Capítulo 33

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Se desperto totalmente aturdido, ese lugar de paredes blancas y adornos de oro no era su habitación.

Las ropas que portaba habían sido cambiadas por unas parecidas a las de Taehyung...

Sus recuerdos llegaron como si de una película de terror se tratase.

No pudo contener sus lágrimas, ahí estaba llorando de nuevo, apoyó su espalda en el respaldo de la cama, abrazó sus piernas y escondió su rostro en sus rodillas.

Su cuerpo temblaba, es que... ¡Por el amor a los dioses! Taehyung no podía haber muerto.

No ahora cuando al fin se habían dicho que se amaban, no ahora cuando ya todo parecía estar bien.

Jungkook se cubrió con la sabana y se hizo bolita para seguir llorando hasta quedarse dormido y olvidar al menos por unas horas lo que había sucedido, es más, no le importaba saber en que  lugar se encontraba, quería olvidar haber perdido a otra persona importante en su vida.

Sin embargo, unos golpecitos en la puerta lo alarmaron, solo trato de calmar sus hipidos para que no se dieran cuenta que había despertado.

—Jungkook, ¿Estas despierto?— se escuchó la suave voz de Jimin llamarlo.

—Creo que ya despertó— era la voz de Hoseok—Ha dormido por tres días.

—¿Crees que debemos pasar y ver como esta?— los tres dioses estaban teniendo un pequeño debate  en su puerta, sin embargo, por más que quisiera estar solo, no podía hacerlo por mucho tiempo, él debía enfrentar la realidad, hablar con SeokJin y con los dioses que esperaban.

Arrastrando sus pies les abrió la puerta, los dioses se habían quedado en silencio, quizás ni ellos tendrían las palabras para consolarlo, después de todo ellos también habían perdido a Taehyung.

Se cubrió de nuevo con las sábanas, su rostro enrojecido por las lágrimas no era algo bonito de ver, aunque Taehyung una vez le había dicho que incluso así era lo más hermoso que había visto.

El primero en asomar su cabecita por la puerta fue Jimin, que al no entrar del todo fue empujado por Hoseok, no podían esperar para decirle la noticia a Jungkook y por supuesto mencionarle su nuevo cargo.

—Creo que no se encuentra muy bien— murmuró bajito el dios del aire—Mejor dejémoslo solo— Antes de huir Jimin había agarrado con fuerza la manga de su vestimenta.

—Eres un tonto, no se puede esperar, Jungkook está sufriendo por algo que no debe— Faltaba poco para que el rubio empezara a halarle las orejas por querer huir.

Y, mientras ellos seguían en su pequeña discusión las diosa del destino ya se había acercado a Jungkook.

—¿Jungkook?

Una bolita es lo que se notaba en la cama y los leves hipidos que Jungkook no podía controlar se escuchaban.

—Quiero... quiero estar solo— dijo, luchando con todo para que su voz no se escuchara demasiado rota.

—Ves que esta sufriendo— una palmada en su hombro— Hay que decirle todo—Dijo el dios del agua.

—Jungkook, nosotros tenemos algo muy importante que decirte— Se Kyung estaba tratando de quitar las sábanas que no dejaban ver al semidiós. Jungkook seguía aferrándose a ellas.

DIOS DE LA NOCHE | Taekook | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora