrario comenzó a suplicar con sus manos atadas, la desesperación que desde el primer segundo quería ver adornando su rostro, estaba ahí.

─¿De quiénes?.─ apunto sin temblar el arma al centro de la frente contraria.

─De tu competencia directa, los he seguido por un tiempo, necesitaba acercarme a ti, por eso comencé a seguirte.─ explico rápidamente.

─No tiene sentido para mi que hagas eso, ¿qué ganas?.─ era la primera vez que el de cabellos negros apartaba su mirada de él.

─venganza, ellos... me lastimaron demasiado.─ cuando los ojos del contrario volvieron a él, lo pudo ver, ese mismo brillo que había visto en los demás, con eso era suficiente para dejarlo entrar.

─Vaya razón más vanal, no necesi─

─¡Daría mi vida aquí mismo por usted! Por favor, acepteme.─ soltó un falso suspiro de hartazgo.

Lo poco que conocía del chico le cautivaba de la misma manera que otros de sus más fieles subordinados, había pensado bien.

─Desatalo.─ se levantó de su sitio y salió del lugar con un portazo.

La personalidad del de mirada suplicante era interesante.

Tal vez, no estaría mal intentarlo.























P E R D Ó N

Me pase un buen tiempo sin actualizar por mis estudios y porque me metí a un proyecto/# de Twitter de AuronBowl, btw, si gustan pasarse a leer mis OS en mi cuenta es @ Freedom_Bravery el enlace de mi perf está en mi info de aquí.

Estaré subiendo diario por esta semana en Twitter por si les interesa, ya pueden encontrar el día de ayer que es Luzuplay, el de hoy es Rubisplay que será subido en un rato.

Un abrazo y espero verlos por Twitter!♡

The Good Demon                                       ⌈AuronBowl⌋   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora