DESTINADO - Lesbian history

RESPIRO

POV SAMANTHA

Mire como el cielo oscurecia y aun no podíamos hacer nada.

-Maldición- mire como Mikel murmuraba exasperado -No puedo detenerlo

-Hay que sacarla ahora!!- grite en desesperación -Has algo lo que sea, alguien?!!

Los mire, todos tenían la misma mirada, no lo soporte.

-Sam no, espera!!- podía escuchar los gritos de Vi tratando de detenerme pero yo ya estaba decidida, no sabia por que me comportaba así, lo único que sabia era que debía ponerla a salvo, a cualquier costo.

Con eso en mente, empuje las puertas del simulador, caí de rodillas gritando, entrar a una secuencia iniciada era peligroso pero cuando mire al frente la vi ahí estaba ella.

Con toda la fuerza que pude me levante y grite -Alex abre los ojos, tienes que salir de allí!!- por favor Alex.

No entendía por que sentía esa desesperación, fue como si nada mas importara, ni siquiera yo, apenas logre sacar su consciencia del VR corrí hacia ella y la tome en mis brazos saliendo de la sala, para cuando me di cuenta ya estaba corriendo camino a la enfermería, seguida por los chicos...

-Hmm- unos murmullos me hicieron detenerme inmediatamente, había dejado a los otros corriendo de tras de mi, y  apenas me di cuenta de ello, volteo buscandolos para encontrarme con la nada, tan rápido corri que los deje atrás?

-S-Sam??- mire hacia abajo encontrándose con esos ojos café, al instante sentí mi respiración fallar, su voz sonaba débil y rota, sus ojo me miraron con aprecio y gratitud, verla así me rompía el alma. -Gracias- murmuró temblando mientras me pegaba mas a su cuerpo, protegiendola, que me pasa??

-Ah si, denada- conteste como si nada arrepi viéndome al instante al ver su mirada caer - yo, te llevare a la e enfermería- dije comenzando a caminar solo para ser detenida por la chica en mis brazos.

-N-no yo, solo quiero ir a un lugar tranquilo- dijo mirandome con ojos de cachorrito, mierda, que linda, espera que?? -Podrías llevarme si no es mucha molestia.

Realmente no queria, solo debía llevarla a la enfermería y ya, pero de nuevo ella casi muere.

Suspire habia tomado mi decisión.

-Deacuerdo, pero hay que apurarse- dije comenzando a correr al escuchar a los chicos aproximarse.

No pare de correr, subí por las escaleras, pasillos y finalmente llegamos...

-Wooa, es hermoso- mire divertida la cara de asombro de Alex.

-Lo es, este es mi lugar, es secreto así que mas te vale no decir nada, deacuerdo princesita??- dije bajando la para que ella pudiera explorar mejor.

Mire con una sonrisa como hacia señas de cierre en su boca antes de dirigir mi vista a las estrellas.

-Donde estamos??- pregunto curiosa

-esta es la torre del amour- conteste sin mirarla.

-Del Amour ??- volvió a preguntar acercandoce a ver la vista junto a mi.

Voltee la mirada hacia ella, por primera vez la mire en verdad, la luz de la luna tocando su rostro, las estrellas reflejandose en su mirada, y sus labios entreabiertos ante la vista, entonces respondí

-Torre del amor- su mirada se cruzo con la mía y el tiempo paro, baje la vista y cartas pie recuperando el aliento, cambiando mi enfoque a les estrellas mientras la oía suspirar, entonces se me ocurrió una idea.

*Tritus,ven estoy en la torre*

-Ven conmigo Alex- extendi mi mano hacia ella siendo recibida por una mirada confusa. -Solo toma mi mano, princesa- decir que no me sorprendí seria mentira, no se que me pasaba, se sentía bien, correcto.

Vi su mano tomar la mía con firmeza, y sus ojos reflejando una sola cosa, yo.

Con una sonrisa la jale tirando de ambas por la ventana, riendo de los gritos de su majestad.

Y cesó, detergente estábamos suspendidas en el aire, mientras ella apretaba el agarre en mi cuerpo, vi sus ojos cerrados fuerte mente con una sonrisa.

-Vamos Alex, abre los ojos- susurre cerca de ella.

-E-Esto es..- la mire con duda .-Increible!! -

Esta chica es un problema, jamás me habia importado alguien a tal magnitud debía alejarme, aunque una parte de mi decía que me dejara llevar estaba esta parte que sabia que ella estaría mejor sin mi, ademas es solo una humana, la mire, solo una de tantas, ¿verdad? No, no cuando mi  corazon gritaba de emoción al verla sonreir, apuntando las distintas partes del castillo y el cielo, esa risa de niña, donde mas podría encontrar tal chica, si, no hay nadie como tu.