Eres Mi Tortura || Stuart Twombly

16. ¿A qué le temes?

Erin.

Stuart no ha parado de mirarme a cierto punto que he llegado a sonrojarme.

—¡Dime algo! — le sonrío nerviosa.
Él suelta un suspiro.

—Hay algo que no me has aclarado — toma de mis hombros.

Seguramente quiere que le explique la estúpida regla.

—¿Sobre qué? — me hago la tonta.

—Sobre una regla que mencionaste. ¿A qué te refieres con eso? — yo bajo la mirada por un momento.

—Lo explicaré cuando sea el momento en el que termine todo esto. — y él me mira un poco confuso.

—¿Por qué no ahora? ¿A qué le temes? — y siento como sus manos llegan a mis mejillas.

—Por favor Stuart. Por primera vez entiende que tengo que arreglar esto por mi propia cuenta. — tomo sus manos.

—¿Segura? — me mira preocupado.

—Sí. Estoy segura de que podrás comprenderme y sé que esto lo debo terminar yo. Aunque antes tuve la oportunidad de hacerlo, pero aún es tiempo para solucionar esto. — solo acerca sus labios a milímetros de los míos.

—De acuerdo. Respetaré tu decisión. — lo miro — solo te haré recordar que estoy aquí.

—Está bien. — se aleja y toma sus cosas para terminar el proyecto.

Eso quería decir que aún no somos nada. Demonios.

[…]

Las horas transcurrieron y terminamos el proyecto. Stuart y yo nos miramos satisfechos por haberlo terminado.

Empiezo a guardar mis cosas y Stuart solo me observa. Nuevamente siento ruborizar mis mejillas.

—Espero que todo esto se solucione pronto. — dice algo inquieto.

—Yo igual espero lo mismo. — al tomar mi último lápiz toma mi mano.

—Solo dime a que le temes… — me obligo a mirarlo.

Vamos Erin… ¡Solo dilo! Admítelo.

—A perderte — digo en voz entre cortada.

Él solo se queda estupefacto a lo que le acabo de decir. Yo también estaba asombrada. Sabía que era una oportunidad que no podría desperdiciar después de un tiempo de todo lo que pasó.

Stuart.

Su respuesta me deja sin palabras. Al abrir mis labios mi madre llega interrumpiéndonos tanto que Erin se sobre salta y aleja su mano de la mía.

—¡Erin! ¡Que sorpresa! — dice mi madre  y entra a mi habitación para así darle un abrazo a Erin.

Ella lo acepta.

—Lo mismo digo señora Twombly — dice algo apenada.

—¿Interrumpí algo? — me mira y luego a ella.

—No. De hecho yo ya me iba. — se gira para tomar sus llaves y me mira y luego a mi mamá — hasta luego.

Se retira de mi habitación y yo solo me echo en la silla.

—Al parecer si interrumpí algo — me mira.

—Sí, pero es algo que se puede hablar después. — se cruza de brazos.

—La última vez que dijiste eso, no te fue tan bien. — se retira de mi habitación y pienso que ella tiene razón.

[…]

Tomo mi móvil y le envío un mensaje.

Chat

Cubito de hielo.

Hola. Me gustaría hablar contigo ahora.

Me acerco a mi ventana. Ella tiene la luz encendida de su lámpara. La miro acercarse. Y me responde.

¿Así por mensaje?

No. Iré al patio trasero ahora mismo. Hablaremos en tu habitación.

La miro con asombro.

De acuerdo.

Salgo sigiloso al patio y me dirijo al suyo y ella me espera en la puerta. Entro y subimos a su habitación sin ningún problema.

—¿De qué quieres hablar? — se encoge de hombros.

Me acerco a ella y la beso. Ella al principio queda impresionada, pero después continua con el beso.

—¿Qué fue todo esto? — pregunta después de terminar y me mira.

—Quiero asegurarme de no perderte a ti también — ella solo me mira hasta que después comienza mostrar una sonrisa. —Mi madre me abrió los ojos. Además lo pensé… y me dije que era algo que no tenía que perder con intentarlo. — ella acaricia mis mejillas.

—Quieres decir que… — pongo mi dedo sobre sus labios.

—Así es… Erin Martin ¿Quieres ser mi novia? — mi corazón late rápido por la propuesta que le acabo de hacer.

Miro sus ojos esperando su respuesta.

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Solo quiero decir 2 cosas y en primera es pedirles perdón por no actualizar, pero las clases en líneas me han mantenido ocupada.

Y la segunda. Noté que escribí mi propio destino sin querer. Un mejor amigo me dijo que yo le gustaba así como yo le confesé lo mismo y se volvió todo un caos. Así que... no sé que me espere más adelante. Solo lo quería desahogarme con ustedes.

Nos leemos pronto.

Adiós.