◦ 𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚍𝚒𝚎𝚌𝚒𝚜é𝚒𝚜 ◦

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Capítulo Dieciséis

Un bello rebelde

Si Luzu odiaba algo de su casa es que la luz del sol lo despertara y la habitación temporal de Lolito al tener ventanales grandes por donde se el sol de la mañana daba a su máximo esplendor, al dueño actual de la habitación se le ocurrió abrir las...

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Si Luzu odiaba algo de su casa es que la luz del sol lo despertara y la habitación temporal de Lolito al tener ventanales grandes por donde se el sol de la mañana daba a su máximo esplendor, al dueño actual de la habitación se le ocurrió abrir las gruesas cortinas para sentir el fresco pero a la vez caluroso sol.

—Dios, Lolito... deja dormir....—dijo Luzu cubriéndose con la cobija.—Ve a tu cuarto...—ordenó pero al minuto recordó que él estaba en el cuarto que le había asignado.—No quiero...

—Samuel te mando mensaje, dice que Auron le dio.... me dio una sesión.—dijo Lolito prendiendo su celular.—Y que también Mangel estará ahí... ¿quien es Mangel?

—Un buen amigo, creo que te llevarás bien con el.—dijo estirándose. Había descansado bien, hasta podía decir que le había fascinado dormir.—Voy a hacer mis cosas.

—Yo solo me cambio y ya está, si quieres hoy hago el desayuno.

Luzu no puso resistencia ya que el menor sólo tomó su moda de ropa limpia y se metió a su baño. Entreabrió su boca en busca de palabras pero ni una quedaba, solo musitó un pequeño Gracias sin poder recordar cuando había probado por última vez un desayuno ajeno, que no fuera ni en un restaurante ni por parte de su mejor amiga Lanita. Borja solía visitar todos los fines de semana a Lana, pero con Lolito en la casa le resultaría más complicado y tampoco era como si quisiera dejar al chico solo en la casa.

Al terminar su rutina mañanera. Ambos fueron al consultorio de Auron hablando de distintas cosas, más que nada, hablando de Luzu, un tema que Luzu odiaba tocar pero que al contrario le encantaba escuchar por lo que Borja no se negó en ningún momento.

Aunque al principio hubiera intentado evadir cualquier pregunta personal con Manuel ahí presente, ahora le gustaba. Habían cambiado cosas, por ejemplo, el afecto que al principio no pudo creer que existía y poco a poco se iba acostumbrando a tener a Lolito con el.

Ambos tuvieron que esperar a que el consultorio se vaciase por completo. Ahora ambos compartían su punto de vista sobre páginas de revista, tocando temas sin relevancia alguno, sobre partidos de fútbol, de que si debía ser penalti o por qué no. En fin, estupideces.

Las últimas voces y pasos fueron la que le causaron satisfacción al dúo.

De un momento a otro, el chico de la cena al cual Lolito no le había prestado su atención estaba parado. De un momento a otro abrió la boca para saludar, sus manos sudaban y su corazón latía a mil.

Era el chico más mono que Lolito hubiera visto (claro que junto a Alex).

Luzu pudo jurar que los ojos de Lolito se habían iluminado ante la presencia de el hombre cuyo nombre era Miguel Ángel Rogel, o Mangel para los amigos.

Luzu pudo jurar que los ojos de Lolito se habían iluminado ante la presencia de el hombre cuyo nombre era Miguel Ángel Rogel, o Mangel para los amigos

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〘𝚆𝚎𝚒𝚛𝚍𝚘║𝙻𝚞𝚣𝚒𝚝𝚘〙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora