Deseos que valen mil linternas. (Hualian omegaverse)

Extra2.

Xie Lian sonrió cuando observó las pequeñas ropas que sostenía en sus manos.

Eran tan pequeñas y lindas, que no le resultaba imposible imaginarse a  su bebé vistiendo aquellos atuendos. Habían sido un regalo de Shi Qing Xuan y ahora mismo no podía dejar de verlas.

Inconscientemente pasó una mano sobre su vientre, que para su sorpresa había descubierto hace unos días que comenzaba a abultarse. Siempre había poseído una figura delgada así que era un poco obvio cuando se le observarse.

Una sonrisa más grande apareció en su rostro.

Su teléfono sonó sacándolo de su pequeña burbuja e inmediatamente respondió al ver el nombre en la pantalla.

-San Lang

-Gege -dijo Hua Cheng, Xie Lian podía asegurar que del otro lado estaba sonriendo.- ¿Cómo te encuentras?

-Mejor, me siento bien, de hecho tengo algo que quiero mostrarte, ¿Cuándo podrás venir a casa?

Xie Lian no era Omega, pero ahora la cosas eran diferentes gracias al embarazo anhelaba mucho más estar junto a Hua Cheng.

Escuchó como el chico detrás de la línea suspiró y rápidamente se sintió triste.

-Hablando de eso Gege, creo que no podré ir a casa está noche, hay mucho trabajo y tengo que cubrir otro turno

-Oh, no te preocupes San Lang estaremos bien

-No lo sé Gege, no quiero que estén solos

-San Lang sólo concéntrate en tu trabajo, de todas maneras no pasará nada malo -le dijo suavemente para tranquilizarlo- Te veremos cuando puedas

-Llama a alguien de tus amigos, sólo así me quedaré más tranquilo

-De acuerdo, te amo

Xie Lian suspiró dejando el teléfono en la mesita de noche, pensando si era buena idea llamar a alguien para que le hiciera compañía.

Shi Qing Xuan tenía una cita con He Xuan, Feng Xin tenía trabajo y no quería molestar a Mu Qing.

Además podía manejar estar una noche solo.

Dejo las ropas sobre su cama mientras se dirigía hacía la sala de estar. El invierno había llegado hace unas semanas y la mayor parte del día era frío por lo cual encendía la calefacción para hacer un poco más manejable el ambiente.

Un sonido en la puerta se escuchó, Xie Lian frunció levemente el ceño y se acercó para abrir.

Del otro lado un chico de cabello negro y cara seria lo observaba un poco tímido.

-Yin Yu -sonrió Xie Lian.

-Xie Lian -le dijo asintiendo un poco- Disculpa las molestias

Xie Lian rió suavemente, en su mente ya había adivinado la visita inesperada de ese chico, Hua Cheng seguramente había hablado con Shi Qing Xuan y le había obligado a ir o enviar a alguien para que estuviera con Xie Lian.

Yin Yu era un amigo, no tan cercano pero lo suficiente para que Hua Cheng tuviera confianza con él.

-¿San Lang te envío?

El rostro del chico se sonrojó levemente, así que había tenido razón.

-Aunque es muy amable de tu parte, no debiste Yin Yu -le dijo- Aún es temprano puedes ir a casa

Yin Yu negó.

-No, prometí cuidarlo

Xia Lian asintió sabiendo que aunque tratará de persuadirlo no iba a tener resultado, así que lo invitó a pasar.