〘𝚆𝚎𝚒𝚛𝚍𝚘║𝙻𝚞𝚣𝚒𝚝𝚘〙

◦ 𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚂𝚎𝚒𝚜 ◦

『Capítulo Seis』

『El pelirrojo de ojos verdes』

—¿Como va la noche, Lolito?—pregunto Samuel sentándose en la barra. Hace ya algunas horas, Fernández había llegado a trabajar. Adoraba cómo iba ese baresucho esa noche, personas llegando y animando el ambiente, Luzu deprimido tocando el piano y sus amigos que pronto llegarían.

—Pues bien, ¿y tu, Vege?—pregunto sirviéndole un trago.

—Igual, andaba viendo cómo va esto... ¿Y como se a comportado Luzu contigo?

—¿El señor Luzuriaga?—preguntó con inocencia en su rostro. Samuel asintió.—Pues neutral, lo más que hablamos fue cuando me intentó enseñar a tocar el piano por lo que no lo conozco tan bien...

Samuel le dio un trago a su bebida que Lolito le había servido, no era nada del otro mundo pero si estaba aceptable. Se quedó observando a Lolito que solo se limitaba a observarlo también.

Silencio, bueno, no del todo, sólo un silencio entre ambos. Samuel se moría de ganas por saber quiénes eran sus padres pero no podía hacerlo en el bar. Tenía que ser en un lugar más privado. Aparte también existía la posibilidad de que Lolito no quisiera hablar sobre su familia, no por nada alguien escapa de su hogar.

—Quizás mañana haya una cena en mi casa con algunos amigos, quisiera que fueras.

—¿Una cena con mi jefe?—pregunto con una avergonzada sonrisa.—No lo se.

—No, no será una cena de trabajo, sólo será una cena de amigos.—aclaró radiante, mostrando sus dientes blancos que causaban un escalofrío en todo el cuerpo de Manuel.—¿Te ánimas?

—Tal vez... quería conocer un poco la ciudad antes. No quiero ser él pringado que no sabe ni dónde queda un bar.

En la cabeza de Samuel rondaban varias ideas bellas para que Manuel se sintiera a gusto y esto provocaría que a la hora de hacer su interrogatorio este aceptara.

—Pues tengo varios amigos que te ayudarían a integrarte a la ciudad. ¿No te parece? Y a la hora de la cena todos llegan y todos felices.—sugirió mordiéndose el labio con intriga.

—No lo sé... ¿podría venir Luzu?—Vegetta alzó una ceja preguntándose por qué quería que Borja fuera. Al parecer, Lolito leyó sus pensamientos.—: Es en la persona en la que más confió y la que más paciencia tiene.

Vegetta colocó una mano en su pecho, fingido indignación.—: ¿Y yo no?

Y en ese instante, el menor sintió terror.—¡Yo no quise decir eso! Claro que confío en usted, agradezco que me haya dado un lugar para donde pasar la noche y por darme un trabajo.—contesto avergonzado.

—En todas las personas que conoces, ¿solo "confías" en Luzu?

—Es complicado, tampoco conozco a muchas personas... solo a mi familia, a unos trabajadores de mi casa y a un maldito amigo de mi padre, aparte que conozco a ustedes dos y al chico que estaba con usted en la noche pasada.—Samuel se quedó viendo a su trabajador sin saber que decir.—Y ni siquiera se si puedo decir "conocer", ya que realmente no hablaba con casi nadie.—bajo la mirada concentrándose en sus manos.

Se empezaron a escuchar gritos y risas provenientes de la entrada del bar. Lolito y Samuel se voltearon a observar que provocaba tanto alboroto.

Varios chicos entrando, uno muy alto, otro bajito y otro de estatura promedio. El primero lo reconocía fácilmente, era el chico quien había estado la noche anterior en la oficina de De Luque, el segundo se tardo un poco en reconocerlo pero lo consiguió, era un chico llamado Alejandro según la televisión, había participado en muchos shows y su madre trabajaba haciéndole vestuarios A-S-O-M-B-R-O-S-O-S según ella. Y al tercero se le hacía conocido pero por más que Lolito insistía en recordar, no podía.

—Vege, ¿quienes son ellos?—preguntó señalando al trío de alborotadores.

—Ellos son Alex—señaló al de menor estatura.—, el de al lado a la derecha es Auron y el más alto creo que ya lo conoces, es Rubén Doblas.

El menor solo artículo un "Ah" mientras continuaba embobado viendo cómo el trío se relacionaba con el bar. Al parecer Samuel también había caído en los encantos de ellos, pero la verdadera pregunta ¿era quien no caía en sus redes?

Mientras más avanzaban a la barra, más nervioso se ponía Lolito. Sus manos se movían torpemente cuando vio que el trío rodeaba a Samuel que solo se concentraba en mirar a su bebida a medio acabar.

—¿Y este pelirrojo de ojos verdes? ¿El famoso Lolito que tanto me hablaste?—preguntó el moreno de estatura intermedia al cual Samuel le había llamado Auron.

—Efectivamente.

Ya era conocido entre los famosos. Bajo la mirada avergonzado.

—¿Saben si ya llega Mahe?—preguntó el chico de ojos color avellana.

—No, dijo que venía pronto.

Lolito le sirvió un trago a cada uno torpemente. Por eso recibió halagos de parte del trío de jóvenes y Samuel solo reía haciendo que el chico se sintiera más avergonzado que nada.