Capítulo 43 ~ Eh... ¿hola?

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Capítulo sin editar

Un sirviente camina por los corredores del palacio que no eran muy utilizados por el resto de los empleados y residentes del palacio. A pesar que era una zona poco utilizada, se podría ver que era limpiada con la misma meticulosidad que las otras zonas del palacio.

Siguiendo las instrucciones que le habían dado con anterioridad se movió de manera rápida, ágil y precisa; pero sin llamar demasiado la atención.

Para una persona común, sus movimientos podrían decirse que eran normales; pero si lo viera alguien experimentado, podría decir con toda certeza que la forma como se movía no concordaba con el trabajo de sirviente.

Este hombre era un miembro del "Gremio de Ladrones", un asesino a sueldo.

El Gremio de Ladrones controla todo lo relacionado con el bajo mundo, además era una de las organizaciones más grandes del mundo y se rumoreaba que podría rivalizar con las grandes potencias del mundo. Aunque esto último eran rumores, muchas personas creían que esto era cierto; ya que hasta las mismas potencias contrataban sus servicios.

Nadie sabía quién estaba a la cabeza de dicha organización, hasta había rumores que era dirigida por varias personas. Pero nadie podía afirma si esto era cierto o no. Todo lo que estaba relacionado con el Gremio de Ladrones era un misterio que permanecía hasta ahora.

Normalmente nadie en su sano juicio cometería un asesinato en el palacio real y menos a esta hora del día. Aun así, el asesino había decidido realizar su trabajo a esta hora del día. No lo hizo porque confiaba en sus habilidad, sino que, confiaba en las preparaciones previas que había hecho su empleador.

No era la primera vez que trabajaba para esa persona, y en cada uno de los trabajos en los que lo había contratado fueron realizados sin problema alguno, todos los escenarios que preparaba su empleador eran precisos y el solo debía ponerle fin a la vida del objetivo.

Eso sí, este trabajo fue el más difícil que le ha tocado hacer. Él sabía que se estaba arriesgando demasiado con este trabajo, ya que si fallaba y lo capturaban lo mejor que podía hacer era suicidarse.

No había nadie dentro del reino que no supiera lo sobreprotector que es el rey por sus hijos, más por su única hija. El objetivo de su trabajo.

Matar alguien de la alta nobleza como un duque o un príncipe no era un trabajo muy fácil, ya que normalmente, los individuos importantes de cada familia tendrían un sirviente (guardián) acompañándolos a todos lados y en algunos casos tendrían asesinos trabajando como guardaespaldas a escondidas. En este trabajo debía de realizar, obviamente se tendría que encargar de los sirviente y sus guardas, pero su cliente se había asegurado que la princesa estaría sola el día de hoy.

El saber esto no sorprendió mucho al hombre. Asesinatos entre las facciones nobles y pedidos de otros reinos e imperios rivales eran cosas comunes; más aún si la posición de rey era codiciada.

La cabeza al mando de los reinos e imperios en el continente central, estaban bajo la protección de las pertenecía de los otros continentes. Estos eran los verdaderos gobernantes de los reinos e imperios del continente central; y si ellos lo deseaban podrían poner a un mendigo como rey o un emperador y los habitantes de sus respectivas naciones no podrían hacer nada al respecto.

Si ellos trataban de oponerse simplemente serian eliminados y se realizaría una migración al nuevo espacio libre del continente y se elegiría a un nuevo gobernante.

No era raro que algunos nobles ensuciaran la reputación de un rey o emperador, para que este sea eliminado y se proclame otro desde las familias nobles de dicha nación. Sobornar y agachar la cabeza, para ganar la aprobación de esos monstruos lo valía, ya que podrían volverse gobernantes con una sola palabra de ellos.

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