Prologo

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20 de Mayo del 2019

—Recuerda Daniel, si sientes que vas tan rápido que ya no puedes ni siquiera ver el camino, paras la moto, no importa que no ganes— dijo el chico de cabello café mientras le pasaba el casco a su amigo.

—Collins, yo nunca pierdo— aseguró el castaño.

—Jamás digas nunca, solo hazme caso— su amigo le dio por último una sonrisa.

Al encender las motos y que los motores empezaran a rugir, la multitud de personas comenzó a estallar a gritos, muchos gritaban el nombre de Daniel y otros le apostaban a su contrincante aunque los dos estaban muy parejos, ninguno había perdido una carrera jamás.

Una bella chica rubia se puso entre medio de las motos a una considerada distancia, alzó el pañuelo rojo y solo bastaron cinco segundos para que esta lo soltara y las motos salieran disparadas de ahí. Daniel como siempre tenía la delantera y no pensaba perderla, era su última carrera antes de graduarse, se lo había prometido a su madre.

No más carreras ilegales.

El castaño le dio aún más rápido al notar que su rival casi lo emparejaba, como lo había dicho su amigo antes, iba tan rápido que apenas y podía ver. A lo lejos en el camino pudo visualizar una rama, pero lo que él pensaba que era solo una pequeña terminó siendo un gran tronco de árbol. El rival de Daniel alcanzó a frenar la moto pero el castaño que apenas podía ver por la velocidad se estampó contra el gran tronco.

Ahora estaba por los aires.

Fue tan fuerte el impulso que tuvo que el casco salió volando y al momento de que el castaño se estampara contra el suelo lo hizo sin el casco. Solo pudo mantener los ojos abiertos por diez segundos más y alcanzar a visualizar a su amigo el cual le rogaba que no cerrara los ojos, pero fue muy tarde.

Para Daniel todo se volvió negro cuando quedó inconsciente.

No pensó sobrevivir, ni que de ese momento en adelante no tuviera visión de nada más.

Más allá de tus ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora