DIOS DE LA NOCHE | Taekook | ✔

Capítulo 19

—Jungkook, dame fresas— el pelinegro estaba esperando su desayuno, preparado por Jungkook— No me castigues así, quiero fresas.

Jungkook, lo tenía castigado.

Minutos antes habían quedado en preparar el desayuno juntos, sin embargo, Taehyung se demoró mucho en el baño a propósito.

Cuando Jungkook fue a preguntar si ya estaba listo, Taehyung le recalcaba "No, Falta lavar mi cabello, además la música está genial" porque si, el dios ya había aprendido esa costumbre humanesca de bañarse con la música encendida, logrando así que el baño tome más tiempo de lo debido.

Sin rogar más porque ya conocía la demora de Taehyung  empezó a preparar el desayuno. No sin antes pemdar en darle un pequeño castigo a Taehyung, así le haya dicho que le gustaba no cambiaría de opinión.

En el desayuno, el pelinegro siempre comía una porción de fresas, así que sabía su punto débil.

Justo ahí tenía que atacar.

Por eso sacó un recipiente lleno de esta fruta.

—No me ayudaste.

Jungkook le sacó la lengua, llevó a su boca las fresas que Taehyung deseaba. Su intención era comerlas todas y dejar a Taehyung sin fresas.

—Jungkook, déjame una.

Hizo un berrinche, su pequeño humano estaba burlándose de su comportamiento.

Pero lo que no entendía es por qué se metia con sus amadas fresas.

Eran inocentes.

—Nop

—¿Te gustaría que yo te quitara tus helados?— dijo el dios, logrando que Jungkook detuviera sus movimientos, Jungkook negó, entonces creyó haber ganado— Bien, ahora devuelve mis fresas.

—No lo haré, castigo es castigo.

Así fue como Jungkook siguió comiendo fresas una vez que se terminó la porción fue al refrigerador en busca de más.

Estas masacrando a mis fresas.

—Tú, también mereces un castigo— Jungkook trago duro, ¿A qué se refería con castigo? ¿Sus helados eran los siguientes?— Estas masacrando a mis fresas, mereces un castigo.

Sus helados, lo más sagrado no podían tocarlos, ni siquiera Jin se metía con sus helados porque sufriría las consecuencias.

Debía proteger sus helados a toda costa.

—Esta bien aquí tienes— empuja el cesto de la fresas, Taehyung mira el contenido y luego lo mira. Jungkook se hace el desatendido.— Lo siento, pero es que estaban deliciosas.

Dos fresas es lo único que el recipiente conservaba, Taehyung se había quedado sin fresas. Con más razón sentía la necesidad de castigar al menor, pues solo le había dejado dos miserias de fresas.

Mientras observaba sus fresas el castaño trataba de huir, estaba por salir de la cocina cuando giro en su talones, iba a darle una miradita a Taehyung, no obstante, este lo observaba fijo a los ojos.

—Estoy muerto.

Salió corriendo del lugar seguido por el pelinegro quien lo seguía muy de cerca.

Fue entonces cuando Jungkook empezó a huir de Taehyung, las sonrisas no se hicieron esperar por parte de ambos.

Taehyung no recuerda la última vez que río tan genuinamente, siendo feliz en ese instante, es más no recordaba disfrutar de los pequeños momentos junto a una persona agradable.