XIX

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La habitación estaba casi en penumbras cuando ambos entraron, siendo Naruto el primero en ingresar, la cama apenas si era iluminada por los escasos rayos de luna que se filtraban por una de las ventanas junto a la misma

A Naruto no le dio tiempo de reaccionar al ser tomado de nuevo por las caderas

Por segunda ocasión, sus labios se unieron en un desenfrenado beso. Naruto apenas pudo mantenerse de pie durante el tercer arrebato impulsivo de los labios de Itachi al impactar contra los de él. Y a pesar de todo, no se sentía nervioso, casi un mes saliendo juntos y solo había visitado la casa de Itachi en cuatro ocasiones, la primera no era de su total agrado recordarla, pese a ser la causa principal que dio rienda a su relación de noviazgo, seguía recordando aquel intimo encuentro como…indebido

Joder, si ni siquiera estaba en sus cinco sentidos cuando tuvo sexo con Itachi, las siguientes citas en la casa del Uchiha habían sido mucho más amenas para ambos, conversar temas triviales, ver películas en la sala de estar y cenar juntos era verdaderamente agradable, aun mas con el cambio de turno que le habían asignado a Jiraiya la última semana, siendo su salida entre doce y una de la mañana, eso les daba tiempo de sobra para frecuentarse, y Naruto no podía estar más contento de haber accedido a continuar con aquella extraña relación entre ellos

Extraña en varios aspectos, ahora sabía que Itachi era un celoso de primera y lo había constatado al tener que atenderlo casi cada noche en el restaurante donde actualmente seguía laborando, y es que aunque le había repetido hasta el cansancio a su novio que el primo de Hinata no había vuelto a acudir al establecimiento luego del primer y único día que lo vio, Itachi insistía en ir a diario, siempre en horas diferentes, quizás esperando toparse con el muchacho al cual no veía desde hace dos semanas

Bien, al menos ya conocía otra faceta del enigmático muchacho que era el centro de atención durante los recesos

Porque sin importar que lugar eligieran para desayunar tranquilamente, siempre se presentaba más de alguna desconocida para intentar ligar con Itachi, afortunadamente él no era celoso, ni un poco, confiaba más en Itachi y esperaba que el sentimiento fuera mutuo porque, a menos que Itachi se sintiera amenazado por Hinata no había motivo para que lo buscara en el restaurante

-¿Puedo?- pidió Itachi, apartándose de los labios ajenos para situar sus manos en el cinto de los pantalones naranjas de Naruto, este se mordió los labios, dudando unos instantes en responder. Hasta el momento no habían llegado más allá de simples besos y algunas caricias mutuas pero ahora Itachi deseaba tomarlo de nuevo, ni siquiera estaba consciente cuando intimaron la primera vez, aquellas imágenes se volvían cada vez mas distorsionadas, no recordaba que tanto dolía

Las oscuras pupilas se entornaron levemente al no recibir respuesta. Itachi aspiró hondo para poder apartarse pero el brazo de Naruto lo detuvo, siendo esta vez el rubio quien se aventuró a desabotonar la camisa ajena, apenas lo hubo hecho, Itachi lo empujó suavemente del pecho, incitándolo a recostarse sobre la cama, Naruto acató de inmediato, sintiendo su acelerado ritmo cardiaco, ahora si se estaba poniendo nervioso, sumamente nervioso y con una erección a medias dentro de sus pantalones

Lógicamente no lo detendría, ya no tenía dudas de las intenciones de Itachi, simplemente se sentía abrumado al no saber qué hacer, como proceder

-Tu recamara es acogedora- se animó a decir al tener a Itachi semidesnudo sobre su cuerpo, ambos en iguales condiciones, miró en derredor cuando la lengua del mayor recorrió el lóbulo de su oído, eso no ayudaba en nada, ¿se suponía que debía quedarse callado?

-Me…me gustan los colores de las paredes- susurró al sentir un fuerte escalofrío recorrerle la espalda, Itachi no dejaba de acariciar cada centímetro de su cuerpo y aunque le gustaba, era una sensación un tanto extraña

Amor de cristal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora