La pesadilla cambió completamente, esta vez no lloraba yo, lo hacías tú, y me rompió el corazón más de lo que está ahora, sentí mucha impotencia al verte allí en la cama sollozando, sufriendo.
Quería abrazarte, besarte y decirte que todo iba a estar bien.
Oh cariño, aunque se sienta como el mismísimo infierno, prefiero ser yo la que sufra, porque me dolería el doble si te ocurriera a ti.
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Humo, cigarrillos y un alma rota.
RomantizmOdio tanto las despedidas... Espero que no sufras como yo sufrí por ti, porque me vería obligada a despertar de ese sueño profundo al que siempre deseé estar. No intentes detenerme al leer esta carta, no te decepciones si llegas tarde, creéme, estar...