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Los ojos del pintor recorrían el cuerpo del chico pálido, era delgado, unos ojos gatunos que eran coquetos naturalmente, sus labios delgados pero igual de bonitos de un tono rosa pastel, mejillas gorditas, un tono de piel lechoso que se vería bonito pintado a pincel, su cabello era ondulado y bajando hasta su cuello que era igual de blanquecino lo encontraba que era un ser bello. Pudo notar que la sonrisa que llevaba mostraba sus rosadas encías lo que le  hacía ver aún más hermoso sonriendo, sus rasgos era finos, un cuerpo perfecto y manos delicadas.

Entonces, pensó que sería el indicado.

-aamh, ¿señor? -decía al fin el chico un poco incómodo por el silencio tan repentino-

Seokjin sacude la cabeza, aveces podía quedar aturdido ante sus obras de arte, porque no cabía duda que este chico podría ser su próxima obra maestra.

-Lo lamento, vengo a pagar estas gomitas. -respondía el pintor sin dejar de ver a ese chico lindo que se veía inocente-

El chico asiente sonriente viendo el precio de aquellas gomitas.

-serían tres dólares.

-claro.

Al pagar, Seokjin pudo rozar sus dedos con suavidad al entregarle los billetes.

Mierda, este era el chico que estaba buscando hace bastante tiempo.

El vendedor quedó confundido, pues aquel chico se le quedaba viendo como si nada, y era como si lo estuviera acechando.

-supongo que bienvenido al pueblo, espero que nos llevemos bien, digo, venimos de las mismas. -bromea haciendo ladear la cabeza del pelinegro- en fin, soy Min Yoongi. -se presentaba con una sonrisa-

Seokjin al fin vuelve a pisar la tierra, con una mano desordena su cabello y dirige su vista hacia el pálido de bonita sonrisa.

-Yo soy Seokjin, Kim Seokjin, mucho gusto y gracias por tu bienvenida. -decía encojiendose de hombros-

Yoongi pensó que era, demasiado, extraño. Pues parecía tener una actitud negativa y esa mirada, lo volvía incómodo.

El pelinegro se toma la molestia de tomar la mano contraria acariciandola suavemente, Yoongi sintió un ligero sonrojo al presenciar tal acción.

-dime, ¿te gustaría ser parte de mi nueva obra de arte? -pronunciaba las palabras que salían de sus agrandados labios rojos viendo al vendedor fijamente con seriedad-

El vendedor de tez pálida mira a su cliente con confusión, los ojos abiertos como platos y la boca entreabierta, ¿Qué?

De inmediato retira la mano que era aprisionada por Seokjin.

-¿disculpe? -preguntaba un tanto confundido e impactado debido a las palabras de Seokjin, quien ni siquiera conocía del todo.-

Seokjin se acomoda en el mostrador, sin dejar de verlo con aquellos profundos ojos que mostraban seriedad.

-Soy un artista distinto, busco la perfección en las personas. -hace una pausa- pero a través del sexo.

El vendedor se sobresalta, realmente no entendía nada.

-Seokjin, mi trabajo y mi tiempo son algo realmente serio, si esto es una broma o alg-

-mi profesión también es algo serio. -interrumpía- y digo que no solamente quiero pintarte, si no también conocerte más allá. Si sabes a que me refiero. -decía neutro-

Yoongi solo se quedó viendo al sujeto, creía que estaba totalmente loco en proponerle estar en algo tan loco como eso, de entregarse a él carnalmente, ¿qué demonios pasaba por la cabeza del sujeto?, se acaban de conocer por dios.

El vendedor aprieta sus labios, para él la respuesta era sencilla con un "No" bastaba, pero, ¿qué tal si se lo pensaba?

La verdad es que no podía concentrarse estando con unos ojos puestos en él intimidandolo como si fuera su presa.

Oh, mierda.

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ʙᴇᴀᴜᴛɪғᴜʟ || ʲⁱⁿˢᵘ 🎨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora