XIII

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Naruto suspiró afligido mientras terminaba de arreglarse un poco el cabello frente al espejo. No se sentía nervioso de tener una cita con Itachi, la primera que podía nombrarse como tal, ya que la comida del día anterior había sido prácticamente una orden de parte de Jiraiya con la intención de conocer a su, ahora novio

Lo que le inquietaba un poco era aquella repentina llamada de Deidara. No creía que fuera a llamarlo, aun menos después de lo ocurrido en el instituto, y no solo ahí. El vergonzoso momento que Deidara le había hecho pasar en el bar también era imperdonable. Y a pesar de todo, lo llamó, sin dejar ningún mensaje que no fuera el de comunicarse más tarde para poder localizarlo

Ansioso, se dirigió a la puerta. Verificando poco después de salir que llevara consigo todo lo necesario. Las llaves de la casa, su billetera y su móvil. Solo lo indispensable

Itachi parecía darle más importancia al asunto con Deidara de la que le otorgaba él mismo. No porque no le importara. Por Deidara se había replanteado el no frecuentar a Itachi, era su amistad lo que le preocupaba hasta antes de enredarse con aquel apuesto muchacho de ojos escarlata. Una amistad que no existía mas, y si Deidara pretendía disculparse con él por lo que hizo, aun así, terminaría odiándolo cuando supiera la verdad, y seria él mismo quien se la dijera

El sol brillaba en todo su esplendor cuando Naruto salió de la casa. Había acordado de verse con Itachi fuera del instituto. Jiraiya se negó rotundamente a aceptar que fuera Itachi quien se presentara a su casa para que pudieran irse de ahí. Según su padrino, era "inapropiado"

Si el hecho de verse en la casa de alguno de ambos era inapropiado, ¿Qué pensaría su padrino al enterarse que ya habían intimado?, y no de la mejor manera. Naruto apenas lograba hilar algunas imágenes de aquel encuentro, él debajo de Itachi, pidiéndole que no se detuviera y…

Bajó la mirada al contemplar la silueta del guapo muchacho recargado en el portón. No tenía motivos para ponerse nervioso con solo verlo, y sin embargo, seguía haciéndolo. La misma primera impresión que le dio Itachi al conocerlo permanecía ahora. El muchacho era bastante atractivo, serio y tenía mucho porte. Entre más se detenía a analizarlo, menos lógico le resultaba que Itachi se hubiera fijado en él. ¿Qué tenia de especial?

Absolutamente nada. Ni siquiera podía considerarse a sí mismo como un estudiante promedio. Sus calificaciones eran de las más bajas de la clase. No gozaba de buena posición económica como Deidara, y tampoco se consideraba como uno de los chicos más atractivos de su grupo. Itachi era todo lo contrario y en cierta forma le preocupaba que las cosas no fueran a funcionar por ello

Bueno, ¿Qué más podía perder?, ya había perdido su virginidad, a un supuesto amigo y…

-¿Nos vamos?- Naruto apreció por un instante el inusual brillo en las pupilas escarlatas. Se limitó a caminar al lado del muchacho, pensativo por la última llamada de Deidara. Puede que no quisiera disculparse con él… ¿y si tramaba algo?

-¿Lo sabe?- y de repente la incómoda pregunta surgió de los labios de Itachi. Misma que, Naruto no deseaba escuchar en ese momento. Sus músculos faciales se tensaron pero logró esbozar una sonrisa cálida y sin detenerse o disminuir el paso, se volvió hacia Itachi

-¿Tiene qué?- cuestionó de mala gana. Itachi arqueó una ceja luego de emitir un quedo gruñido a modo de afirmación pero a Naruto no le importó la reacción que pudiera tener el mayor, ese asunto no le concernía, aunque lo involucrara un poco…mucho en realidad, él podía resolver ese problema por su cuenta

-Lo sabrá de todas formas- masculló Itachi, tomándolo de la mano al visualizar a la lejanía la entrada del acuario

El corazón de Naruto dio un vuelco al sentir el firme agarre del mayor. Por un instante se había olvidado que ya eran pareja, pese a conocerse poco y nada a la vez. Itachi sabía más de él y aquello no le gustaba en lo mas mínimo. De lo único que estaba enterado era de la muerte de los padres de Itachi, una similitud que compartían ambos

Amor de cristal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora