✾•Día [03]•

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POV Seokjin

Date prisa.

—Si tuviera bueno mi pie correría, imbécil. —Rodeé mis ojos un poco fastidiado, desde que habíamos salido de su habitación, no paraba de quejarse.

Pero tenía razón, era mi culpa que se haya lastimado su pie. Cada paso que avanzábamos mi corazón retumbaba con más fuerza en mis oídos, temiendo porque aquello saliera mal después de todo.

—¿No sé suponía que ya nos llevábamos bien? Vante

—Cállate.

Era un poco gracioso escuchar la manera en que se quejaba dentro de susurros. Su mano seguía aferrada a la mía llenándose de sudor cada vez que dábamos un paso.

Lo siento. —Frunció sus labios de manera tierna. —Me he disculpado mil veces en los últimos minutos.

—¡Pero eso no arregla mi pie! —Detuve nuestro andar, provocando que su rostro chocará con mi hombro. 

¡Shhh! —Lleve un dedo a mis labios en signo de silencio. Cómo un pez quedo boqueando unos segundos, para resignarse y girar su rostro molesto.

¡No me shistees!

—Esa palabra ni siquiera existe, torpe.

—Pues... Pues ... Ahora ya existe, en cuanto salga de aquí, pondré esa palabra en el libro de la Real academia española.

—No eres muy listo después de todo.

Abrió su boca lleno de indignación, golpeo su cuaderno de dibujos contra mi brazo, resonando el golpe en aquel pasillo.

¡Oye! La última vez no eras tan antipático.

—¿Podrían dejar de pelear? ¡Nos van a descubrir! —Hoseok dio un golpe en el brazo de cada uno, llevando su dedo a sus labios.

—Te lo dije.

—Ti li diji... —Rodando mis ojos tomé sus dos manos pasando sus brazos tras mi cuello, apoyando su pecho en mi espalda, lo levanté. —¡Oye!

—Shhh, tienes razón es mi culpa, así que lo mucho que puedo hacer es ésto ¿Bien?

—Bien. —Sujeto con más fuerza su cuaderno, hundiendo su nariz en mi nuca. Tenía el leve presentimiento que de alguna forma estaba disfrutando esto.

Hoseok negó rodando sus ojos, sacando su cabeza por el pasillo.

Vamos, no hay nadie.

Caminando detrás de él, llegamos hasta la rejilla dónde estaba el túnel de la basura.

De acuerdo, ahora doctor Kim, debe de irse.

—¿Qué? —Bajo de mi espalda con un pequeño salto, abrazando el cuaderno contra su pecho.

Sus ojos parecían que se habían llenado de miedo, la pequeña remolacha se hizo la sorda girando para darnos la espalda, dejándome solo en esto.

Escucha, estarás solo en ésto.

—¡No! Cómo, cómo ¿Cómo que estoy solo? ¿Cómo se supone que saldré de aquí SOLO?

Con lentitud, logré tomar sus brazos, atrayendo su cuerpo contra el mío. Sus brazos rodearon mi cuerpo sin pensarlo, hundió su rostro en mi cuello negando una y otra vez.

—Shh, no llores ¿Si? —Las caricias que esparcía en su cabello, parecía que ayudaba a calmar un poco su llanto silencioso.

Pero me vas abandonar ¿A caso no me quieres?

Hoy ¿Quién eres? [JinTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora