CAPÍTULO 14 La leyenda de Liocott

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Estábamos todos en la sala de reuniones comentando como iba a ser el entrenamiento para hoy ya que para nuestra suerte los Emperadores habían ganado y eso nos mandaba a la semifinal. Odio esta parte. Intenté concentrarme todo lo que pude en las explicaciones de Celia hasta que una extraña energía me hizo estremecerme, no sabía de donde había venido ni lo que era pero seguía aquí podía notarla.

-¿Qué te ha pasado? -Susurró Caleb a mi lado.

-Presiento que algo horrible va a pasar.

Era cierto la energía oscura que me acababa de invadir era parecida a la que yo necesitaba para crear mis técnicas pero no parecía simplemente eso, tenía mas poder, mas maldad.

Sue y Tory entraron por la puerta, habían venido de visita a la isla para darnos ánimos, mientras yo buscaba de donde había salido aquella sensación. Como puede ser que algo tan poderoso no lo pueda ver.

-Que pulsera más bonita Sue. -Dijo Celia haciéndome prestar atención.

Lo noté, la energía provenía de Sue, pero no de ella si no de ¿su pulsera? No tenía sentido, no había ni la más ligera mota de oscuridad rodeando su brazo pero entonces sacó otra pulsera que llevaba en el bolso al parecer Tory no la había querido y con razón emanaba un poder siniestro y antes de que nadie pudiese tocarla me acerque. Sue me dejó coger la pulsera y vi la oscuridad la rodeaba y no solo eso estaba llamando a Celia para que se la pusiese pero ni de broma podía permitir eso así que me la probé y como temía ya no podía sacármela.

-Chicas he encontrado algo interesante. Mira Celia. -Intervino Nelly.

-¿Que es? -Pregunta curiosa Sue acercándose.

-Se trata de una vieja historia que cuenta que en la antigüedad, la isla de Liocott era el lugar donde chocaban los reinos de celestia y demónica. Cuentan que durante mucho tiempo los habitantes de uno y otro reino se enfrentaron entre ellos por ver cuál de los dos dominaba al otro pero jamás fueron capaces de conseguir un final definitivo de modo que para terminar de una vez con esos enfrentamientos inútiles decidieron empezar a usar el método que los humanos usaban para resolver sus diferencias. El partido de futbol dio como resultado la victoria de los habitantes de celestia así que el rey de los demonios, el líder de demónica, fue capturado y encerrado y la guerra librada durante tantísimo tiempo había terminado por fin. -Nelly explicó la historia dejándonos ver unos extraños jeroglíficos. 

-Aquí hay mas -Interrumpió Celia. -Después de encerrar al rey de los demonios los habitantes del reino celestial e infernal se retiraron al monte magnitud, el volcán que está en el centro de la isla, además, se dice que entre la gente que vive en las cercanías del monte magnitud de vez en cuando aparecen chicos y chicas que son capaces de usar los poderes misteriosos de celestia o demónica.

-Las pulseras que tienen Sue y Arisa son iguales a las que aparecen ahí. -Comentó Nathan señalando el jeroglifico. -¿Entonces todo lo que se cuenta de la antigüedad es verdad?

-Hasta ahí no puedo asegurarlo, puede que no sean más que unas imitaciones pero el hecho de que no se las puedan quitar es lo que me preocupa. Tampoco aparece en ningún sitio como se podían usar, aunque, por lo que se cuenta, parece que los habitantes de celeste y demónica los usaban en algún ritual pero no sabemos en qué consistía.

-Bueno a mi no me importa, ademas es muy bonita. -Sentenció Sue.

Nos fuimos al campo de entrenamiento y Caleb me separó un poco del grupo para poder hablar.

-¿Tu lo sabias verdad? Eso que sentiste antes eran las pulseras ¿no?. -Muy observador Stonewall.

-Si, aun no entiendo que son exactamente pero tienen oscuridad.

-¿Y tu mejor idea es ponértela?

-La pulsera estaba llamando a Celia ¿que querías que hiciese? Al menos yo puedo controlar oscuridad.

-Dios eres una impulsiva.

Sonreí ante el comentario, era increíble como el chico frente a mí a pesar de ser un borde arrogante me había ayudado y se había preocupado tanto por mi. Me incliné sobre las puntas de los pies y le abracé dándole un corto beso en la mejilla. Actualmente después de la dichosa fiesta no eran extrañas las muestras de afecto delante de nuestros compañeros ya que era mas que evidente que estábamos "saliendo". Además aunque fuese un imbécil le había cogido mucho cariño durante este tiempo y a pesar de que no lo quería ni una quinta parte de lo que aun quiero a Joe me reconfortaba tenerlo conmigo.

-Ey! Mark! Chicos!. -Saludó Paolo entrando en el campo. 

-Paolo! ¿Que haces aquí? -Preguntó Mark

-Venimos a daros ánimos para lo que os queda, sois los representantes del grupo A. Además queremos enfrentarnos a vosotros en la final.

-¿Venimos? -Volvió a preguntar Mark.

-Hi, darlins! -Gritó Dylan desde la parte alta del campo. Estaba acompañado de Thiago, Edgar y Marky.

-¡Mis amores! -Dije en un perfecto español yendo a saludar a los dos americanos.

Después de los saludos decidimos que lo mejor era entrenar teniendo un partido con ellos por lo que Mark y yo nos ofrecimos como capitanes y rápidamente Caleb, Marky y Dylan se unieron a mi equipo. 

Nos lo estábamos pasando bien cuando el sonido de tormenta y la repentina noche invadieron el campo. En un abrir y cerrar de ojos el sol ya no estaba y todos nos quedamos mirando a la persona que acababa de aparecer. Un chico pelirrojo con lo que parecían ser alas sostenía a Sue inconsciente en sus brazos y todos corrieron intentado que la soltase pero faltaba algo, aquel chico no podía haber sido el responsable de la falta de luz.

-¿Me buscabas? -Un chico de moreno pelo largo había aparecido detrás mía.

No podía responder, su poder, su energía me estaba colapsando. Sentía los gritos de mis compañeros clamando al chico frente a mi que me dejase y se fuese pero sabía que eso no iba a pasar. Lo último que sentí fue sus dedos pasando por mis mejillas y haciéndome caer en un profundo sueño.

-¡Arisa! ¡Arisa!

La estúpida princesa de la oscuridad~Inazuma ElevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora