Alex es una chica con un pasado incierto, es la clásica niña nerd a la que todos molestan al contrario de lo que muchos piensan ella es mas fuerte de lo que parece ,pero siempre supo que faltaba algo.
aquella fuerza sera probada
Ella una chica arro...
-Joder!!, Alex! Por favor!! Vamos princesa!!, no me dejes!!, por favor!!-. .esa voz, Samantha, esta llorando?? Sam??. -Por favor, te necesito-
Sentí mis pulmones contraerse, expulsando el agua, me sente rápidamente tociendo y respirando pesadamente, mis ojos buscando instantáneamente a la dueña de la voz solo para se derribada por un cuerpo.
-Dios me alegro que estés bien- la mire, tenia su rostro escondido entre mi cuello, pero pude saber que esta llorando por el recogimiento en sus hombros, me olvide de mi falta de aire, me dolía mas verla así, y aun mas si yo soy la razón, en verdad soy una idiota.
-Estoy bien, por favor no llores, mirame- . hable suavemente mientras la tomaba de las mejillas. -Mientras me necesites estaré a tu lado, no te dejare sola, después de todo te lo prometí no?-. Trate de calmarla suavemente, haciendo una leve referencia a lo que dijo. -Además no me perdería por nada la oportunidad de verte de nuevo, tus ojos, tu voz, tu pelo- Estaba en un trance, de a poco la fui jalando hacia mi, podia sentir su aliento chocar con el mio. -Como podría, Sam- nuestros labios rozando, me arme de valor y
*Lo logramos!!* Escucho la voz de Serberius un segundo antes de que caiga desde el cielo, haciendo nos salte y automáticamente separarnos, vaya amigo.
*Ooh si vaya que lo hiciste!* Maldita sea, estuve tan cerca, enserio yo iba a..
*A ah vaya , lo siento, yo no quise* trato de arreglar, pero bueno algo así era irreparable, ahora ella sabe que podría o no sentir algo por ella, simplemente perfecto.
-Imposible, como.. pero..cuando tu??- mi atención cambio hacia Sam encontrando su mirada de asombro en mi mano derecha, seguí su mirada confundida, mis ojos se abrieron al ver lo que tenia, una joya morada brillando de poder, como demonios llego allí tenia la forma de un ojo de dragon, lo mire y de la nada entro en mi cabeza.
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-Detente- dije desesperada mientras trataba de quitarme el anillo, mis dedos temblorosos tiraron de el anillo pero por mas que lo jalara no se movía ni un milímetro al contrario era como si se apretara cada vez mas, mi cuerpo comenzó a sentirse frió, el temblor se exparcio por todo mi cuerpo, incluso Serberius se veía debilitado, mire a Sam en busca de ayuda, pero apenas pude verla abrir la boca para hablar antes de perderme de nuevo en aquella pesadilla.
-Se te acaba el tiempo Alex- dijo aquella voz que había comenzado a odiar
-Crees que podrás salvarlos a todos, mirate temblando de miedo, patética!!, te paras con orgullo rezando por poder protegerlos, les mientes y engallas, los haces sentir seguros cuando la verdad es...-. la voz se acercaba mas y mas no importaba cuanto tratara de alejarme.
-Que hasta tu sabes que morirán, y será tu culpa después de todo..- Silencio!, callate!!, cállate!!!!, había comenzado a perderlo entonces mi piel se erizo, no lo soporte, el fuego comenzó a envolverme y con el la sed de sangre, ira, miedo y odio cuando termino de hablar, con esa frase, esa maldita frase.
-de tal palo tal astilla no?, Lex- eso es todo, se acabó, tenia que matarlo.
Encendí una llama en mi palma y la lance en cualquier dirección, ya no importaba, la ira y el dolor me habían cegado, cada bola de fuego lanzada avivaba algo en mi era....divertido, conoce a reí alazar, definitivamente perdí la cabeza, una bola de fuego mas y mis rodillas tocaron el suelo, me sentía derrotada, definitivamente no me reconozco yo no soy así, pero no puedo evitar sentir que ...a cada paso mas cerca de la victoria yo..... pierdo una parte de mi.
-Alex detente!!!, mirame no es real!!!, Alex!!- escuche la voz de Sam trayendome a la realidad
Parpadeo ligeramente al sentir cambiar mi entorno encontrando una vista de una Sam realmente aterrada que me termino de romper, ese terror era causado por mi, mire alrededor, había árboles ardiendo y uno que otro totalmente carbonizado, que había echo, la mire y trate se alcanzar su mano solo para verla retroceder en posición de defensa, mire sus ojos estaba asustada, asustada de mi.
-Sam, princesa, soy yo, Alex, por favor no tengas miedo, mirame, por favor no te alejes- intente de nuevo, esta vez ella no se alejo pero me miro perspicaz. -Sam, no me dejes,...lo te necesito- termine por susurrar sin estar segura si me escucho o no, dios si ella me odiaba yo definitivamente perdería el control, de alguna manera ella siempre lograba salvarme, incluso de mi misma, una vez vio que todo estaba bien no dudo antes de abrazarme con fuerza por segunda vez.
-Joder Alex!!, deja de darme estos sustos, primero casi mueres y luego casi me matas, mierda.-
Solo pude enterrar mi cara en su cuerpo mientras le devolvía el abrazo con fuerza, pensar el perderla o que me odie por mi culpa era aterrador, yo en verdad la nececitaba.
La mire, su cabello blanco con tonos negros y grises, desordenado por la conmoción, mire sus ojos verdes perdiéndose en ellos entonces mis ojos bajaron a sus labios rosados, la quería tanto, pero tenía miedo de su rechazo, en ves de eso recordé algo de mi mundo, desvían que cada beso debe tener significado así que fue lo que hice.
Tome un mechón de su pelo pensándolo suavemente.
"Deseo"
Bese su frente
"Bendición"
Por encima de sus pestañas
"Adoración"
Sus mejillas ahora ligeramente sonrojada
"Cariño"
Y sin mas me aleje lentamente, mirandola, sus mejillas rosas y ese ligero brillo en sus ojos lo eran todo para mi, mi corazón latía rápidamente, y entonces como por arte de magia se detuvo solo para latir con aun mas fuerza, mientras mis ojos se abrieron en sorpresa.
Me beso, sin esperar le correspondía con la misma pasión, nuestros labios encajaban perfectamente, echos el uno para el otro, eran tan suaves que podría volverme adicta a ellos, sentí sus manos jalar de mi cabello haciendo temblar mi columna y soltar un leve gemido en satisfaccion, mi estomago a punto de explotar por aquellas mariposas, creía que lo que decían era mentira, aquellas chispas y descargas pero ahora, besando a esta chica podía sentir cada una de ellas, mordi su labio inferior en respuesta y pude sentir mi cuerpo dejar de respirar al oir el pequeño gemido que salió de su boca, lamentablemente la necesidad de oxigeno se hizo presente, me aleje delicadamente mientras acercaba su cuerpo al mio, tocando su frente con la mía, la mire a los ojos ahora oscuros del deseo, pero sabia que este no era el momento ni el lugar, al menos no para ella, ella merecía un lugar tan especial como ella, así que decidí preguntar.
-Y eso por que-
-Te falto uno- recordé lo que había echo y pude sentir mis mejillas calentarse.
