Prologue

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En este planeta, todo ser humano nace con un contador tatuado en el interior de su muñeca derecha. Un tatuaje pequeño, una simple línea de diversos dígitos y letras, que se mueve en cuenta regresiva, sin detenerse nunca.

¿A qué conduce dicha cuenta regresiva?

Se trata simplemente de un contador que llegará a cero en el momento en que conozcas al amor de tu vida. A tu alma gemela.

Cada persona tiene un tiempo diferente cuando nace: desde el momento en que la primera bocanada de aire llena tus pulmones, el contador comienza a moverse. Años, meses, días, minutos, segundos... el tiempo pasa y no se detiene; el contador tampoco.

Cuando el contador está a un par de horas de llegar a su fin, no dejas de preguntarte dónde estarás. ¿Seguirás allí atorado en el tráfico esperando volver a tu solitario departamento después de un largo día de trabajo? ¿Estarás sentado en un asiento del camión escolar, esperando llegar al instituto? ¿O acaso serás ya un anciano que descansa sin preocupaciones en su casa de retiro? El contador puede detenerse apenas tengas seis años, o demorarse hasta que cumplas los sesenta. Pero si algo es cierto, es que sin importar qué tan lejana o cercana se vea aquella fecha, el contador nunca se equivoca.

Es por ello que el ver como el contador se detiene al llegar a cero, es un evento muy importante en este mundo. Casi todas las personas se aferran a él, sabiendo que una vez que conozcan a esa persona que detendrá aquella cuenta regresiva, habrán encontrado al amor de su vida, y nunca más estarán solas. El saber que tu vida no será la misma, que encontraste a la persona con quien te casarás, tendrás hijos, vivirás experiencias maravillosas hasta el día de tu muerte...

Cuando tu contador te informa que te quedan menos de veinticuatro horas, es ese el día en que te decides a vestirte de la mejor manera. A peinarte, perfumarte... en fin, quieres verte perfecto para aquel encuentro único e irrepetible. Cuando apenas quedan un par de horas, no dejas de imaginarte, basado en el sitio en donde estés, cuál será el evento que te hará conocer a aquella persona. Y cuando restan apenas unos minutos, no puedes evitar mirar a todo aquel que se encuentra a tu alrededor. ¿Será él? ¿Será ella? ¿Dónde está?

Y entonces, apenas aquel último segundo se convierte en cero, tú mirada se entrecruza con la de esa persona y el tiempo se detiene. Es como volver a ver. Como si por primera vez pudieses ver un mundo lleno de colores. Todos los aromas y sabores llegan a ti como una revelación divina, como si hasta antes de ese instante no estuvieras realmente vivo. Todo el universo se resume en aquel instante en que ves por vez primera a aquella única persona. Aquel único ser que es tuyo porque tú también le perteneces. Cuando las dos partes de una sola alma que fue separada al nacer, se vuelven a unir.

En este mundo, hay personas que viven esperando aquel mágico momento.

Pero también hay otras que viven deseando que aquel instante nunca hubiese ocurrido.

Pero también hay otras que viven deseando que aquel instante nunca hubiese ocurrido

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Cuenta Regresiva [A Mashikyu story]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora