Hua Cheng y Xie Lian llevan casados unos años felices y muy enamorados. Pero al paso del tiempo Xie Lian descubre que Hua Cheng desea una familia para sentirse completo, pero hay un problema para un Beta no es fácil concebir, ese deseo sigue present...
Había aceptado la propuesta de su hermano y había aceptado la cita con un Alfa que resultaba ser un futuro socio, al final la cita terminó bien pero por una razón Shi Qing Xuan no podía olvidar aquella mirada dorada que lo observaban profundamente.
Dejó unos papeles sobre su escritorio cansado, a pesar de leerlos una y otra vez no comprendía nada, su cabeza dolía y sentía su cuerpo pesado.
Paso sus manos sobre sus ojos tratando en vano, de quitar su cansancio. La puerta se escuchó y con un débil adelante Xie Lian entró a la habitación, con una amable sonrisa como siempre, pero al ver a Shi Qing Xuan inmediatamente fue borrada.
-¿Alteza? ¿Que haces aquí?
-Vine a dejar personalmente mi trabajo completado
-No deberías, porque no me llamaste, pude ir por ellos
-Me encuentro mejor y sólo quería salir a caminar, pero tú no te ves nada bien ¿Ocurre algo?
Shi Qing Xuan negó.
-Permiso -dijo Xie Lian mientras colocaba su mano sobre la frente contraria.- Shi Qing Xuan tienes mucha fiebre, disculpa la pregunta ¿Pero cuando fue tu último celo?
Al escucharlo decir eso se incorporó rápidamente en su asiento y soltó una casi inunauble maldición.
-No, no puede ser -le dijo a Xie Lian- Ni siquiera traje los supresores, ¿Cómo pude ser tan descuidado? No sé dónde tenía la cabeza
Xie Lian suspiró profundamente.
-Shi Qing Xuan necesitamos ir por tus supresores
-Mi casa está algo lejos y lo sabe su Alteza, y yo
Sintió como la temperatura comenzaba a incrementar ahora lo sentía, tal vez porque estaba más relajado que antes.
-Entonces llamaré a San Lang y le pregunto pediré que tenga listos unos de emergencia, iremos al hospital
-No por favor, no es necesario -negó Shi Qing Xuan rotundamente.
No quería volver a encontrarse con aquel doctor ni siquiera le había comentado a Xie Lian que creía haber encontrado a su destinado.
-Sólo faltan unas horas, estaré bien
Sabía que lo estaría pero en la empresa habían muchos Alfas y aunque eran buenas personas, existían muchos que no se negarían a su instinto y Xie Lian lo sabía.
-No ahora mismo iremos al hospital
Shi Qing Xuan suspiró y terminó asintiendo, no quería contradecir a su amigo en su estado así que solamente se dedicó a seguirlo fuera de su oficina.
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He Xuan pasó sus manos sobre su rostro agotado.
En toda la semana había tenido dobles turnos gracias a Hua Cheng. Era casi un fortuna que ese día regresará a trabajar, ya que era capaz de ir a su casa y arrastrarlo hacía el consultorio.
