Amor de cristal.

Vlll

Naruto tragó saliva pesadamente cuando los ojos escarlata se clavaron en él. Cerró los ojos para darse ánimos y pensar en algo coherente que decir

-Disculpa- dijo con voz temblorosa a causa de los nervios. Itachi enarcó una ceja, sumamente confundido. –No te había visto- agregó Naruto, fingiendo sacudir algo de polvo imaginario de sus pantalones. Deidara dejo de prestarle atención a Naruto para ver al sensual muchacho que tanto lo tenía en el limbo. Podría jurar que cada día que pasaba, Itachi se volvía aun más guapo. Alto, de mirada profunda e imponente presencia, perfecto

Fingió un acceso de tos y apartó a su amigo con un suave empujón. Naruto parpadeó confuso, esperaba que le recriminara algo pero no fue así, no estaba seguro de poder sentirse aliviado por eso

-Primero quiero agradecerte por las flores- la mirada de Deidara cambió considerablemente, había cierto deje de sumisión en ella que no pasó desapercibida para Naruto. ¿Dónde estaba esa actitud retraída de su amigo?

Itachi entornó levemente los ojos, comprendió todo de inmediato

-No me lo agradezcas, en realidad fue una confusión- masculló apático. Naruto sintió un suave hormigueo en el estomago, primer golpe bajo para su amigo

-¿Cómo que una confusión?- inquirió Deidara, no sin cierta coquetería en su tono de voz. Ni siquiera prestaba atención a lo que se le había dicho. Naruto se cubrió la boca con ambas manos, ya no sabía si reírse o llorar por lo que estaba ocurriendo, solo deseaba que Itachi no fuera muy brusco para decir las cosas, y principalmente que no fuera a delatarlo

Itachi miró a Naruto de reojo, sin saber exactamente cómo proceder al respecto, siempre se equivocaba en la toma de decisiones y estaba convencido de que esta no sería la excepción, en cualquier caso, Naruto también tendría la culpa por no haber hablado con él previamente sobre ese asunto de relevancia

-Veras- se rascó la nuca con cierto nerviosismo. –Ese día tuve una…- meditó sus palabras. –Discusión con mi pareja

Naruto lo miró inquisitivamente

-Correcto- la voz de Deidara se tensó un poco. Naruto lo notó enseguida, se llevo ambas manos al rostro, abrumado

-La cuestión es que tengo pareja y asiste aquí mismo, solo que en diferente grado- explicó Itachi, tratando de no sonar demasiado indiferente, no resultó

-¿Entonces por qué me las diste, hmp?- Deidara coloco ambas manos en su cintura, se estaba poniendo a la defensiva, o era eso, o no le creía una sola palabra

-Porque no encontré donde t…- Itachi se abstuvo de completar la frase al reparar en la fulminante mirada de Naruto. –Dejarlas, además me pareciste lindo- una verdad acompañada de una mentira, iba bien ¿cierto?

Naruto negó en ademan, aquello no terminaría para nada bien y lo peor era que seguía siendo una zorra sucia por no atreverse a revelarle la verdad a su mejor amigo

-Me…me gustas mucho- confesó Deidara en un hilo de voz. Naruto sintió un nudo en la garganta. Ya no era divertido

Itachi aspiró hondo

-Ni siquiera te conozco…- nuevamente consultó a Naruto con la mirada, recibiendo un gesto de desaprobación inmediato. –No te conozco bien- corrigió, aclarándose la garganta, que incomodo era aquello. En realidad ni siquiera le parecía lindo, podría sonar arrogante pero Itachi aseguraba que el amigo de Naruto no era ni la mitad de agradable y carismático, parecía estar conversando con alguna de las alocadas chicas de su curso que solían frecuentarlo los fines de semana para tener una…

-Cita- murmuró Deidara, recobrando la compostura. Las manos de Naruto temblaron, quería salir corriendo y a la vez que todo terminara pronto. Itachi se mostró confuso y Deidara se percató de ello. –Podemos salir en una cita para que me conozcas mas, te aseguro que no te arrepentirás- y nuevamente la arrogancia se apoderaba de su amigo. Naruto comparó aquel comentario con alguna clase de insinuación y por un segundo sintió deseos de interferir, se estaba contradiciendo demasiado. No quería que Deidara se le insinuara a Itachi y a la vez no quería verlo sufriendo porque "su enamorado" lo rechazara, estúpida empatía