◦ 𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚂𝚒𝚎𝚝𝚎 ◦

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Capítulo Siete

Una plática normal

Lolo se había llevado bien con muchas personas que Samuel le presentó, entre ellas una con las que mejor se llevaba era con Alex, o Lely para los compas

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Lolo se había llevado bien con muchas personas que Samuel le presentó, entre ellas una con las que mejor se llevaba era con Alex, o Lely para los compas. También tenía una relación con un dulce chico llamado Miguel al cual todos le decían Mangel o Mango Rolo. El junto con Rubius decían que habían conocido al mismísimo Will Smith, hasta le mostraron un video donde ambos jóvenes aparecían con Will Smith y Martin Lawrence.

Después de que Mangel y Alex se fueran con la excusa que era demasiado tarde, Lolito se quedó solo con Vegetta y Rubius. Tenían una conversación que había iniciado con como se sentía que se te subiera un testículo termino gracias a Luzu quien había estado escuchando su conversación desde unas mesas cerca de la barra.

—¡Joder! ¿No pueden ser más discretos?—preguntó sentándose a un lado del dueño del bar—Si quieren griten como se siente que se te suban los testículos.

—Te equivocas ahora, Luzu, antes hablábamos de eso, ahora hablamos que a un conocido mío se le cruzaron los testículos.

—¿Como?—preguntó Luzu algo interesado por el tema observando cómo Lolito sonrojado le servía un trago.

Samuel comenzó a hablar sobre cómo había sido eso. Lolito cuando se sintió demasiado avergonzado sin saber que más decir, no conocía del tema ya que ni uno de los empleados de la residencia Fernández que le deban clases a Lolito jamás habían llegado el tema sobre los testículos.

—Oye, Loli, ¿cuando acabes tu turno puedes acompañarnos?—pregunto Samuel con interés—Creo que Luzu te tiene que presentar a alguien.

—Fue tu idea, Vege...—dijo haciéndose el modesto—Yo solo sigo órdenes.

—¿A quien me veas a presentar?

—A un psicólogo, tu psicólogo, uno de los mejores de la ciudad  por cierto—dijo Luzu con una sonrisa—Es un buen chico y mi mejor amigo, aunque lu-

—¿Vas a contar tu vida, Luzu, o solo como se llama?

—Perdón, me emocione. Es Raúl.

—¿Auron?—preguntó Lolito.

Luzu asintió. Al ojiesmeralda le había caído bien Auron, era un chico astuto y que interrumpía cada cinco segundos o que de vez en cuando soltaba un gemido haciendo reír a Lolito como nadie más lo había hecho.

—¿Por que no lo llaman? Aún sigue en el bar, ¿no?

—¡Voy por el!

Lolito habló con Auron cuando Luzu lo trajo, se ofreció a pagar una sesión con los pocos Karmas que tenía pero Vegetta se ofreció a pagar las consultas del menor que tanto quería investigar. Después de acabar con esa pequeña charla sobre cuándo, quién llevaría a Lolito a la primera sesión y quien pagaría, empezaron una plática trivial, para la suerte del menor no sintió la furia de Luzu como antes la sentía, ahora parecía como si estuviera tranquilo con la presencia de Auron. Parecían dos bobos enamorados.

Cuando el turno de Lolito acabó, se suponía que tanto él como Borja deberían irse ya a casa pero antes el chico de los largos cabellos tenía que quitarse ese tedioso uniforme de una buena vez. Estaba pensando en sus padres, cuando comían era la única vez que toda la familia estaba unida y nunca se alcanzaba a sentir ese ambiente de amor familiar, ni siquiera se veía que sus padres se quisieran, o al menos nunca lo mostraban en público. Y comparar ese matrimonio de donde él había salido con ver cómo se miraban Luzu y Auron hacia pensar que se habían casado por obligación o algo así.

—¿En que piensas, Lolo?—pregunto Samuel al ver que Lolito solo se quedó viendo al piso cuando acabo de cambiarse.

—Solo en Luzu y Auron.—Vegetta levantó una ceja sin comprender muy bien a qué se refería el muchacho—Es que ambos se ven bien juntos, nunca había visto a personas así. Se nota que son tal para cual.

—No hay personas que son tal para cual, Lolito.—dijo Vegetta frío—Hasta dudo que el amor exista...

Ambos se quedaron callados. Al final solo se despidieron con la mirada y las expectativas ahora bajas.

Al subir al coche de Luzu, este estaba tarareando una canción alegre y dándole golpecitos al volante con las yemas de los dedos.

—¡Lolits! ¿Qué pasó? ¿Que te dijo Sam?

—¿Luzu? ¿Estas bien?

—¡Toy' genial!—exclamó con una gran sonrisa—¿Quieres ir por una hamburguesa? Yo invito, no te preocupes.

—Pero Luzu, son casi las once...

—¿Y? Conozco un lugar donde cierran hasta la una de la madrugada, ¿entonces si?

¿Cómo le iba a decir que no? Mientras ni uno de ellos dos se arrepintiera en ir a por una hamburguesa a quien sabe donde. Al parecer Luzu esa noche no estaba con su humor de los mil demonios y eso le agradaba a Lolito. Era la primera y probablemente la última vez que podría iniciar una amistad con Borja.

 Era la primera y probablemente la última vez que podría iniciar una amistad con Borja

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