Era otro día en ciudad de Kuo, el sol comenzaba a ocultarse dejando ver un cielo teñido de una hermosa luz color rojizo. Ahora Hyoudou Issei, el joven reconocido por ser un miembro del trío pervertido caminaba junto al vago y pelinegro de la escuela, Hanasaka Koretsu, quien con su típica cara fastidio conversaba de algunos pocos temas triviales con su compañero hasta que quedaron en un silencio incomodo.
Luego de unos minutos de caminata y ese silencio que casi se volvía infinito, ambos demonios llegaron a su destino, el club del ocultismo.
Koretsu: No importa cuántas veces lo vea, por fuera este lugar parece que estuviese a punto de caer a pedazos. - Dijo el pelinegro, entrando al lugar.
Issei: ¿Siempre tienes quejarte de todo lo que te rodea?. - Espetó el castaño a su amigo.
Koretsu: Creo que mi mejor cualidad es mi sinceridad, ademas, no creo lastimar los sentimientos de un... - El chico no pudo terminar su frase ya que su vista fue obstruida por algún objeto muy suave.
Koretsu: ¿Y esto qué es?.
El pelinegro retiro el objeto de sus ojos y al prestarle mayor atención no pudo evitar sonrojarse, era solo calzón de color blanco con un pequeño diseño de un listón color rosa, Issei al percatarse de esto no dudo en arrebatarle aquella prenda de las manos al pelinegro.
Issei: ¡Uaaah!. ¡¿Esto son unas autenticas pantsu?!. - Se preguntaba así mismo con emoción.
Koretsu: Pero que listo eres Ero-king. - Dijo con ironía al castaño quitándoselas. - D-De todos modos, ¿qué hace esta ropa aquí?.
Ambos jóvenes miraron la ropa tendida dentro sala y luego prestaron atención al ruido del agua que caía dentro del baño que tenia el club.
Koretsu: Esto... es de Asia.
Ninguno de los dos chicos quito la vista de la cortina, Issei solo esperaba a que ese trozo de tela que tapaba el pequeño pedazo cielo cayera o se volviera transparente, mientras que Koretsu no pudo evitar que un sonrojo apareciera en su rostro e imaginando también el cuerpo de la rubia, pero al darse cuenta de esto solo sacudió su cabeza nerviosamente.
Koretsu: {¡No, no, no!. En que estoy pensando, no soy un pervertido, tengo dignidad... aunque... no haría daño... echar un vistazo...}
Tanto el pelinegro (aun con la prenda de la rubia en mano) como el castaño se acercaron un poco a la cortina e intentaron dar un pequeño vistazo a la chica quien tarareaba en la ducha, pero un doloroso golpe en la parte posterior de sus cabezas iso que se detuvieran instantáneamente soltando un ligero grito de dolor.
Koneko: Lo que están haciendo es un crimen, Issei-senpai, Koretsu-senpai.
Los dos hombres solo posaron una mano detrás de sus cabezas lastimadas.
Issei: K- Koneko-chan...
Koretsu: ¡¿Que diablos haces?!. - Dijo enojado.
Koneko: Eso mismo te pregunto a ti.
La pequeña loli peliblanca señalo con un dedo la mano que sostenía la ropa interior de Asia. Koretsu solo pudo ponerse pálido y de forma nerviosa (por no decir asustada) intentaba aclarar que todo lo sucedido era un malentendido a lo que la pequeña frente a el solo pudo decir...
Koneko: Eres un pervertido, Koretsu-senpai.
Para el jóven pelinegro esas palabras apuñalaron su corazón como miles de cuchillas logrando hacer que este quedara de rodillas por primera vez ante la niña albina.
Koretsu: J- Juro que no iba a hacer nada malo. - Dijo con voz temblorosa.
Issei: Senpai, hace solo unos segundos decías que querías mirarla. - Le dijo Issei a su amigo.
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"Entre las Sombras" (High School DxD Fanfiction)
أدب الهواة"Somos capaces de hacer lo que sea por nuestros seres queridos, sin darnos cuenta en lo que podemos acabar convertidos"