La primera y más dura despedida

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Desperté por los rayos de luz intensos que chocaban contra mi cara. En estos momentos me di cuenta que me sentía un poco débil. Ayer después de una lucha interna conmigo mismo volví a mi forma humana, y Justo ahora es cuando ya me empezó a dar mucho apetito.
Sin gracia empecé a prepararme lo primero que encontré de mis provisiones en la cabaña. En los estantes encontré unas latas de sopa y algo de café así que fue lo que me preparé.
La verdad era que yo mismo me estaba buscando esto ya que sin duda tengo quien me cocine. Hace unos cuantos años cuando recién había vuelto Rachel a vivir a mi casa, era quien se encargaba de todo el tema del hogar, pero siendo sincero no lo necesitaba mucho ya que en ese tiempo estaba completamente enfocado en Renesmee. Recuerdo que solo iba algunos días de la semana a dormir o a comer con ella y Billy, el resto me la pasaba en la escuela, el taller, en la casa de los Cullen, Charlie o donde sea que estuviera Renesmee. De todas formas, había otra cosa que me daba motivos a no estar en mi casa, y era la relación que había empezado a tener Rachel y Paul, que hasta la fecha aún no lo supero del todo.
Recuerdo muy bien el pequeño o más bien gran drama que tuvieron ellos dos. Cuando Rachel se entero de mi vida con la manada lo tomó bien, aunque siendo sincero me volvía loco con sus preocupaciones exageradas que tenía cada que se enteraba de algún problema. Claro que Paul nunca pudo mantenerse callado y todo lo que pasaba en su vida se lo contaba; no lo culpo, es su impronta y es algo normal que quiera agregar a Rachel en cada rincón de su vida pero el que le contara todo acerca de la manada nos afectaba a ambos en nuestra relación de hermanos. A todo esto de tener que lidiar a Paul como mi cuñado, me hizo ver de una manera aún más fuerte y específica que con los pensamientos que compartía con Sam. Cuando supe todos los sentimientos de Sam y su imprimación, sentí que ya sabía a lo que me enfrentaría más adelante con Renesmee, pero con Paul fue aún más ... "extraño" si lo puedo denominar de esa manera, porque cada cosa que pasaba con mi hermana, lamentablemente lo sabía.
En ese tiempo fue muy difícil poder convivir bien con Paul, pues aparte de sentirme muy incómodo al tenerlo siempre en mi casa; no podía tener ya ningún secreto o hacer algo sin que Rachel se enterará. Tan difícil era que estaba pensando seriamente en irme de la casa e independientemente por completo. Ya estaba lo suficiente grande; lo único que siempre me había detenido a hacerlo desde que mi vida cambió drásticamente al transformarme por primera vez, fue Billy. Sabia que nunca iba a ser mi obligación quedarme con el pero nunca tuve la fuerza para dejarlo solo, además, me gustaba mucho convivir con mi padre. La cosa con todo esto fue que tuve que ingeniármelas para quedar en un acuerdo con Paul. El acuerdo era que podía decirle todo lo que quisiera a Rachel, excepto una sola cosa, y era decirle lo de Renesmee. Claramente Paul no entendía porque no quería que mi hermana supiera sobre ella, pero la verdad fue que quería hacer las cosas bien; aunque Rachel iba a comprender mi caso completamente sobre mi imprimación, desde el principio pensé sobre cómo quería que fueran las cosas con mi impronta. Desde que me imprime de Renesmee pensé en muchas de las opiniones que podríamos vivir, y una de ellas era que quería presentarla como se debía cuando fuera el momento correcto. Así que después de una dura batalla quedó ese trato, además de prometerle que no me metería nunca en su relación.
Años después de la llegada de Rachel, ocurrió el verdadero caos entre ella y Paul. Rachel estaba entre la espada y la pared porque le habían ofrecido un gran trabajo en Italia específicamente; después de haberse graduado con tan buenas notas se le iba a ser muy fácil conseguir trabajo, pero ella mismo decidió tomarse un tiempo y por ende regresó a Forks. Cuando supo la oportunidad de trabajo que le ofrecían lo primero que pensó fue en Paul, que era su único limitante para irse. Sabía cuan fuerte era su conexión entre ambos y también se daba una idea de cuán difícil iba a ser si decidía separarse de Paul y como él lo iba a tomar. Aún así después de tantos rodeos, Paul decidió alentar a Rachel para que se fuera. Fue muy duro para toda la manda porque conocíamos explícitamente los pensamientos que él tenía. Aunque era imposible transmitirnos su dolor, era posible imaginarnos perfectamente cómo se sentía por sus pensamientos agonizantes. Él claramente quería estar con Rachel, era vital que estuviera con ella para persistir, pero era aún más fuerte el deseo por verla feliz; todos los que estamos imprimados sabemos eso. Haríamos cualquier cosa con tal de que aquella persona esté feliz, aún si eso significa no ser parte de su felicidad.
Rachel tomo la dura decisión de hacerle caso he irse para seguir sus sueños. En ese tiempo fue muy duro para todos en la manada, pues nuestro apoyo hacia cada uno es también tan incondicional, que ayudamos a Paul a que sobreviviera.
Nunca olvidare todas las veces que Paul nos decía que sin importar qué, la esperaría, y si es que ella no volvía nunca, aún así estaría tranquilo mientras supiera que habría cumplido con su deber de que fuera feliz. Siempre respetamos todas las decisiones que tomaba, y una de ellas fue nunca hablar del tema.
Todo fue muy triste ... hasta ahora, que después de varios años Rachel volvió. No se que planea hacer un futuro, pues no he podido hablar bien con ella o con Paul sobre el tema, pero sea como sea, deseo que esta vez pueda ser diferente para ambos.
Con todo ello me puse a pensar mucho sobre mi situación, pues no había nada que me diera más miedo que sabes que pueda repetirse la historia con Renesmee y conmigo.
No, claro que no, ni siquiera puedo imaginármelo. No quiero precipitarme antes de tiempo. Se que en cualquier momento ella regresará, y todo volverá a ser como antes, o más bien aún mejor que antes. Por fin pude decirle todo lo que sentía por ella y ahora que ambos sabemos lo que sentimos seguiré luchando día con día para que esté bien.

De una sentada terminé con la comida y recogí un poco todo el desastre que había dejado.
Ya no tenía nada que hacer, y sabía que aunque todos estaban consientes de que debía tener mi espacio, definitivamente estarían preocupados por mi. Así que decidí volver, dejando el lugar más tranquilo para mi.

Regrese algo agotado por fin a la casa, pues quise caminar a pie para no tener que vestirme de nuevo. Al entrar ya estaba preparado para recibir a Rachel y que empezara con el bombardeo de preguntas.
- ¡Jake! - escuché a mi padre quien mire sorprendió al verme entrar a la cocina - Hijo - suspiró mirándome aliviado
- Hola, papá- le dedique una media sonrisa aliviando.
- Jacob Black - entró un segundo después Rachel enojada desde la sala -¿Que ocurre contigo? ¿Porque no dijiste a donde irías? - me abrazo aún alegando
- Rachel ... no empieces por favor - me separe de ella rápidamente y puse los ojos en blanco disgustado. Lo único que quería hacer ahora era echarme en el sofá y esperar noticias de Renesmee.
Mi padre se mantenía en silencio pues ya conocía perfectamente mi temperamento y más cuando se trataba de días "desaparecido"
- No Es necesario, Paul ya me contó todo - dijo dedicándome su mirada asesina y luego dirigiéndose al chico sentado en el sofá quien puso cara de preocupación en cuanto clave mi mirada en el

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