Deseos que valen mil linternas. (Hualian omegaverse)

Parte6: "Un pensamiento de todas las vidas"

He Xuan sonrió levemente mientras observaba como Shi Qing Xuan estaba recostado sobre su cama profundamente dormido.

Dejó sobre la mesita de noche, una pequeña bolsa de papel que contenía unos bollos al vapor dulces.

Observó el reloj, eran las tres y treinta de la mañana.

Shi Qing Xuan se había despertado sintiendo un molesto antojo por aquellos dulces, y a pesar de decir a He Xuan que no era necesario ir por ellos a altas horas de la noche.

El Alfa se había sentido internamente feliz por aquello y sin rechistar fue en busca de lo que ambos necesitaban.

Pero no contaba con que Shi Qing Xuan volviera a dormirse.

Aquello era otro sintoma que su bebé provocaba en él, el Omega de encontraba extremadamente cansado la mayoría del día y podía dormirse en cualquier momento.

Esa era una de las razones por las cuales los turnos de He Xuan en el hospital se habían reducido.

A pesar de haber superado los momentos más difíciles para el embarazo de un Omega, aún así no dejaba de ser peligroso.

Y su instinto de Alfa protector le hacía querer cuidar de ello todo el tiempo.

Despacio He Xuan se sentó en la orilla de la cama, suavemente paso sus dedos entre las hebras de cabello de su Omega, quién rápidamente despierto.

-¿He Xuan? -susurró restregando sus ojos- Lo lamento me quedé dormido

En el rostro de He Xuan se extendió denuevo la sombra de una sonrisa.

-No importa -le dijo- ¿Aún quieres comerlos?

Antes de responder el sonido del estómago del Omega de escuchó en el silencio de la habitación, haciendo que sus mejillas se tornarán rojizas.

El Alfa alcanzó la bolsa extendiendola a Shi Qing Xuan, quién al percibir aquel delicioso aroma le fue imposible seguir resistiendo.

-Gracias por ir por ellos -le dijo Shi Qing Xuan sonriendo- Debes estar muy cansado, y yo...

El Alfa no lo dejó terminar, ya que se acercó besando sus labios, que tenían restos de dulce en ellos.

-Cuando necesiten algo sólo dilo -susurró- Yo me encargaré

Shi Qing Xuan asintió sonriendo, sintiéndose feliz.

En las últimas semanas aquel instinto natural que poseía un Alfa por su familia había aparecido en He Xuan.

Aquella exprés fría en su rostro había comenzado a suavizarse.

-¿Que ocurre? -preguntó el Alfa cuando Shi Qing Xuan se acercó acurrucándose contra él.

Casi se forma inmediata He Xuan lo envolvió entre sus brazos.

-No crees que debemos comenzar a buscar nombres para él -dijo Shi Qing Xuan mostrándole una hermosa sonrisa.

He Xuan colocó su mano sobre el vientre del Omega.

Shi Qing Xuan aún no podía creerlo, hace unos días habían asistido a una cita en el hospital dónde por fin habían podido conocer el género de su bebé.

Aún recordaba la hermosa sensación de felicidad que sintió cuando se enteró que sería un niño.

Así como también aquella preciosa mirada que He Xuan le había otorgado.

Desde ese momento no había podido dejar de pensar en un hermoso niño con los ojos color ámbar como He Xuan.

-¿Tienes uno en mente? -preguntó He Xuan abrazándolo aún más.