Capítulo 16

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En la mañana eran un enredo de pies, Taehyung no supo cómo es que pudo dormir así, el humano lo tenía agarrado por todos lados, sus piernas estaban apresandolo, y que decir de su brazos que no lo dejaban ir.

Abrazar mientras dormía, si creía que era su hábito, estaba equivocado.

El humano lo superaba.

Quiso levantarse pero no despertar a Jungkook quien dormía plácidamente a su lado, giró suavemente hasta quedar de frente. Los abultados labios del menor lo invitaban a ser besados.

—Hey, humano despierta— susurró y lo movió poquito— debemos hacer el desayuno.

Todas las mañanas hacían el desayuno, juntos, picaba las frutas mientras Jungkook tostaba el pan o viceversa, hacer algo sencillo se había convertido en su rutina.

Una rutina que cada día le gustaba más.

Ver al humano con su cabello alborotado, era toda una pieza de arte, el menor se veía muy lindo pese a tener su carita hinchada cuando despertaba.

Jungkook era el primero en parecerle bonito al despertar.

Ahora lo tenía muy cerca, verlo en su estado más puro prácticamente era un regalo de los dioses.

Un regalo el cual le agradaba, gracias a su padre pudo conocerlo. También a su impulsividad porque de no haber decidido en ese instante bajar al mundo mortal, lo más probable es que estuviera como siempre sin hacer nada, sin nadie a quien admirar. Y también sus sentidos más protectores nunca hubieran aparecido.

—Cinco minutos...— volvió a aferrarse a su brazo como si su vida dependiera de ello, le pareció tierno — solo unos minutos.

—Lo que digas— lo abrazó de vuelta, pero esta vez fue él quien puso sus piernas sobre las caderas del castaño.— Pero tal vez lleguemos tarde— observó el reloj y ya habían perdido la clase— es más, ya perdimos la primera hora.

Dicho esto Jungkook se levantó rápido de su cama, habían dormido tan profundamente y tan cómodos que la hora era lo de menos.

Con toda la rapidez que pudieron se bañaron; vistieron y prepararon el desayuno. Taehyung le dijo que podía ir sin desayunar para llegar rápido.

Un regaño fue lo que recibió.

Últimamente el niño humano lo regañaba, no se dio cuenta como due que empezó pero no haría nada por detenerlo.

Es más ya no pensaba en castigos.

Fueron en auto, Taehyung quería utilizar su poder, sin embargo, el menor no sabía su verdadera identidad. Tampoco podía decirla porque el castaño no era nada para él, y su estadía ahí duraba un parpadeo.

No obstante hizo un nota mental de decirle al menor su identidad. Lo haría antes de regresar a su mundo.

Al llegar vieron a Jimin y Yoongi,  muy acaramelados.

Al dios de la noche no le gustaba esta nueva relación, Jimin siendo un dios no podía estar con un humano. No podía confiar en ellos.

Sin embargo, si Jimin volvía a enamorarse de un humano otra vez, esta vez estaría para él.

—Tú amigo y Jimin— rodeó a Jungkook sobre sus hombros— ¿Están en algo?

La cercanía que Taehyung mostraba hacia Jungkook no pasó desapercibida por Jimin, quien ahora estaba mirándolos.

—Yoongi me dijo que le gusta.

La cara de Taehyung fue todo un poema, bueno Jimin siempre había sido uno de los dioses más guapos. Muchos dioses lo deseaban.

DIOS DE LA NOCHE | Taekook | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora