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ESTRELLAS

La verdad, como el agua, viene y va pero permanece a pesar de la muerte y cuando lo sepas, grita.
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Estaba sentada en una silla esperando la siguiente misión, pero mi mente estaba perdida, mi corazón dolido, me sentía débil, perdida.

-ALEX!!- escuchó una voz que me saca de mis delirios, miro al líder del sector fuego, todos los ojos puestos en mi.

Mierda no escuche nada.

-Como decía, la siguiente misión es la corona del rey Valtra, forjado en las llamas del mismísimo dragón de fuego, Nix- hablo con grandeza orgulloso de su sector, quien diablos es Nix, me miro y siguió. -Bien, majestad, quien la acompañara en este viaje?-

Todos estaban expectantes, Obviamente no Sam, Fred no creo que sea algo para el, Mikel inteligente pero necesito fuerza, Val bueno es Val, quien, derrepente una idea cruzo por mi cabeza, habia tomado mi decisión.

Serberius tu que dices*

Sin duda nunca dejas de sorprenderme majestad*

-Quien me acompañara será........- Mire sus caras, sin duda una gran idea. -Ninguno de ellos- termine con una expresión despreocupada mientras escuchaba sus exclamaciones, me estaban hartando.

-SILENCIO!! mi decicion esta tomada, no me acompañara ninguno de ellos..mas si lo hará uno de sus dragones-

-QUEEE!!-
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-Pensé que era una buena idea, ya sabes para conocer mejor al jinete debo conocer su dragón- hablaba con nadie en general mientras me acostaba en el lomo de Serberius.

Mire el cielo, nunca podre describir la sensación del viento en mi rostro, estirar mi mano hacia el cielo, tener las nubes y las estrellas tan cerca y a la vez tan lejos, momentos como este eran los que me hacían feliz, al menos haci me podia sentir capaz, fuerte...invencible, cosa que cambiaba cuando literalmente ponía los pies en la tierra.

Habia traído conmigo a Nifty, el dragón de Mikel, pensé que si era difícil hablar con humanos seria mas sencillo conocerlos en su interior, es decir sus dragones, en mi estancia había aprendido que los dragones son una extensión de tu alma, solo que ellos actuaban y se dejaban llevar con libertad mientras que nosotros tendemos a limitarnos.

Nifty era inteligente, calculador con un hambre de conocimiento, perspicaz y leal.

Mi mente me trajo devuelta a cierta ojiverde, haciendome suspirar en añoranza.

Te gusta cierto* hablo derrepente Nifty, asustandome, haciendome mirarla confusa.

La señorita Samantha, te gusta* dijo mas en afirmación que pregunta, lo dije no, perspicaz.

-Ella es igual a las estrellas que tanto miro, es una princesa, delicada como una rosa pero tan fuerte como el roble, puede romperse tan rapido como el cristal pero tenaz como una guerrera, con la misma gracia y salvajismo- Dije amargamente. -si, ella es como una estrella, no importa cuanto trate de alcanzarla ella esta demasiado lejos, no importa si la quiero....es imposible.

Estaba a punto de hablar cuando me sentí cayendo.

Quien puede ser lo suficiente mente estúpido como para divagar sobre una chica y no darse cuenta de que se acercaba al borde.

A si, solo yo.

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