Capitulo 46

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Jacob
Todo marchaba mejor, o eso parecía. Nessie regreso a sus actividades normales en la escuela, eso sin duda me inquietaba un poco ya que debíamos estar pendientes por cualquier cosa, aún así yo también intenté volver a lo mío. Desde que ocurrió el accidente de Nessie había descuidado por completo mi taller, ya tenía semanas que no lo atendía por lo que no dude en volver a trabajar. No por nada dedique más de 3 años de trabajo duro para poder tener el taller que tanto había soñado.
Estando trabajando en nuevos coches que me encargaron en cuanto se enteraron que había vuelto, Sam apareció allí.
- Jacob - anunció su llegada mientras me mantenía concentrado en un motor
- ¿Que pasa Sam? - dije sin dejar de hacer lo mío pero prestando suficiente atención
- Tengo noticias - dijo rápidamente con la misma voz que siempre conocía, fría y autoritaria
En un solo movimiento solté la herramienta que tenía en la mano y lo mire a la cara deseando que no fuera algo de lo que se me había venido a la mente
- Sigue volviendo el tal vampiro- dijo con cara de pocos amigos- Jacob, deben de hacer algo ya. No se que planes tienen ahora esos tal Volturis, pero sin duda están perjudicándonos
- Debemos estar alerta, lo podemos atrapar si solo es él- se me hacía un nudo en la garganta del enojo e impotencia que volvía a surgir en mi
- Ya no estamos en posición para eso, Jacob - dijo rápidamente, con cara de cansancio - Mi manada se a encargado de esto durante mucho tiempo, mientras tú te la has pasado con ella.
-No he podido dejarla sola, necesito estar con ella todo el tiempo posible. Son capaces de todo esos malditos chupasangres - bufé. Del solo recordar y pensar en el tema me ponía muy mal.
-Nosotros también tenemos una vida, y no nada más nos la pasamos vigilando o tratando de ayudarte - aunque estaba enojado no perdía la compostura como yo estaba tratando de también hacerlo.
- Tu sabes muy bien lo que pienso del tema, Sam - Sabia que me refería a la conexión directa con nuestros pensamientos
- Se lo que Renesmee significa para ti. Pero eso no quiere decir que debamos desgastarnos tanto como tú quisieras. Ya no lo haremos más hasta que encuentres el balance- se puso firme - puedes preguntarle a tu beta cómo está- dijo marcando perfectamente su expresión dura - Encárgate de esto, Jacob- salió del taller sin decir más
Permanecí en silencio al suponer a lo que se refería. Desde hace una semana que llegue del viaje con Nessie, no he tenido tiempo suficiente para hablar bien con Leah, se supone que ella estaba a cargo en mi ausencia, no se lo tuve que pedir ya que sabe cual es su papel en cada caso, pero ... ahora que trataba de poner toda mi atención al tema, me di cuanta que si estaba actuando más disgustada que en otros días cuando se trataba de Renesmee.
Maldiciéndome por empezar a sentirme de lo más estupido cerré el taller y me dirige a la casa de Leah para hablar con ella.
Al llegar note que estaba Justo en la entrada, sentada en los escalones de madera que daban a la puerta. Estaba con los ojos cerrados y en cuanto escucho el rugido de la motocicleta se puso alerta al instante
- Vaya - suspiro con gran amargura mientras estacionaba mi moto
- Tenemos que hablar - Aun no sabía bien que iba a decirle
- Ay, por favor, Jacob- dijo rodeando los ojos y levantándose de su lugar - Si vienes para pedir más vigilancia y demás déjame decirte que pares, porque nos volverás locos a todos
- ¿Porque no me has dicho como te has sentido con todo esto? - la mire fijamente
Leah de inmediato se sorprendió con la pregunta y sentí como estaba buscando que decir
- ¿Porque no me lo has dicho? Se supone que eres mi mano derecha, pero ... no se aún con exactitud que te molesta de todo esto. Se que nunca entenderás totalmente el tema de imprimarte en alguien, pero tienes una idea de lo que esto es para mi.
Permaneció unos segundo en silencio y volvió a endurecer sus facciones
- ¿No te lo ha dicho Sam? Estamos cansados de tu obsesión por la protección de la híbrida o no se de que otra manera llamar a lo que quieres que hagamos día y noche - bufó - Pero claro, no me pudo quejar porque seguro me quitarás de beta - se volvió para entrar a la casa
- Leah - la seguí de prisa
- No podemos hacer más, Jacob - se detuvo en la cocina apoyando sus manos en la mesa y bajando la mirada
- ... Perdón por ... dejarlos solos en todo esto - me costaba admitir que definitivamente estaba siendo muy egoísta - Se que les he dejado todo el trabajo y que he estado obsesionado con todo esto de alguna manera, pero créeme que es inevitable. Todos los malditos días me levantó con esa impotencia y preocupación de saber que nada a cambiado, y que no haya hecho nada- me acerque un poco más- Yo no soporto el siquiera pensar que le pueden hacer algo en cualquier momento. Yo ... tengo miedo de no saber que más hacer- dije casi a susurro
- No te lo dije porque no quiero verme como la débil - dijo apenada sin moverse- Se que me has confiado el mando desde hace mucho, ¡pero vamos! - me miro de golpe subiendo su voz - te estás desgastando de más, Jacob. Desde que Renesmee llegó a tu vida poco a poco te has vuelto más egoísta. Se que no es tu culpa, todos te entendemos, o casi todos - aclaró- pero ... esta no es nuestra batalla, a final de todo - frunció el ceño
Tenía razón, y por tenerla sentía que debía pensar bien en lo que haría ahora. Ya sabía que estaba actuando mal, pero no era el momento para discutir o simplemente dejarlo pasar.
- Vuelvan a lo suyo - fue lo único que pude decir
- Jacob - ignoro lo que dije- ¿Recuerdas la última vez que estuviste en una platica de fogata? O ¿cuando fue la última vez que saliste a jugar fútbol en la push con la manada? - "hace varios meses" pensé
-Yo me encargaré de esto a partir de ahora. - dije sin contestar a sus preguntas saliendo de la casa con rapidez.
Escuchando a lo lejos la llamada de Leah no hice mucho caso y me dispuse a manejar un rato a donde fuera que me sacara lejos de aquí.
Renesmee
Subí al segundo piso de la casa por algunos libros para mi tarea de biología cuando me atrapo de inmediato la presencia del piano que se veía no habían tocado en tiempo. Me di cuanta que desde que había entrado a la escuela ya no había tocado. Cada semana sin falta lo hacía, gracias al gusto que tenía mi padre por enseñarme y tocar, se volvió de mis actividades favoritas.
Rápidamente me senté y admiré un momento el piano. Después empecé a tocar mi canción favorita, como si fuera automática mi acción ya que siempre que me disponía a tocar, esa canción llegaba a mi mente.
Empecé a tocar hasta dejarme llevar por completo. Con los ojos cerrados sentía como mi mano fluía en el teclado y se me llenaba de energía el alma con cada nota que tocaba. Conectaba perfectamente con la música, como si fuera hecha solo para mi.
Al acabar tan espléndida canción mire que estaba mi padre observando con una sonrisa en el rostro
- Ya eres experta con esa canción- dijo orgulloso
- No me canso de tocarla, simplemente es hermosa - suspire - Extrañaba tocar el piano, ya no lo había hecho

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